1 Crónicas 11-20


 
1 Crónicas 11
 
  1   Entonces todo Israel se juntó a David en Hebrón, diciendo: He aquí nosotros somos tu hueso y tu carne.
  2   Y además antes de ahora, aún mientras Saúl reinaba, tú sacabas y metías a Israel. También Jehová tu Dios te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel mi pueblo.
  3   Y vinieron todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y David hizo con ellos pacto delante de Jehová; y ungieron a David por rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová por medio de Samuel.
  4   Entonces se fue David con todo Israel a Jerusalén, la cual es Jebús; donde estaban los jebuseos que eran los habitantes de aquella tierra.
  5   Y los moradores de Jebús dijeron a David: No entrarás acá. Pero David tomó la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David.
  6   Y David había dicho: El que primero hiriere al jebuseo, será cabeza y jefe. Entonces Joab hijo de Sarvia subió el primero, y fue hecho jefe.
  7   Y David habitó en la fortaleza, y por esto la llamaron la ciudad de David.
  8   Y edificó la ciudad alrededor, desde Milo hasta los alrededores. Y Joab reparó el resto de la ciudad.
  9   Y David iba adelantando y creciendo, y Jehová de los ejércitos era con él.
  10   Éstos son los principales de los valientes que David tuvo, y los que le ayudaron en su reino, con todo Israel, para hacerle rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová.
  11   Y éste es el número de los valientes que David tuvo: Jasobam hijo de Hacmoni, caudillo de los treinta, el cual blandió su lanza una vez contra trescientos, a los cuales mató.
  12   Tras de éste fue Eleazar hijo de Dodo, ahohíta, el cual era de los tres valientes.
  13   Éste estuvo con David en Pasdamim, estando allí juntos en batalla los filisteos: y había allí una parcela de tierra llena de cebada, y huyendo el pueblo delante de los filisteos,
  14   se pusieron ellos en medio de la parcela, y la defendieron, y vencieron a los filisteos; y los favoreció Jehová con una gran victoria.
  15   Y tres de los treinta principales descendieron a la peña a David, a la cueva de Adulam, estando el campamento de los filisteos en el valle de Refaim.
  16   Y David estaba entonces en la fortaleza, y el destacamento de los filisteos estaba en Belén.
  17   David deseó entonces, y dijo: ¡Quién me diera de beber de las aguas del pozo de Belén, que está a la puerta!
  18   Y aquellos tres irrumpieron por el campamento de los filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén, que está a la puerta, y tomaron y la trajeron a David; mas él no la quiso beber, sino que la derramó a Jehová, y dijo:
  19   Guárdeme mi Dios de hacer esto: ¿había yo de beber la sangre de estos varones que con riesgo de sus vidas la han traído? Y no la quiso beber. Esto hicieron aquellos tres valientes.
  20   Y Abisai, hermano de Joab, era cabeza de los tres, el cual blandió su lanza contra trescientos, a los cuales mató; y tuvo renombre entre los tres.
  21   De los tres fue más ilustre que los otros dos, pues era el capitán de ellos; pero no igualó a los tres primeros.
  22   Benaía hijo de Joiada, hijo de un hombre valiente, de grandes hazañas, de Cabseel; que mató a dos hombres de Moab que eran fieros como leones; también descendió y mató a un león dentro de un foso, en tiempo de nieve.
  23   El mismo venció a un egipcio, hombre de cinco codos de estatura: y el egipcio traía una lanza como un rodillo de tejedor; mas él descendió a él con un bastón, y arrebató la lanza de la mano del egipcio, y lo mató con su misma lanza.
  24   Esto hizo Benaía hijo de Joiada, y fue nombrado entre los tres valientes.
  25   Y fue el más distinguido de los treinta, pero no igualó a los tres primeros. A éste puso David en su consejo.
  26   Y los valientes de los ejércitos: Asael hermano de Joab, y Elhanán hijo de Dodo de Belén;
  27   Samot de Arori, Heles pelonita;
  28   Ira hijo de Iques tecoíta, Abiezer anatotita;
  29   Sibecai husatita, Ilai ahohíta;
  30   Maharai netofatita, Heled hijo de Baana netofatita;
  31   Itai hijo de Ribai de Gabaa de los hijos de Benjamín, Benaía piratonita;
  32   Hurai de los arroyos de Gaas, Abiel arbatita;
  33   Azmavet baharumita, Eliaba saalbonita;
  34   Los hijos de Asem gizonita, Jonatán hijo de Sage ararita;
  35   Ahiam hijo de Sacar ararita, Elifal hijo de Ur;
  36   Hefer mequeratita, Ahías pelonita;
  37   Hezro carmelita, Nahari hijo de Ezbai;
  38   Joel hermano de Natán, Mibhar hijo de Agrai;
  39   Selec amonita, Naharai berotita, escudero de Joab hijo de Sarvia;
  40   Ira itrita, Gareb itrita;
  41   Urías heteo, Zabad hijo de Ahlai;
  42   Adina hijo de Siza rubenita, príncipe de los rubenitas, y con él treinta;
  43   Hanán hijo de Maaca, y Josafat mitnita;
  44   Uzías astarotita, Sama y Jeiel hijos de Hotam aroerita;
  45   Jediael hijo de Simri, y Joha su hermano, tizita;
  46   Eliel de Mahavi, Jeribai y Josabía hijos de Elnaam, e Itma moabita;
  47   Eliel, y Obed, y Jasiel el mesobaíta.

