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1 Reyes 16 |
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1 |
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Y vino palabra de Jehová a Jehú hijo de
Hanani contra Baasa, diciendo: |
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2 |
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Por cuanto yo te levanté del polvo, y te
puse por príncipe sobre mi pueblo Israel, y tú has andado en el camino
de Jeroboam, y has hecho pecar a mi pueblo Israel, provocándome a ira
con sus pecados; |
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3 |
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he aquí yo barreré la posteridad de
Baasa, y la posteridad de su casa; y pondré su casa como la casa de
Jeroboam hijo de Nabat. |
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4 |
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El que de Baasa fuere muerto en la
ciudad, le comerán los perros; y el que de él fuere muerto en el campo,
lo comerán las aves del cielo. |
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5 |
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Lo demás de los hechos de Baasa, y las
cosas que hizo, y su poderío, ¿no está todo escrito en el libro de las
crónicas de los reyes de Israel? |
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6 |
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Y durmió Baasa con sus padres, y fue
sepultado en Tirsa; y reinó en su lugar Ela su hijo. |
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7 |
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Pero también vino la palabra de Jehová
por mano del profeta Jehú, hijo de Hanani, contra Baasa, y contra su
casa, por toda la maldad que hizo ante los ojos de Jehová, provocándole
a ira con las obras de sus manos, y por haber sido como la casa de
Jeroboam, y por haberla destruido. |
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8 |
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En el año veintiséis de Asa rey de Judá,
comenzó a reinar Ela hijo de Baasa sobre Israel en Tirsa; y reinó dos
años. |
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9 |
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Y conspiró contra él su siervo Zimri,
comandante de la mitad de los carros. Y estando él en Tirsa, bebiendo y
embriagado en casa de Arsa su mayordomo en Tirsa, |
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10 |
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vino Zimri, y lo hirió y lo mató, en el
año veintisiete de Asa rey de Judá; y reinó en lugar suyo. |
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11 |
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Y luego que llegó a reinar y estuvo
sentado en su trono, hirió toda la casa de Baasa, sin dejar en ella
meante a la pared, ni sus parientes ni amigos. |
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12 |
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Así destruyó Zimri toda la casa de Baasa,
conforme a la palabra de Jehová, que había proferido contra Baasa por
medio del profeta Jehú, |
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13 |
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por todos los pecados de Baasa, y los
pecados de Ela su hijo, con los cuales ellos pecaron e hicieron pecar a
Israel, provocando a enojo con sus vanidades a Jehová Dios de Israel. |
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14 |
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Los demás hechos de Ela, y todo lo que
hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de
Israel? |
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15 |
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En el año veintisiete de Asa rey de Judá,
comenzó a reinar Zimri, y reinó siete días en Tirsa; y el pueblo estaba
acampado contra Gibetón, ciudad de los filisteos. |
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16 |
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Y el pueblo que estaba acampado oyó
decir: Zimri ha conspirado, y ha dado muerte al rey. Entonces aquel
mismo día en el campamento, todo Israel puso a Omri, general del
ejército, por rey sobre Israel. |
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17 |
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Y subió Omri de Gibetón, y con él todo
Israel, y sitiaron a Tirsa. |
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18 |
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Y viendo Zimri que la ciudad era tomada,
se metió en el palacio de la casa real, y prendió fuego a la casa
consigo; y así murió. |
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19 |
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Por causa de sus pecados que él había
cometido, haciendo lo malo ante los ojos de Jehová, y andando en los
caminos de Jeroboam, y en su pecado que cometió, haciendo pecar a
Israel. |
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20 |
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Los demás hechos de Zimri, y la
conspiración que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas
de los reyes de Israel? |
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21 |
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Entonces el pueblo de Israel fue
dividido en dos partes. La mitad del pueblo seguía a Tibni hijo de Ginat,
para hacerlo rey; y la otra mitad seguía a Omri. |
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22 |
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Mas el pueblo que seguía a Omri, pudo
más que el que seguía a Tibni hijo de Ginat; y Tibni murió, y Omri fue
rey. |
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23 |
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En el año treinta y uno de Asa rey de
Judá, comenzó a reinar Omri sobre Israel, y reinó doce años; en Tirsa
reinó seis años. |
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24 |
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Y compró él de Semer el monte de Samaria
por dos talentos de plata, y edificó en el monte: y llamó el nombre de
la ciudad que edificó, Samaria, del nombre de Semer, que fue dueño de
aquel monte. |
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25 |
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Y Omri hizo lo malo ante los ojos de
Jehová, e hizo peor que todos los que habían sido antes de él; |
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26 |
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pues anduvo en todos los caminos de
Jeroboam hijo de Nabat, y en su pecado con que hizo pecar a Israel,
provocando a ira a Jehová Dios de Israel con sus ídolos. |
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27 |
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Lo demás de los hechos de Omri, y todas
las cosas que hizo, y sus valentías que ejecutó, ¿no está todo escrito
en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? |
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28 |
|
Y Omri durmió con sus padres, y fue
sepultado en Samaria; y reinó en lugar suyo Acab, su hijo. |
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29 |
