Salmos 91-100


 
Salmos 91
 
  1   El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
  2   Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios; en Él confiaré.
  3   Él te librará del lazo del cazador; de la peste destructora.
  4   Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.
  5   No tendrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día;
  6   ni de pestilencia que ande en oscuridad, ni de mortandad que en medio del día destruya.
  7   Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará.
  8   Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos.
  9   Porque has puesto a Jehová, que es mi refugio, al Altísimo por tu habitación,
  10   no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.
  11   Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos;
  12   en las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra.
  13   Sobre el león y la serpiente pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón.
  14   Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
  15   Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré.
  16   Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.

 
Salmos 92
 
  1   «Salmo: Canción para el día del sábado» Bueno es alabar a Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;
  2   anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad en las noches,
  3   en el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa.
  4   Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo.
  5   ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos.
  6   El hombre necio no sabe, y el insensato no entiende esto:
  7   Que brotan los impíos como la hierba, y florecen todos los obradores de iniquidad, para ser destruidos para siempre.
  8   Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.
  9   Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová, porque he aquí, perecerán tus enemigos; serán disipados todos los obradores de iniquidad.
  10   Pero tú exaltarás mi cuerno como el del unicornio; seré ungido con aceite fresco.
  11   Y mis ojos mirarán mi deseo sobre mis enemigos; oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.
  12   El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano.
  13   Los que están plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán.
  14   Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes;
  15   para anunciar que Jehová es recto: Él es mi Roca, y en Él no hay injusticia.

 
Salmos 93
 
  1   Jehová reina, se vistió de magnificencia, se vistió Jehová, se ciñó de fortaleza; afirmó también el mundo, para que no sea movido.
  2   Firme es tu trono desde entonces: Tú eres desde la eternidad.
  3   Alzaron los ríos, oh Jehová, alzaron los ríos su sonido; alzaron los ríos sus ondas.
  4   Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias ondas del mar.
  5   Tus testimonios son muy firmes; la santidad conviene a tu casa, oh Jehová, por los siglos y para siempre.

 
Salmos 94
 
  1   Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, manifiéstate.
  2   Levántate, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios.
  3   ¿Hasta cuándo los impíos, hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?
  4   ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los obradores de iniquidad?
  5   A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan, y a tu heredad afligen.
  6   A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida.
  7   Y dicen: No mirará Jehová, ni hará caso el Dios de Jacob.
  8   Entended, necios del pueblo; y vosotros fatuos, ¿cuándo seréis sabios?
  9   El que plantó el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?
  10   El que castiga a las gentes, ¿no reprenderá? El que enseña la ciencia al hombre, ¿no sabrá?
  11   Jehová conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad.
  12   Bienaventurado el hombre a quien tú, oh Jehová, corriges, y en tu ley lo instruyes;
  13   para darle reposo de los días de aflicción, en tanto que para el impío se cava el hoyo.
  14   Porque Jehová no abandonará a su pueblo, ni desamparará su heredad;
  15   sino que el juicio volverá a la justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.
  16   ¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿Quién estará por mí contra los obradores de iniquidad?
  17   Si no ayudara Jehová, pronto moraría mi alma en el silencio.
  18   Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.
  19   En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
  20   ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que forma agravio por ley?
  21   Se juntan contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente.
  22   Mas Jehová me ha sido por refugio; y mi Dios es la Roca de mi confianza.
  23   Y Él hará volver sobre ellos su iniquidad, y los destruirá en su propia maldad; los talará Jehová nuestro Dios.

 
Salmos 95
 
  1   Venid, cantemos alegremente a Jehová: Aclamemos con júbilo a la Roca de nuestra salvación.
  2   Lleguemos ante su presencia con acción de gracias; aclamémosle con salmos.
  3   Porque Jehová es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses.
  4   Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.
  5   Suyo también el mar, pues Él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca.
  6   Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.
  7   Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz,
  8   no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como el día de Masah en el desierto;
  9   donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mis obras.
  10   Cuarenta años estuve disgustado con esta generación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos.
  11   Por tanto juré en mi ira que no entrarían en mi reposo.