 
1 Crónicas 12
 
  1   Éstos son los que vinieron a David a Siclag, estando él aún encerrado por causa de Saúl hijo de Cis, y eran de los valientes ayudadores de la guerra.
  2   Estaban armados de arcos, y usaban de ambas manos para tirar piedras con honda, y saetas con arco. De los hermanos de Saúl de Benjamín:
  3   El principal Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa gabaatita; y Jeziel, y Pelet, hijos de Azmavet, y Beraca, y Jehú anatotita;
  4   e Ismaías gabaonita, valiente entre los treinta, y más que los treinta; y Jeremías, Jahaziel, Johanán, Jozabad gederatita,
  5   Eluzai, y Jerimot, Bealías, Semarías, y Sefatías harufita;
  6   Elcana, e Isías, y Azareel, y Joezer, y Jasobam, de Coré;
  7   y Joela, y Zebadías, hijos de Jeroham de Gedor.
  8   También de los de Gad se pasaron a David, estando en la fortaleza en el desierto, hombres de guerra muy valientes para pelear, dispuestos a hacerlo con escudo y lanza; sus rostros eran como rostros de leones, y eran ligeros como las gacelas sobre los montes.
  9   Ezer el primero, Abdías el segundo, Eliab el tercero,
  10   Mismana el cuarto, Jeremías el quinto,
  11   Atai el sexto, Eliel el séptimo,
  12   Johanán el octavo, Elzabad el noveno,
  13   Jeremías el décimo, Macbani el undécimo.
  14   Éstos fueron capitanes del ejército de los hijos de Gad. El menor tenía cargo de cien hombres, y el mayor de mil.
  15   Éstos pasaron el Jordán en el mes primero, cuando había salido sobre todas sus riberas; e hicieron huir a todos los de los valles al oriente y al poniente.
  16   Asimismo algunos de los hijos de Benjamín y de Judá vinieron a David a la fortaleza.
  17   Y David salió a ellos, y les habló diciendo: Si habéis venido a mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con vosotros; mas si para traicionarme en pro de mis enemigos, siendo mis manos sin iniquidad, véalo el Dios de nuestros padres, y lo demande.
  18   Entonces el Espíritu invistió a Amasai, príncipe de treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isaí. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores; pues que también tu Dios te ayuda. Y David los recibió, y los puso entre los capitanes de la cuadrilla.
  19   También se pasaron a David algunos de Manasés, cuando vino con los filisteos a la batalla contra Saúl; pero no les ayudaron, porque los príncipes de los filisteos, habido consejo, lo despidieron, diciendo: Con peligro de nuestras cabezas se pasará a su señor Saúl.
  20   Así que viniendo él a Siclag, se pasaron a él de los de Manasés, Adna, Jozabad, Micael, Jozabad, Jediael, Eliú y Ziletai, príncipes de millares de los de Manasés.
  21   Éstos ayudaron a David contra la banda de salteadores; porque todos ellos eran hombres valientes, y fueron capitanes en el ejército.
  22   Porque entonces todos los días venía ayuda a David, hasta hacerse un grande ejército, como ejército de Dios.
  23   Y éste es el número de los principales que estaban listos para la guerra, y vinieron a David en Hebrón, para traspasarle el reino de Saúl, conforme a la palabra de Jehová:
  24   De los hijos de Judá que traían escudo y lanza, seis mil ochocientos, listos para la guerra.
  25   De los hijos de Simeón, hombres valientes y esforzados para la guerra, siete mil cien.
  26   De los hijos de Leví, cuatro mil seiscientos;
  27   asimismo Joiada, príncipe de los del linaje de Aarón, y con él tres mil setecientos;