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Y comenzó a reinar Acab hijo de Omri
sobre Israel el año treinta y ocho de Asa rey de Judá. Y reinó Acab hijo
de Omri sobre Israel en Samaria veintidós años. |
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30 |
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Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante
los ojos de Jehová sobre todos los que fueron antes de él. |
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31 |
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Porque le fue ligera cosa andar en los
pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por esposa a Jezabel, hija de
Etbaal rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró. |
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32 |
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E hizo altar a Baal, en el templo de
Baal que él edificó en Samaria. |
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33 |
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Hizo también Acab una imagen de Asera; y
Acab hizo provocar a ira a Jehová Dios de Israel, más que todos los
reyes de Israel que antes de él habían sido. |
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34 |
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En su tiempo Hiel de Betel reedificó a
Jericó. A costa de Abiram su primogénito echó el cimiento, y a costa de
Segub su hijo menor puso sus puertas; conforme a la palabra de Jehová
que había hablado por Josué hijo de Nun. |
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1 Reyes 17 |
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1 |
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Entonces Elías tisbita, que era de los
moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, delante
del cual estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi
palabra. |
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2 |
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Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: |
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3 |
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Apártate de aquí, y vuélvete al oriente,
y escóndete en el arroyo de Querit, que está delante del Jordán; |
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4 |
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Y beberás del arroyo; y yo he mandado a
los cuervos que te den allí de comer. |
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5 |
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Y él fue, e hizo conforme a la palabra
de Jehová; pues se fue y asentó junto al arroyo de Querit, que está
antes del Jordán. |
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6 |
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Y los cuervos le traían pan y carne por
la mañana, y pan y carne a la tarde; y bebía del arroyo. |
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7 |
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Pasados algunos días, se secó el arroyo;
porque no había llovido sobre la tierra. |
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8 |
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Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: |
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9 |
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Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y
allí morarás: he aquí yo he mandado allí a una mujer viuda que te
sustente. |
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10 |
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Entonces él se levantó, y se fue a
Sarepta. Y como llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda
que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que
me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. |
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11 |
|
Y yendo ella para traérsela, él la
volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de
pan en tu mano. |
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12 |
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Y ella respondió: Vive Jehová Dios tuyo,
que no tengo pan cocido; que solamente un puñado de harina tengo en la
tinaja, y un poco de aceite en una botija: y ahora recogía dos leños,
para entrar y aderezarlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y
muramos. |
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13 |
|
Y Elías le dijo: No tengas temor; ve,
haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta
cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para
tu hijo. |
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14 |
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Porque Jehová Dios de Israel ha dicho
así: La tinaja de la harina no escaseará, ni se disminuirá la botija del
aceite, hasta aquel día que Jehová dará lluvia sobre la faz de la tierra. |
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15 |
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Entonces ella fue, e hizo como le dijo
Elías; y comió él, y ella y su casa, muchos días. |
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16 |
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Y la tinaja de la harina no escaseó, ni
menguó la botija del aceite, conforme a la palabra de Jehová que había
dicho por Elías. |
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17 |
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Después de estas cosas aconteció que
cayó enfermo el hijo del ama de la casa, y la enfermedad fue tan grave,
que no quedó en él aliento. |
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18 |
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Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo
contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer en memoria mis
iniquidades, y para hacer morir a mi hijo? |
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19 |
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Y él le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces
él lo tomó de su regazo, y lo llevó a la cámara donde él estaba, y le
puso sobre su cama. |
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20 |
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Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios
mío, ¿aun a la viuda en cuya casa yo estoy hospedado has afligido,
haciéndole morir su hijo? |
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21 |
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Y se tendió sobre el niño tres veces, y
clamó a Jehová, y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que el alma de este
niño vuelva a él. |
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22 |
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Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma
del niño volvió a él, y revivió. |
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23 |
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Tomando luego Elías al niño, lo trajo de
la cámara a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo
vive. |
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24 |
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Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora
conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad
en tu boca. |
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1 Reyes 18 |
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1 |
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Pasados muchos días, vino palabra de
Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo
daré lluvia sobre la faz de la tierra. |
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2 |
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Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y
había gran hambre en Samaria. |
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3 |
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Y Acab llamó a Abdías que era el
mayordomo de su casa. Y Abdías era en gran manera temeroso de Jehová. |
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4 |
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Porque cuando Jezabel destruía a los
profetas de Jehová, Abdías tomó cien profetas, los cuales escondió de
cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua. |
|
5 |
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Y Acab dijo a Abdías: Ve por el país a
todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos; para ver si acaso
hallaremos hierba con que conservemos la vida a los caballos y a las
mulas, para que no nos quedemos sin bestias. |
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6 |
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Y dividieron entre sí el país para
recorrerlo: Acab fue de por sí por un camino, y Abdías fue separadamente
por otro. |
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7 |
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Y yendo Abdías por el camino, se topó
con Elías; y como le conoció, se postró sobre su rostro, y dijo: ¿No
eres tú mi señor Elías? |
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8 |
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Y él respondió: Yo soy; ve, di a tu amo:
He aquí Elías. |
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9 |
|
Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para
que tú entregues tu siervo en mano de Acab para que me mate? |
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10 |
|
Vive Jehová tu Dios, que no ha habido
nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte; y
respondiendo ellos: No está aquí; él ha hecho jurar a reinos y a
naciones que no te han hallado. |
|
11 |
|
¿Y ahora tú dices: Ve, di a tu amo: Aquí
está Elías? |
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12 |
|
Y acontecerá que, luego que yo me haya
ido de ti, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa; y cuando
yo venga y dé las nuevas a Acab, y él no te halle, me matará; y tu
siervo teme a Jehová desde su juventud. |
|
13 |
|
¿No ha sido dicho a mi señor lo que
hice, cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; de cómo escondí en
una cueva a cien varones de los profetas de Jehová: de cincuenta en
cincuenta, y los sustenté con pan y agua? |
|
14 |
|
¿Y ahora dices tú: Ve, di a tu amo: Aquí
está Elías; para que él me mate? |
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15 |
|
Y Elías le dijo: Vive Jehová de los
ejércitos, delante del cual estoy, que hoy me mostraré a él. |
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16 |
|
Entonces Abdías fue a encontrarse con
Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías. |
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17 |
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Y aconteció que cuando Acab vio a Elías,
le dijo Acab: ¿Eres tú el que has turbado a Israel? |
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18 |
|
Y él respondió: Yo no he turbado a
Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de
Jehová, y siguiendo a los Baales. |
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19 |
|
Envía, pues, ahora y reúneme a todo
Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de
Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de
Jezabel. |
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20 |
|
Entonces Acab envió a todos los hijos de
Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo. |
|
21 |
|
Y acercándose Elías a todo el pueblo,
dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si
Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no
respondió palabra. |
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22 |
|
Entonces Elías volvió a decir al pueblo:
Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay
cuatrocientos cincuenta hombres. |
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23 |
|
Dénsenos, pues, dos bueyes, y escójanse
ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan
fuego debajo; y yo aprestaré el otro buey, y lo pondré sobre leña, y
ningún fuego pondré debajo. |
|
24 |
|
Invocad luego vosotros el nombre de
vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová: y el Dios que
respondiere por fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió,
diciendo: Bien dicho. |
|
25 |
|
Entonces Elías dijo a los profetas de
Baal: Escogeos un buey, y preparad primero, pues que vosotros sois los
más; e invocad el nombre de vuestros dioses, mas no pongáis fuego debajo. |
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26 |
|
Y ellos tomaron el buey que les fue
dado, y lo aprestaron, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana
hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Mas no había voz, ni
quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar
que habían hecho. |
|
27 |
|
Y aconteció al mediodía, que Elías se
burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, que dios es; quizá está
meditando, o está ocupado, o va de camino; quizá duerme, y hay que
despertarle. |
|
28 |
|
Y ellos clamaban a grandes voces, y se
sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta
chorrear la sangre sobre ellos. |
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29 |
|
Y sucedió que pasado el mediodía, y
profetizando ellos hasta la hora de ofrecerse el sacrificio de la tarde,
que no había voz, ni quien respondiese ni escuchase. |
|
30 |
|
Entonces dijo Elías a todo el pueblo:
Acercaos a mí. Y todo el pueblo se acercó a él: y él reparó el altar de
Jehová que estaba arruinado. |
|
31 |
|
Y tomando Elías doce piedras, conforme
al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había venido
palabra de Jehová, diciendo: Israel será tu nombre; |
|
32 |
|
Edificó con las piedras un altar en el
nombre de Jehová: después hizo una zanja alrededor del altar, donde
cupieran dos medidas de semilla. |
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33 |
|
Compuso luego la leña, y cortó el buey
en pedazos, y lo puso sobre la leña. Y dijo: Llenad cuatro cántaros de
agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. |
|
34 |
|
Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo
hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez. |
|
35 |
|
De manera que las aguas corrían
alrededor del altar; y había también llenado de agua la zanja. |
|
36 |
|
Y como llegó la hora de ofrecerse el
holocausto, se acercó el profeta Elías, y dijo: Jehová Dios de Abraham,