 
Salmos 96
 
  1   Cantad a Jehová cántico nuevo; cantad a Jehová, toda la tierra.
  2   Cantad a Jehová, bendecid su nombre; anunciad de día en día su salvación.
  3   Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas.
  4   Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses.
  5   Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos.
  6   Honor y majestad delante de Él; Poder y gloria hay en su santuario.
  7   Dad a Jehová, oh familias de los pueblos; dad a Jehová la gloria y el poder.
  8   Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; traed ofrenda, y venid a sus atrios.
  9   Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; temed delante de Él, toda la tierra.
  10   Decid entre las naciones: Jehová reina, también afirmó el mundo, no será conmovido: Juzgará a los pueblos en justicia.
  11   Alégrense los cielos, y gócese la tierra; brame el mar y su plenitud.
  12   Regocíjese el campo, y todo lo que en él está: Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento
  13   delante de Jehová que vino: Porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.

 
Salmos 97
 
  1   Jehová reina; regocíjese la tierra: Alégrense las muchas islas.
  2   Nube y oscuridad alrededor de Él: Justicia y juicio son el fundamento de su trono.
  3   Fuego va delante de Él, y abrasa a sus enemigos alrededor.
  4   Sus relámpagos alumbraron el mundo; la tierra vio, y se estremeció.
  5   Los montes se derritieron como cera delante de Jehová, delante del Señor de toda la tierra.
  6   Los cielos anuncian su justicia, y todos los pueblos ven su gloria.
  7   Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla, los que se glorían en los ídolos: Adórenle todos los dioses.
  8   Oyó Sión, y se alegró; y las hijas de Judá, oh Jehová, se gozaron por tus juicios.
  9   Porque tú, Jehová, eres excelso sobre toda la tierra; eres muy enaltecido sobre todos los dioses.
  10   Los que a Jehová amáis, aborreced el mal: Él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra.
  11   Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón.
  12   Alegraos, justos, en Jehová; y alabad la memoria de su santidad.

 
Salmos 98
 
  1   «Salmo» Cantad a Jehová cántico nuevo; porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.
  2   Jehová ha hecho notoria su salvación; a vista de las naciones ha descubierto su justicia.
  3   Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel; todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
  4   Aclamad con júbilo a Jehová, toda la tierra; levantad la voz, regocijaos, y cantad salmos.
  5   Cantad salmos a Jehová con arpa; con arpa y voz de cántico.
  6   Aclamad con trompetas y sonidos de bocina delante del Rey Jehová.
  7   Brame el mar y su plenitud; el mundo y los que en él habitan;
  8   los ríos batan las manos; los montes todos hagan regocijo
  9   delante de Jehová; porque vino a juzgar la tierra; juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.

 
Salmos 99
 
  1   Jehová reina, temblarán los pueblos: Él está sentado sobre los querubines, se conmoverá la tierra.
  2   Jehová en Sión es grande, y exaltado sobre todos los pueblos.
  3   Alaben tu nombre grande y temible: Él es santo.
  4   Y la gloria del rey ama el juicio: Tú confirmas la rectitud; tú has hecho en Jacob juicio y justicia.
  5   Exaltad a Jehová nuestro Dios, y postraos al estrado de sus pies: Él es santo.
  6   Moisés y Aarón entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su nombre; invocaban a Jehová, y Él les respondía.
  7   En columna de nube hablaba con ellos; guardaban sus testimonios, y el estatuto que les había dado.
  8   Jehová Dios nuestro, tú les respondías: Tú les fuiste un Dios perdonador, aunque cobraste venganza de sus malas obras.
  9   Exaltad a Jehová nuestro Dios, y adorad en su santo monte; porque Jehová nuestro Dios es santo.

 
Salmos 100
 
  1   «Salmo de alabanza» Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
  2   Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo.
  3   Reconoced que Jehová es Dios: Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
  4   Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; dadle gracias, bendecid su nombre.
  5   Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad permanece por todas las generaciones.

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