  28   y Sadoc, joven valiente y esforzado, con veintidós de los principales de la casa de su padre.
  29   De los hijos de Benjamín hermanos de Saúl, tres mil; porque hasta aquel tiempo muchos de ellos se mantenían fieles a la casa de Saúl.
  30   Y de los hijos de Efraín, veinte mil ochocientos, muy valientes, varones ilustres en las casas de sus padres.
  31   De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, los cuales fueron tomados por lista para venir a poner a David por rey.
  32   Y de los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.
  33   Y de Zabulón cincuenta mil, que salían a campaña listos para la batalla, con todo tipo de armas de guerra, dispuestos a pelear sin doblez de corazón.
  34   Y de Neftalí mil capitanes, y con ellos treinta y siete mil con escudo y lanza.
  35   De los de Dan, dispuestos a pelear, veintiocho mil seiscientos.
  36   Y de Aser, dispuestos para la guerra y preparados para pelear, cuarenta mil.
  37   Y del otro lado del Jordán, de los rubenitas y de los gaditas y de la media tribu de Manasés, ciento veinte mil con todo tipo de armas de guerra.
  38   Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para poner a David por rey sobre todo Israel; asimismo todos los demás de Israel estaban de un mismo ánimo para poner a David por rey.
  39   Y estuvieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos habían prevenido para ellos.
  40   Y también los que les eran vecinos, hasta Isacar y Zabulón y Neftalí, trajeron pan en asnos, camellos, mulos y bueyes; y provisión de harina, masas de higos, y pasas, vino y aceite, bueyes y ovejas en abundancia, porque en Israel había alegría.

 
1 Crónicas 13
 
  1   Entonces David consultó con los capitanes de millares y de cientos, y con todos los jefes.
  2   Y dijo David a todo la congregación de Israel: Si os parece bien y si es la voluntad de Jehová nuestro Dios, enviaremos por todas partes para llamar a nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y a los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos que se unan con nosotros;
  3   y traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella.
  4   Y toda la congregación dijo que se hiciese así, porque la cosa parecía bien a todo el pueblo.
  5   Entonces David reunió a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta entrar en Hamat, para que trajesen el arca de Dios de Quiriat-jearim.
  6   Y subió David con todo Israel a Baala de Quiriat-jearim, que es en Judá, para pasar de allí el arca de Jehová Dios que habita entre los querubines, sobre la cual su nombre es invocado.
  7   Y se llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uza y Ahío guiaban el carro.
  8   Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.
  9   Y cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano para sostener el arca, porque los bueyes tropezaban.
  10   Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió, porque extendió su mano al arca; y murió allí delante de Dios.
  11   Y David tuvo pesar, porque Jehová había hecho rotura en Uza; por lo que llamó aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy.
  12   Y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de traer a mi casa el arca de Dios?
  13   Y no trajo David el arca a su casa, en la ciudad de David, sino que la llevó a casa de Obed-edom geteo.
  14   Y el arca de Dios estuvo en casa de Obed-edom, en su casa, tres meses; y bendijo Jehová la casa de Obed-edom, y todas las cosas que tenía.