de Isaac, y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y
que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. |
|
37 |
|
Respóndeme, Jehová, respóndeme; para que
conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres Dios, y que tú vuelves a ti
el corazón de ellos. |
|
38 |
|
Entonces cayó fuego de Jehová, el cual
consumió el holocausto, y la leña, y las piedras, y el polvo, y aun
lamió las aguas que estaban en la zanja. |
|
39 |
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Y viéndolo todo el pueblo, cayeron sobre
sus rostros, y dijeron: ¡Jehová es el Dios! ¡Jehová es el Dios! |
|
40 |
|
Entonces Elías les dijo: Prended a los
profetas de Baal, que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los
llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló. |
|
41 |
|
Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y
bebe; porque se oye el ruido de una grande lluvia. |
|
42 |
|
Y Acab subió a comer y a beber. Y Elías
subió a la cumbre del Carmelo; y postrándose en tierra, puso su rostro
entre las rodillas. |
|
43 |
|
Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira
hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a
decir: Vuelve siete veces. |
|
44 |
|
Y a la séptima vez dijo: Yo veo una
pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y
él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia
no te ataje. |
|
45 |
|
Y aconteció, estando en esto, que los
cielos se oscurecieron con nubes y viento; y hubo una gran lluvia. Y
subiendo Acab, vino a Jezreel. |
|
46 |
|
Y la mano de Jehová fue sobre Elías, el
cual ciñó sus lomos, y vino corriendo delante de Acab hasta llegar a
Jezreel. |
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1 Reyes 19 |
|
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1 |
|
Y Acab dio la nueva a Jezabel de todo lo
que Elías había hecho, de como había matado a espada a todos los
profetas. |
|
2 |
|
Entonces Jezabel envió un mensajero a
Elías, diciendo: Así me hagan los dioses, y así me añadan, si mañana a
estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. |
|
3 |
|
Viendo pues el peligro, se levantó y se
fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que es en Judá, y dejó allí
su criado. |
|
4 |
|
Y él se fue por el desierto un día de
camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo:
Baste ya, oh Jehová, quítame la vida; pues no soy yo mejor que mis
padres. |
|
5 |
|
Y echándose debajo del enebro, se quedó
dormido. Y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. |
|
6 |
|
Entonces él miró, y he aquí a su
cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y un vaso de agua: y comió y
bebió y se volvió a dormir. |
|
7 |
|
Y volviendo el ángel de Jehová la
segunda vez, le tocó, diciendo: Levántate, come, porque largo camino te
resta. |
|
8 |
|
Se levantó, pues, y comió y bebió; y con
la fortaleza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches,
hasta el monte de Dios, Horeb. |
|
9 |
|
Y allí se metió en una cueva, donde pasó
la noche. Y he aquí vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué
haces aquí, Elías? |
|
10 |
|
Y él respondió: He sentido un vivo celo
por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado
tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus
profetas: y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. |
|
11 |
|
Y él le dijo: Sal fuera, y ponte en el
monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y
poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de
Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un
terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. |
|
12 |
|
Y tras el terremoto un fuego; pero
Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego una voz suave y delicada. |
|
13 |
|
Y al oírla Elías, cubrió su rostro con
su manto, y salió, y se paró a la puerta de la cueva. Y he aquí vino una
voz a él, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? |
|
14 |
|
Y él respondió: He sentido un vivo celo
por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado
tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus
profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. |
|
15 |
|
Y le dijo Jehová: Ve, vuelve por tu
camino, por el desierto de Damasco: y llegarás, y ungirás a Hazael por
rey de Siria; |
|
16 |
|
Y a Jehú hijo de Nimsi, ungirás por rey
sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que
sea profeta en tu lugar. |
|
17 |
|
Y será, que el que escapare de la espada
de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú,
Eliseo lo matará. |
|
18 |
|
Pero yo he hecho que queden en Israel
siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo
besaron. |
|
19 |
|
Y partiendo él de allí, halló a Eliseo
hijo de Safat, que araba con doce yuntas de bueyes delante de sí; y él
tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su
manto. |
|
20 |
|
Entonces dejando él los bueyes, vino
corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi
padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué
te he hecho yo? |
|
21 |
|
Y se volvió de en pos de él, y tomó un
par de bueyes, y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne
de éstos, y la dio al pueblo y ellos comieron. Después se levantó y fue
tras Elías, y le servía. |
|
1 Reyes 20 |
|
|
1 |
|
Entonces Benadad rey de Siria juntó a
todo su ejército, y con él treinta y dos reyes, con caballos y carros; y
subió, y sitió a Samaria, y la combatió. |
|
2 |
|
Y envió mensajeros a la ciudad a Acab
rey de Israel, diciendo: Así dice Benadad: |
|
3 |
|
Tu plata y tu oro son míos, y tus
esposas y tus hijos hermosos son míos. |
|
4 |
|
Y el rey de Israel respondió, y dijo:
Como tú dices, rey señor mío, yo soy tuyo, y todo lo que tengo. |
|
5 |
|
Y volviendo los mensajeros otra vez,
dijeron: Así dijo Benadad: Yo te envié a decir: Tu plata y tu oro, y tus
esposas y tus hijos me darás. |
|
6 |
|
Además mañana a estas horas enviaré yo a
ti mis siervos, los cuales inspeccionarán tu casa, y las casas de tus
siervos; y sucederá que todo lo precioso que tienes ellos lo tomarán con
sus manos y se lo llevarán. |
|
7 |
|
Entonces el rey de Israel llamó a todos
los ancianos de la tierra, y les dijo: Entended, y ved ahora cómo éste
no busca sino mal; pues ha enviado a mí por mis esposas y mis hijos, y
por mi plata y por mi oro; y yo no se lo he negado. |
|
8 |
|
Y todos los ancianos y todo el pueblo le
respondieron: No le obedezcas, ni hagas lo que te pide. |
|
9 |
|
Entonces él respondió a los embajadores
de Benadad: Decid al rey mi señor: Haré todo lo que mandaste a tu siervo
al principio; pero esto no lo puedo hacer. Y los embajadores fueron, y
le dieron la respuesta. |
|
10 |
|
Y Benadad envió a decirle: Así me hagan
los dioses, y aun me añadan, que el polvo de Samaria no bastará a los
puños de todo el pueblo que me sigue. |
|
11 |
|
Y el rey de Israel respondió, y dijo:
Decidle, que no se alabe el que se ciñe las armas, como el que las
desciñe. |
|
12 |
|
Y cuando Benadad oyó esta palabra,
estando bebiendo con los reyes en las tiendas, dijo a sus siervos: Tomad
posiciones. Y ellos tomaron posiciones contra la ciudad. |
|
13 |
|
Y he aquí un profeta se llegó a Acab rey
de Israel; y le dijo: Así dice Jehová: ¿Has visto esta grande multitud?