 
1 Crónicas 14
 
  1   E Hiram rey de Tiro envió embajadores a David, y madera de cedro, y albañiles y carpinteros, que le edificasen una casa.
  2   Y entendió David que Jehová lo había confirmado por rey sobre Israel, y que había exaltado su reino sobre su pueblo Israel.
  3   Entonces David tomó más esposas en Jerusalén y engendró David más hijos e hijas.
  4   Y éstos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
  5   Ibhar, Elisúa, Elifelet,
  6   Noga, Nefeg, Jafía,
  7   Elisama, Beeliada y Elifelet.
  8   Y oyendo los filisteos que David había sido ungido por rey sobre todo Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Y como David lo oyó, salió contra ellos.
  9   Y vinieron los filisteos y se extendieron por el valle de Refaim.
  10   Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, que yo los entregaré en tus manos.
  11   Subieron pues a Baal-perazim, y allí los hirió David. Dijo luego David: Dios rompió mis enemigos por mi mano, como se rompen las aguas. Por esto llamaron el nombre de aquel lugar Baal-perazim.
  12   Y dejaron allí sus dioses, y David dijo que los quemasen.
  13   Y volviendo los filisteos a extenderse por el valle,
  14   David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo: No subas tras ellos, sino rodéalos, para venir a ellos por delante de los árboles de moras.
  15   Y así que oigas venir un estruendo por las copas de los árboles de moras, sal luego a la batalla; porque Dios saldrá delante de ti, y herirá el ejército de los filisteos.
  16   Hizo, pues, David como Dios le mandó, y derrotaron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gezer.
  17   Y la fama de David fue divulgada por todas aquellas tierras; y Jehová puso temor de David sobre todas las naciones.

 
1 Crónicas 15
 
  1   Hizo también casas para sí en la ciudad de David, y labró un lugar para el arca de Dios, y le levantó una tienda.
  2   Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser llevada sino por los levitas; porque a ellos ha escogido Jehová para que lleven el arca de Dios y le sirvan perpetuamente.
  3   Y congregó David a todo Israel en Jerusalén, para que pasasen el arca de Jehová a su lugar, el cual le había él preparado.
  4   Reunió también David a los hijos de Aarón y a los levitas:
  5   De los hijos de Coat, Uriel el principal, y sus hermanos, ciento veinte.
  6   De los hijos de Merari, Asaías el principal, y sus hermanos, doscientos veinte;
  7   De los hijos de Gersón, Joel el principal, y sus hermanos, ciento treinta;
  8   de los hijos de Elizafán, Semaías el principal, y sus hermanos, doscientos;
  9   de los hijos de Hebrón, Eliel el principal, y sus hermanos, ochenta;
  10   de los hijos de Uziel, Aminadab el principal, y sus hermanos, ciento doce.
  11   Y llamó David a los sacerdotes Sadoc y a Abiatar, y a los levitas, Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel, y Aminadab;
  12   y les dijo: Vosotros que sois los principales padres de los levitas, santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que le he preparado;
  13   pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios hizo en nosotros rotura, por cuanto no le buscamos según la ordenanza.
  14   Así los sacerdotes y los levitas se santificaron para traer el arca de Jehová Dios de Israel.
  15   Y los hijos de los levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés conforme a la palabra de Jehová.
  16   Asimismo dijo David a los principales de los levitas, que constituyesen de sus hermanos a cantores, con instrumentos de música, con salterios y arpas y címbalos, que resonasen y alzasen la voz con alegría.
  17   Y los levitas constituyeron a Hemán hijo de Joel; y de sus hermanos, a Asaf hijo de Berequías; y de los hijos de Merari y de sus hermanos, a Etán hijo de Cusaías.
  18   Y con ellos a sus hermanos del segundo orden, a Zacarías, Ben, Jaaziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Benaía, Maasías, Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom y Jeiel, los porteros.
  19   Así Hemán, Asaf, y Etán, que eran cantores, sonaban címbalos de bronce.
  20   Y Zacarías, Jaaziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Maasías, y Benaía, con salterios sobre Alamot.
  21   Y Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom, Jeiel, y Azazías, cantaban con arpas en la octava sobresaliendo.
  22   Y Quenanías, principal de los levitas, estaba para la entonación; pues él presidía en el canto, porque era entendido.
  23   Y Berequías y Elcana eran porteros del arca.
  24   Y Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaía, y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios: Obed-edom y Jehías eran también porteros del arca.
  25   David, pues, y los ancianos de Israel, y los capitanes de millares, fueron a traer el arca del pacto de Jehová, de casa de Obed-edom, con alegría.
  26   Y sucedió que cuando Dios ayudó a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, ellos sacrificaron siete novillos y siete carneros.
  27   Y David iba vestido de lino fino y también todos los levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores; y Quenanías era maestro de canto entre los cantores. Llevaba también David sobre sí un efod de lino.
  28   De esta manera llevaba todo Israel el arca del pacto de Jehová, con júbilo y sonido de bocinas, y trompetas, y címbalos, y al son de salterios y arpas.
  29   Y como el arca del pacto de Jehová llegó a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, mirando por una ventana, vio al rey David que saltaba y danzaba; y lo menospreció en su corazón.

 
1 Crónicas 16
 
  1   Así trajeron el arca de Dios, y la pusieron en medio de la tienda que David había levantado para ella; y ofrecieron holocaustos y sacrificios de paz delante de Dios.
  2   Y como David hubo acabado de ofrecer el holocausto y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová.
  3   Y repartió a todo Israel, así a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, y una pieza de carne, y un frasco de vino.
  4   Y puso delante del arca de Jehová ministros de los levitas, para que recordasen y dieran gracias y loasen a Jehová Dios de Israel.
  5   Asaf el primero, el segundo después de él Zacarías, Jeiel, Semiramot, Jehiel, Matatías, Eliab, Benaía, Obed-edom, y Jeiel, con sus instrumentos de salterios y arpas; mas Asaf hacía sonido con címbalos.
  6   También los sacerdotes Benaía y Jahaziel, tocaban continuamente las trompetas delante del arca del pacto de Dios.
  7   Entonces, en aquel día, David dio este salmo para agradecer a Jehová, en la mano de Asaf y sus hermanos:
  8   Dad gracias a Jehová, invocad su nombre, dad a conocer entre los pueblos sus obras.
  9   Cantad a Él, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas.
  10   Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
  11   Buscad a Jehová y su fortaleza; Buscad su rostro continuamente.
  12   Haced memoria de sus maravillas que ha hecho, de sus prodigios, y de los juicios de su boca,
  13   oh vosotros, simiente de Israel su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos.
  14   Jehová, Él es nuestro Dios; sus juicios están en toda la tierra.
  15   Acordaos para siempre de su pacto, y de la palabra que Él mandó para mil generaciones;
  16   del pacto que concertó con Abraham, y de su juramento a Isaac;
  17   el cual confirmó a Jacob por estatuto, y a Israel por pacto sempiterno,
  18   diciendo: A ti daré la tierra de Canaán, la porción de vuestra herencia;
  19   cuando erais pocos en número, muy pocos y peregrinos en ella;
  20   y andaban de nación en nación, y de un reino a otro pueblo.
  21   No permitió que nadie los oprimiese; antes por amor de ellos castigó a los reyes.
  22   No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.
  23   Cantad a Jehová, toda la tierra, anunciad de día en día su salvación.
  24   Proclamad entre las naciones su gloria, y en todos los pueblos sus maravillas.
  25   Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza, y de ser temido sobre todos los dioses.
  26   Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos.
  27   Gloria y hermosura hay en su presencia; fortaleza y alegría en su morada.
  28   Dad a Jehová, oh familias de los pueblos, dad a Jehová gloria y poder.
  29   Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; traed ofrenda, y venid delante de Él; adorad a Jehová en la hermosura de su santidad.
  30   Temed ante su presencia toda la tierra: El mundo será aún establecido, para que no se conmueva.
  31   Alégrense los cielos, y gócese la tierra, y digan en las naciones: ¡Jehová reina!
  32   Resuene el mar, y su plenitud; alégrese el campo, y todo lo que hay en él.
  33   Entonces cantarán los árboles de los bosques delante de Jehová, porque viene a juzgar la tierra.
  34   Dad gracias a Jehová, porque es bueno; porque su misericordia es eterna.
  35   Y decid: Sálvanos, oh Dios, salvación nuestra; reúnenos, y líbranos de las naciones, para que confesemos tu santo nombre, y nos gloriemos en tus alabanzas.
  36   Bendito sea Jehová Dios de Israel, de eternidad a eternidad. Y todo el pueblo dijo: Amén, y alabó a Jehová.
  37   Y dejó allí, delante del arca del pacto de Jehová, a Asaf y a sus hermanos, para que ministrasen de continuo delante del arca, cada cosa en su día:
  38   Y a Obed-edom y a sus hermanos, sesenta y ocho; y a Obed-edom hijo de Jedutún, y a Hosa, por porteros.
  39   Asimismo a Sadoc el sacerdote, y a sus hermanos los sacerdotes, delante del tabernáculo de Jehová en el alto que estaba en Gabaón,
  40   para que sacrificasen continuamente, a mañana y tarde, holocaustos a Jehová en el altar del holocausto, conforme a todo lo que está escrito en la ley de Jehová, que Él prescribió a Israel;
  41   y con ellos a Hemán y a Jedutún, y los otros escogidos declarados por sus nombres, para glorificar a Jehová, porque es eterna su misericordia.
  42   Con ellos a Hemán y a Jedutún con trompetas y címbalos resonantes y con otros instrumentos de música de Dios; y a los hijos de Jedutún, por porteros.
  43   Y todo el pueblo se fue cada uno a su casa; y David se volvió para bendecir su casa.