he aquí yo te la entregaré hoy en tu mano, para que conozcas que yo soy
Jehová. |
|
14 |
|
Y respondió Acab: ¿Por mano de quién? Y
él dijo: Así dice Jehová: Por mano de los jóvenes de los príncipes de
las provincias. Y dijo Acab: ¿Quién comenzará la batalla? Y él
respondió: Tú. |
|
15 |
|
Entonces él pasó revista a los jóvenes
de los príncipes de las provincias, los cuales fueron doscientos treinta
y dos. Luego pasó revista a todo el pueblo, a todos los hijos de Israel,
que fueron siete mil. |
|
16 |
|
Y salieron al mediodía. Pero Benadad
estaba bebiendo, emborrachándose en las tiendas, él y los reyes, los
treinta y dos reyes que habían venido en su ayuda. |
|
17 |
|
Y los jóvenes de los príncipes de las
provincias salieron primero. Y había Benadad enviado quien le dio aviso,
diciendo: Han salido hombres de Samaria. |
|
18 |
|
Él entonces dijo: Si han salido por paz,
tomadlos vivos; y si han salido para pelear, tomadlos vivos. |
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19 |
|
Salieron, pues, de la ciudad los jóvenes
de los príncipes de las provincias, y en pos de ellos el ejército. |
|
20 |
|
Y mató cada uno al que venía contra él:
y huyeron los sirios, siguiéndolos los de Israel. Y el rey de Siria,
Benadad, se escapó en un caballo con alguna gente de caballería. |
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21 |
|
Y salió el rey de Israel, e hirió la
gente de a caballo, y los carros; y deshizo a los sirios con grande
estrago. |
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22 |
|
Vino luego el profeta al rey de Israel y
le dijo: Ve, fortalécete, y considera y mira lo que has de hacer; porque
pasado el año, el rey de Siria vendrá contra ti. |
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23 |
|
Y los siervos del rey de Siria le
dijeron: Sus dioses son dioses de las montañas, por eso nos han vencido;
mas si peleáremos con ellos en el valle, se verá si no los vencemos. |
|
24 |
|
Haz, pues, así: Saca a los reyes cada
uno de su puesto, y pon capitanes en lugar de ellos. |
|
25 |
|
Y tú, fórmate otro ejército como el
ejército que perdiste, caballos por caballos, y carros por carros; luego
pelearemos con ellos en el valle, y veremos si no los vencemos. Y él les
dio oído, y lo hizo así. |
|
26 |
|
Pasado el año, Benadad pasó revista a
los sirios, y vino a Afec a pelear contra Israel. |
|
27 |
|
Y los hijos de Israel fueron también
inspeccionados, y tomando provisiones vinieron a encontrarles; y
acamparon los hijos de Israel delante de ellos, como dos rebañuelos de
cabras; y los sirios llenaban la tierra. |
|
28 |
|
Acercándose entonces el varón de Dios al
rey de Israel, le habló diciendo: Así dice Jehová: Por cuanto los sirios
han dicho, Jehová es Dios de las montañas, y no Dios de los valles, yo
entregaré toda esta gran multitud en tu mano, y sabrás que yo soy Jehová. |
|
29 |
|
Siete días estuvieron acampados los unos
delante de los otros, y al séptimo día se dio la batalla; y los hijos de
Israel mataron de los sirios en un solo día a cien mil hombres de a pie. |
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30 |
|
Los demás huyeron a Afec, a la ciudad; y
el muro cayó sobre veintisiete mil hombres que habían quedado. También
Benadad vino huyendo a la ciudad, y se escondía de cámara en cámara. |
|
31 |
|
Entonces sus siervos le dijeron: He aquí,
hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes misericordiosos;
pongamos, pues, ahora cilicio en nuestros lomos, y sogas en nuestros
cuellos, y salgamos al rey de Israel; quizá por ventura te salve la vida. |
|
32 |
|
Ciñeron, pues, sus lomos de cilicio, y
sogas a sus cuellos, y vinieron al rey de Israel, y le dijeron: Tu
siervo Benadad dice: Te ruego que viva mi alma. Y él respondió: Si él
vive aún, mi hermano es. |
|
33 |
|
Esto tomaron aquellos hombres por buen
augurio, y presto tomaron esta palabra de su boca, y dijeron: ¡Tu
hermano Benadad vive! Y él dijo: Id, y traedle. Benadad entonces se
presentó a Acab, y él le hizo subir en un carro. |
|
34 |
|
Y le dijo Benadad: Las ciudades que mi
padre tomó al tuyo, yo las restituiré; y haz plazas en Damasco para ti,
como mi padre las hizo en Samaria. Y yo, dijo Acab, te dejaré partir con
este pacto. Hizo, pues, pacto con él, y le dejó ir. |
|
35 |
|
Entonces un varón de los hijos de los
profetas dijo a su compañero por palabra de Dios: Hiéreme ahora. Mas el
otro varón no quiso herirle. |
|
36 |
|
Y él le dijo: Por cuanto no has
obedecido a la palabra de Jehová, he aquí que cuando te apartes de mí,