 
1 Crónicas 17
 
  1   Y aconteció que morando David en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto de Jehová debajo de cortinas.
  2   Y Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios es contigo.
  3   En aquella misma noche vino palabra de Dios a Natán, diciendo:
  4   Ve y di a David mi siervo: Así dice Jehová: Tú no me edificarás casa en que habite:
  5   Porque no he habitado en casa alguna desde el día que saqué a los hijos de Israel hasta hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo.
  6   Dondequiera que anduve con todo Israel ¿hablé una palabra a alguno de los jueces de Israel, a los cuales mandé que apacentasen mi pueblo, para decirles: Por qué no me edificáis una casa de cedro?
  7   Por tanto, ahora dirás a mi siervo David: Así dice Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás del rebaño, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel;
  8   y he sido contigo en todo cuanto has andado, y he talado a todos tus enemigos de delante de ti, y te he hecho gran nombre, como el nombre de los grandes que hay en la tierra.
  9   Asimismo he dispuesto lugar a mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite en su lugar, y no sea más removido; ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes,
  10   y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humillaré a todos tus enemigos. Además te hago saber que Jehová te edificará casa.
  11   Y será que, cuando tus días fueren cumplidos para irte con tus padres, levantaré tu simiente después de ti, que será uno de tus hijos; y afirmaré su reino.
  12   Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente.
  13   Yo le seré por Padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquél que fue antes de ti;
  14   y yo lo afirmaré en mi casa y en mi reino eternamente; y su trono será firme para siempre.
  15   Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.
  16   Y entró el rey David, y estuvo delante de Jehová, y dijo: Jehová Dios, ¿quién soy yo, y cuál es mi casa, que me has traído hasta este lugar?
  17   Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, pues que has hablado de la casa de tu siervo para tiempo futuro, y me has mirado como a un hombre excelente, oh Jehová Dios.
  18   ¿Qué más puede añadir David pidiendo de ti para glorificar a tu siervo? Pues tú conoces a tu siervo.
  19   Oh Jehová, por amor de tu siervo y según tu corazón, has hecho toda esta grandeza, para hacer notorias todas tus grandezas.
  20   Jehová, no hay semejante a ti, ni hay Dios sino tú, según todas las cosas que hemos oído con nuestros oídos.
  21   ¿Y qué pueblo hay en la tierra como tu pueblo Israel, cuyo Dios fuese y se redimiese un pueblo, para hacerte nombre con grandezas y maravillas, echando las naciones de delante de tu pueblo, que tú rescataste de Egipto?
  22   Tú has constituido a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, Jehová, has venido a ser su Dios.
  23   Ahora pues, Jehová, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho.
  24   Permanezca, pues, y sea engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios para Israel. Y sea la casa de tu siervo David firme delante de ti.
  25   Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo de orar delante de ti.
  26   Ahora pues, Jehová, tú eres el Dios que has hablado de tu siervo este bien;
  27   y ahora has querido bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti: porque tú, Jehová, la has bendecido, y será bendita para siempre.

 
1 Crónicas 18
 
  1   Después de estas cosas aconteció que David derrotó a los filisteos, y los humilló; y tomó a Gat y sus aldeas de mano de los filisteos.
  2   También derrotó a Moab; y los moabitas fueron siervos de David trayéndole presentes.
  3   Asimismo hirió David a Hadad-ezer rey de Soba, en Hamat, yendo él a asegurar su dominio junto al río Éufrates.
  4   Y les tomó David mil carros, y siete mil de a caballo, y veinte mil hombres de a pie: y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.
  5   Y viniendo los sirios de Damasco en ayuda de Hadad-ezer rey de Soba, David hirió de los sirios veintidós mil hombres.
  6   Y puso David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, trayéndole presentes: porque Jehová daba victoria a David dondequiera que iba.
  7   Tomó también David los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad-ezer, y los trajo a Jerusalén.
  8   Asimismo de Tibhat y de Cun, ciudades de Hadad-ezer, tomó David muchísimo bronce, con el que Salomón hizo el mar de bronce, las columnas, y los utensilios de bronce.
  9   Y oyendo Toi rey de Hamat, que David había deshecho todo el ejército de Hadad-ezer, rey de Soba,
  10   envió a Adoram su hijo al rey David, a saludarle y a bendecirle por haber peleado con Hadad-ezer, y haberle vencido; porque Toi tenía guerra con Hadad-ezer. Le envió también toda clase de vasos de oro, de plata y de bronce;
  11   los cuales el rey David dedicó a Jehová, con la plata y oro que había tomado de todas las naciones, de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec.
  12   A más de esto Abisai hijo de Sarvia hirió en el valle de la Sal a dieciocho mil edomitas.
  13   Y puso guarnición en Edom, y todos los edomitas fueron siervos de David; porque Jehová guardaba a David dondequiera que iba.
  14   Y reinó David sobre todo Israel, y hacía juicio y justicia a todo su pueblo.
  15   Y Joab hijo de Sarvia era general del ejército; y Josafat hijo de Ahilud, cronista.
  16   Y Sadoc hijo de Ahitob, y Abimelec hijo de Abiatar eran los sacerdotes; y Savsa, el secretario;
  17   Y Benaía hijo de Joiada era sobre los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran los príncipes cerca del rey.