te herirá un león. Y como se apartó de él, le topó un león, y le mató. |
|
37 |
|
Luego se encontró con otro hombre, y le
dijo: Hiéreme, te ruego. Y el hombre le dio un golpe, y le hizo una
herida. |
|
38 |
|
Y el profeta se fue, y se puso delante
del rey en el camino, y se disfrazó con una venda sobre los ojos. |
|
39 |
|
Y como el rey pasaba, él dio voces al
rey, y dijo: Tu siervo salió entre la tropa: y he aquí apartándose uno,
me trajo un hombre, diciendo: Guarda a este hombre, y si llegare a
faltar, tu vida será por la suya, o pagarás un talento de plata. |
|
40 |
|
Y como tu siervo estaba ocupado a una
parte y a otra, él desapareció. Entonces el rey de Israel le dijo: Ésa
será tu sentencia; tú la has pronunciado. |
|
41 |
|
Pero él se quitó presto la venda de
sobre sus ojos, y el rey de Israel conoció que era de los profetas. |
|
42 |
|
Y él le dijo: Así dice Jehová: Por
cuanto soltaste de la mano el hombre de mi anatema, tu vida será por la
suya, y tu pueblo por el suyo. |
|
43 |
|
Y el rey de Israel se fue a su casa,
triste y enojado, y llegó a Samaria. |
|
1 Reyes 21 |
|
|
1 |
|
Pasadas estas cosas, aconteció que Nabot
de Jezreel tenía en Jezreel una viña junto al palacio de Acab rey de
Samaria. |
|
2 |
|
Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu
viña para un huerto de legumbres, porque está cercana a mi casa, y yo te
daré por ella otra viña mejor que ésta; o si mejor te pareciere, te
pagaré su valor en dinero. |
|
3 |
|
Y Nabot respondió a Acab: Guárdeme
Jehová de que yo te dé a ti la heredad de mis padres. |
|
4 |
|
Y vino Acab a su casa, triste y enojado
por la palabra que Nabot de Jezreel le había respondido, diciendo: No te
daré la heredad de mis padres. Y se acostó en su cama, y volvió su
rostro, y no comió pan. |
|
5 |
|
Y vino a él su esposa Jezabel, y le
dijo: ¿Por qué está tan triste tu espíritu, y no comes pan? |
|
6 |
|
Y él respondió: Porque hablé con Nabot
de Jezreel, y le dije que me diera su viña por dinero, o que, si más
quería, le daría otra viña por ella; y él respondió: Yo no te daré mi
viña. |
|
7 |
|
Y su esposa Jezabel le dijo: ¿Reinas tú
ahora sobre Israel? Levántate, y come pan, y alégrate; yo te daré la
viña de Nabot de Jezreel. |
|
8 |
|
Entonces ella escribió cartas en nombre
de Acab, y las selló con su anillo y las envió a los ancianos y a los
principales que moraban en su ciudad con Nabot. |
|
9 |
|
Y las cartas que escribió decían así:
Proclamad ayuno, y poned a Nabot a la cabecera del pueblo; |
|
10 |
|
y poned a dos hombres hijos de Belial
delante de él, que atestigüen contra él, y digan: Tú has blasfemado a
Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera. |
|
11 |
|
Y los de su ciudad, los ancianos y los
principales que moraban en su ciudad, hicieron como Jezabel les mandó,
conforme a lo escrito en las cartas que ella les había enviado. |
|
12 |
|
Y promulgaron ayuno, y asentaron a Nabot
a la cabecera del pueblo. |
|
13 |
|
Vinieron entonces dos hombres perversos,
y se sentaron delante de él; y aquellos hombres de Belial atestiguaron
contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y
al rey. Y lo sacaron fuera de la ciudad, y lo apedrearon con piedras, y
murió. |
|
14 |
|
Después enviaron a decir a Jezabel:
Nabot ha sido apedreado y ha muerto. |
|
15 |
|
Y como Jezabel oyó que Nabot había sido
apedreado y muerto, dijo a Acab: Levántate y posee la viña de Nabot de
Jezreel, que no te la quiso dar por dinero; porque Nabot no vive, sino
que ha muerto. |
|
16 |
|
Y oyendo Acab que Nabot era muerto, se
levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar
posesión de ella. |
|
17 |
|
Entonces vino palabra de Jehová a Elías
tisbita, diciendo: |
|
18 |
|
Levántate, desciende a encontrarte con
Acab rey de Israel, que está en Samaria; he aquí él está en la viña de
Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella. |
|
19 |
|
Y le hablarás diciendo: Así ha dice
Jehová: ¿No mataste, y también has despojado? Y volverás a hablarle,
diciendo: Así dice Jehová: En el lugar donde los perros lamieron la
sangre de Nabot los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre. |
|
20 |
|
Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado,
enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a
mal hacer delante de Jehová. |
|
21 |
|
He aquí yo traigo mal sobre ti, y
barreré tu posteridad, y talaré de Acab todo meante a la pared, al
guardado y al desamparado en Israel: |
|
22 |
|
Y yo pondré tu casa como la casa de
Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías; por la
provocación con que me provocaste a ira, y con que has hecho pecar a
Israel. |
|
23 |
|
De Jezabel también ha hablado Jehová,
diciendo: Los perros comerán a Jezabel en el muro de Jezreel. |
|
24 |
|
El que de Acab fuere muerto en la
ciudad, perros le comerán: y el que fuere muerto en el campo, lo comerán
las aves del cielo. |
|
25 |
|
( A la verdad ninguno fue como Acab, que
se vendiese a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su
esposa lo incitaba. |
|
26 |
|
Él fue en gran manera abominable,
caminando en pos de los ídolos, conforme a todo lo que hicieron los
amorreos, a los cuales lanzó Jehová delante de los hijos de Israel. ) |
|
27 |
|
Y aconteció que cuando Acab oyó estas
palabras, rasgó sus vestiduras, y puso cilicio sobre su carne, y ayunó,
y durmió en cilicio, y anduvo humillado. |
|
28 |
|
Entonces vino palabra de Jehová a Elías
tisbita, diciendo: |
|
29 |
|
¿No has visto como Acab se ha humillado
delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré
el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa. |
|
1 Reyes 22 |
|
|
1 |
|
Tres años pasaron sin guerra entre los
sirios e Israel. |
|
2 |
|
Y aconteció al tercer año, que Josafat
rey de Judá descendió al rey de Israel. |
|
3 |
|
Y el rey de Israel dijo a sus siervos:
¿No sabéis que Ramot de Galaad es nuestra, y nosotros no hemos hecho
nada para tomarla de mano del rey de Siria? |
|
4 |
|
Y dijo a Josafat: ¿Quieres venir conmigo
a pelear contra Ramot de Galaad? Y Josafat respondió al rey de Israel:
Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como tus
caballos. |
|
5 |
|
Y dijo luego Josafat al rey de Israel:
Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová. |
|
6 |
|
Entonces el rey de Israel reunió a los
profetas, como cuatrocientos hombres, a los cuales dijo: ¿Iré a la
guerra contra Ramot de Galaad, o la dejaré? Y ellos dijeron: Sube;
porque el Señor la entregará en mano del rey. |
|
7 |
|
Y dijo Josafat: ¿Hay aún aquí algún
profeta de Jehová, por el cual consultemos? |
|
8 |
|
Y el rey de Israel respondió a Josafat:
Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías, hijo
de Imla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino
solamente mal. Y Josafat dijo: No hable el rey así. |
|
9 |
|
Entonces el rey de Israel llamó a un
oficial, y le dijo: Trae pronto a Micaías hijo de Imla. |
|
10 |
|
Y el rey de Israel y Josafat rey de Judá
estaban sentados cada uno en su trono, vestidos de sus ropas reales, en
la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los
profetas profetizaban delante de ellos. |
|
11 |
|
Y Sedequías hijo de Quenaana se había
hecho unos cuernos de hierro, y dijo: Así dice Jehová: Con éstos
acornearás a los sirios hasta acabarlos. |
|
12 |
|
Y todos los profetas profetizaban de la
misma manera, diciendo: Sube a Ramot de Galaad, y serás prosperado; que
Jehová la dará en mano del rey. |
|
13 |
|
Y el mensajero que había ido a llamar a
Micaías, le habló, diciendo: He aquí las palabras de los profetas a una
boca anuncian al rey el bien; sea ahora tu palabra conforme a la palabra
de alguno de ellos, y anuncia el bien. |
|
14 |
|
Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo
que Jehová me hablare, eso diré. |
|
15 |
|
Vino, pues, al rey, y el rey le dijo:
Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o la dejaremos? Y él
respondió: Sube, que serás prosperado, y Jehová la entregará en mano del
rey. |
|
16 |
|
Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces
he de hacerte jurar que no me digas sino la verdad en el nombre de
Jehová? |
|
17 |
|
Entonces él dijo: Yo vi a todo Israel
esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor; y Jehová
dijo: Éstos no tienen señor; vuélvase cada uno a su casa en paz. |
|
18 |
|
Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No
te lo había yo dicho? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí,
sino solamente mal. |
|
19 |
|
Entonces él dijo: Oye pues palabra de
Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los
cielos estaba junto a Él, a su diestra y a su izquierda. |
|
20 |
|
Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab,
para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera; y
otro decía de otra. |
|
21 |
|
Y salió un espíritu, y se puso delante
de Jehová, y dijo: Yo le induciré. |
|
22 |
|
Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? Y él
dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus
profetas. Y Él dijo: Tú le inducirás, y prevalecerás; ve, pues, y hazlo
así. |
|
23 |
|
Y ahora, he aquí Jehová ha puesto
espíritu de mentira en la boca de todos estos tus profetas, y Jehová ha
decretado el mal acerca de ti. |
|
24 |
|
Pero Sedequías hijo de Quenaana, se
acercó, e hirió a Micaías en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fue de
mí el Espíritu de Jehová para hablarte a ti? |
|
25 |
|
Y Micaías respondió: He aquí tú lo verás
en aquel día, cuando te irás metiendo de cámara en cámara para
esconderte. |
|
26 |
|
Entonces el rey de Israel dijo: Toma a
Micaías, y vuélvelo a Amón gobernador de la ciudad, y a Joás hijo del
rey; |
|
27 |
|
y dirás: Así ha dicho el rey: Echad a
éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de
aflicción, hasta que yo vuelva en paz. |
|
28 |
|
Y dijo Micaías: Si llegares a volver en
paz, Jehová no ha hablado por mí. En seguida dijo: Oíd, pueblos todos. |
|
29 |
|
Subió, pues, el rey de Israel con
Josafat rey de Judá a Ramot de Galaad. |
|
30 |
|
Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me
disfrazaré, y entraré en la batalla; y tú vístete tus vestiduras. Y el
rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla. |
|
31 |
|
Mas el rey de Siria había mandado a sus
treinta y dos capitanes de los carros, diciendo: No peleéis ni con
grande ni con chico, sino sólo contra el rey de Israel. |
|
32 |
|
Y como los capitanes de los carros
vieron a Josafat, dijeron: Ciertamente éste es el rey de Israel; y
vinieron hacia él para pelear contra él; mas el rey Josafat dio voces. |
|
33 |
|
Viendo entonces los capitanes de los
carros que no era el rey de Israel, se apartaron de él. |
|
34 |
|
Y un hombre disparando su arco a la
ventura, hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura;
por lo que dijo él a su carretero: Da la vuelta y sácame del campo, pues
estoy herido. |
|
35 |
|
Mas la batalla había arreciado aquel
día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde
murió; y la sangre de la herida corrió hasta el fondo del carro. |
|
36 |
|
Y a la puesta del sol salió un pregón
por el campamento que decía: ¡Cada uno a su ciudad, y cada cual a su
tierra! |
|
37 |
|
Murió, pues, el rey, y fue traído a
Samaria; y sepultaron al rey en Samaria. |
|
38 |
|
Y lavaron el carro en el estanque de
Samaria; lavaron también sus armas; y los perros lamieron su sangre,
conforme a la palabra de Jehová que había hablado. |
|
39 |
|
Los demás hechos de Acab, y todas las
cosas que hizo, y la casa de marfil que construyó, y todas las ciudades
que edificó, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes
de Israel? |
|
40 |
|
Y durmió Acab con sus padres, y reinó en
su lugar Ocozías su hijo. |
|
41 |
|
Y Josafat hijo de Asa comenzó a reinar
sobre Judá en el cuarto año de Acab rey de Israel. |
|
42 |
|
Y era Josafat de treinta y cinco años
cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El
nombre de su madre fue Azuba hija de Silhi. |
|
43 |
|
Y anduvo en todo el camino de Asa su
padre, sin declinar de él, haciendo lo recto en los ojos de Jehová. Con
todo eso, los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo aún
sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. |
|
44 |
|
Y Josafat hizo paz con el rey de Israel. |
|
45 |
|
Los demás de los hechos de Josafat, y
sus hazañas, y las guerras que hizo, ¿no están escritos en el libro de
las crónicas de los reyes de Judá? |
|
46 |
|
Barrió también de la tierra el resto de
los sodomitas que habían quedado en el tiempo de su padre Asa. |
|
47 |
|
No había entonces rey en Edom; había
gobernador en lugar de rey. |
|
48 |
|
Había Josafat hecho navíos en Tarsis,
los cuales habían de ir a Ofir por oro; mas no fueron, porque se
rompieron en Ezión-geber. |
|
49 |
|
Entonces Ocozías hijo de Acab dijo a
Josafat: Vayan mis siervos con los tuyos en los navíos. Mas Josafat no
quiso. |
|
50 |
|
Y durmió Josafat con sus padres, y fue
sepultado con sus padres en la ciudad de David su padre; y en su lugar
reinó Joram su hijo. |
|
51 |
|
Y Ocozías hijo de Acab comenzó a reinar
sobre Israel en Samaria, el año diecisiete de Josafat rey de Judá; y
reinó dos años sobre Israel. |
|
52 |
|
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová,
y anduvo en el camino de su padre, y en el camino de su madre, y en el
camino de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel: |
|
53 |
|
Porque sirvió a Baal, y lo adoró, y
provocó a ira a Jehová Dios de Israel, conforme a todas las cosas que su
padre había hecho. |