 
1 Crónicas 19
 
  1   Después de estas cosas aconteció que murió Nahas rey de los hijos de Amón, y reinó en su lugar su hijo.
  2   Y dijo David: Haré misericordia con Hanún hijo de Nahas, porque también su padre hizo conmigo misericordia. Así David envió embajadores que lo consolasen de la muerte de su padre. Mas venidos los siervos de David en la tierra de los hijos de Amón a Hanún, para consolarle,
  3   los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanún: ¿A tu parecer honra David a tu padre, que te ha enviado consoladores? ¿No vienen más bien sus siervos a ti para reconocer, e inquirir, y espiar la tierra?
  4   Entonces Hanún tomó los siervos de David, y los rapó, y les cortó las vestiduras por la mitad, hasta las nalgas, y los despidió.
  5   Y fueron unos y dijeron a David de cómo aquellos varones habían sido tratados; y él envió a recibirlos, porque estaban muy avergonzados. Y les hizo decir el rey: Estaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis.
  6   Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, Hanún y los hijos de Amón enviaron mil talentos de plata, para tomar a sueldo carros y gente de a caballo de Mesopotamia, de Siria, de Maaca y de Soba.
  7   Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca y a su pueblo, los cuales vinieron y acamparon delante de Medeba. Y se juntaron también los hijos de Amón de sus ciudades, y vinieron a la guerra.
  8   Oyéndolo David, envió a Joab con todo el ejército de los hombres valientes.
  9   Y los hijos de Amón salieron, y ordenaron su tropa a la entrada de la ciudad; y los reyes que habían venido, estaban aparte en el campo.
  10   Y viendo Joab que la batalla estaba contra él por el frente y por la retaguardia, escogió de los más aventajados que había en Israel, y ordenó su escuadrón contra los sirios.
  11   Puso luego el resto de la gente en mano de Abisai su hermano, y los ordenó en batalla contra los amonitas.
  12   Y dijo: Si los sirios fueren más fuertes que yo, tú me ayudarás; y si los amonitas fueren más fuertes que tú, yo te ayudaré.
  13   Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le pareciere.
  14   Se acercó luego Joab y el pueblo que tenía consigo, para pelear contra los sirios; mas ellos huyeron delante de él.
  15   Y los hijos de Amón, viendo que los sirios habían huido, huyeron también ellos delante de Abisai su hermano, y entraron en la ciudad. Entonces Joab se volvió a Jerusalén.
  16   Y viendo los sirios que habían caído delante de Israel, enviaron embajadores, y trajeron a los sirios que estaban al otro lado del río, cuyo capitán era Sofac, general del ejército de Hadad-ezer.
  17   Luego que fue dado aviso a David, reunió a todo Israel, y pasando el Jordán vino a ellos, y ordenó contra ellos su ejército. Y como David hubo ordenado su tropa contra ellos, pelearon contra él los sirios.
  18   Pero los sirios huyeron delante de Israel; y mató David de los sirios siete mil hombres de los carros, y cuarenta mil hombres de a pie; asimismo mató a Sofac, general del ejército.
  19   Y viendo los sirios de Hadad-ezer que habían caído delante de Israel, concertaron paz con David, y fueron sus siervos; y nunca más quiso el sirio ayudar a los hijos de Amón.

 
1 Crónicas 20
 
  1   Y aconteció a la vuelta del año, en el tiempo que suelen los reyes salir a la guerra, que Joab sacó las fuerzas del ejército, y destruyó la tierra de los hijos de Amón, y vino y sitió a Rabá. Mas David estaba en Jerusalén; y Joab batió a Rabá, y la destruyó.
  2   Entonces David tomó la corona del rey de ellos de sobre su cabeza, y la halló de peso de un talento de oro, y había en ella piedras preciosas; y fue puesta sobre la cabeza de David. Y además de esto sacó de la ciudad muy grande botín.
  3   Sacó también al pueblo que estaba en ella y les hizo cortar con sierras, con trillos de hierro, y con hachas. Lo mismo hizo David a todas las ciudades de los hijos de Amón. Y se volvió David con todo el pueblo a Jerusalén.
  4   Después de esto aconteció que se levantó guerra en Gezer contra los filisteos; e hirió Sibecai husatita a Sipai, del linaje de los gigantes; y fueron humillados.
  5   Y se volvió a levantar guerra con los filisteos; e hirió Elhanán hijo de Jair a Lahmi, hermano de Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como de un rodillo de telar.
  6   Y volvió a haber guerra en Gat, donde hubo un hombre de grande estatura, el cual tenía seis dedos en pies y manos, veinticuatro en total; y también era hijo de un gigante.
  7   Desafió él a Israel, mas lo mató Jonatán, hijo de Sima hermano de David.
  8   Éstos fueron hijos del gigante de Gat, los cuales cayeron por mano de David y de sus siervos.

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