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1 Reyes 1 |
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1 |
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Cuando el rey David era viejo, y entrado
en días, le cubrían de ropas, mas no se calentaba. |
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2 |
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Le dijeron por tanto sus siervos:
Busquen a mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del
rey, y lo abrigue, y duerma a su lado para que dé calor a mi señor el
rey. |
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3 |
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Y buscaron una joven hermosa por todo el
término de Israel, y hallaron a Abisag sunamita, y la trajeron al rey. |
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4 |
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Y la joven era hermosa; y ella abrigaba
al rey, y le servía; pero el rey nunca la conoció. |
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5 |
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Entonces Adonías hijo de Haguit se
enalteció, diciendo: Yo seré rey. Y se hizo de carros y de gente de a
caballo, y cincuenta hombres que corriesen delante de él. |
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6 |
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Y su padre nunca lo entristeció en todos
sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Y además éste era de hermoso
parecer; y su madre lo había engendrado después de Absalón. |
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7 |
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Y tenía tratos con Joab hijo de Sarvia,
y con Abiatar sacerdote, los cuales ayudaban a Adonías. |
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8 |
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Mas el sacerdote Sadoc, y Benaía hijo de
Joiada, y el profeta Natán, y Simeí, y Reihi, y todos los valientes de
David, no seguían a Adonías. |
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9 |
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Y matando Adonías ovejas y vacas y
animales engordados junto a la peña de Zohelet, que está cerca de la
fuente de Rogel, convidó a todos sus hermanos los hijos del rey, y a
todos los varones de Judá, siervos del rey: |
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10 |
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Mas no convidó a Natán profeta, ni a
Benaía, ni a los grandes, ni a Salomón su hermano. |
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11 |
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Y habló Natán a Betsabé madre de Salomón,
diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo de Haguit, sin saberlo
David nuestro señor? |
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12 |
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Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para
que salves tu vida, y la vida de tu hijo Salomón. |
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13 |
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Ve, y entra al rey David, y dile: Rey
señor mío, ¿no has jurado tú a tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo
reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿Por qué, pues,
reina Adonías? |
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14 |
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Y mientras tú estés aún hablando con el
rey, yo entraré tras ti, y confirmaré tus palabras. |
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15 |
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Entonces Betsabé entró al rey a la
cámara; y el rey era muy viejo; y Abisag sunamita servía al rey. |
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16 |
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Y Betsabé se inclinó, e hizo reverencia
al rey. Y el rey dijo: ¿Qué quieres? |
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17 |
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Y ella le respondió: Señor mío, tú
juraste a tu sierva por Jehová tu Dios, diciendo: Salomón tu hijo
reinará después de mí, y él se sentará en mi trono; |
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18 |
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Y he aquí ahora Adonías reina; y tú, mi
señor el rey, no lo sabes. |
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19 |
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Ha matado bueyes, y animales engordados,
y muchas ovejas, y ha convidado a todos los hijos del rey, y a Abiatar
sacerdote, y a Joab general del ejército; mas a Salomón tu siervo no ha
convidado. |
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20 |
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Entre tanto, rey señor mío, los ojos de
todo Israel están sobre ti, para que les declares quién se ha de sentar
en el trono de mi señor el rey después de él. |
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21 |
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De otra manera acontecerá que cuando mi
señor el rey durmiere con sus padres, que yo y mi hijo Salomón seremos
tenidos por culpables. |
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22 |
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Y he aquí que mientras ella aún hablaba
con el rey, vino también Natán el profeta. |
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23 |
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Y dieron aviso al rey, diciendo: He aquí
el profeta Natán; el cual como entró al rey, se postró delante del rey
inclinando su rostro a tierra. |
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24 |
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Y dijo Natán: Rey señor mío, ¿has dicho
tú: Adonías reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? |
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25 |
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Porque hoy ha descendido, y ha matado
bueyes, y animales engordados, y muchas ovejas, y ha convidado a todos
los hijos del rey, y a los capitanes del ejército, y también a Abiatar
sacerdote; y he aquí, están comiendo y bebiendo delante de él, y han
dicho: ¡Viva el rey Adonías! |
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26 |
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Pero ni a mí tu siervo, ni al sacerdote
Sadoc, ni a Benaía hijo de Joiada, ni a Salomón tu siervo, ha convidado. |
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27 |
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¿Ha sido hecho esto por mi señor el rey,
sin haber declarado a tu siervo quién había de sentarse en el trono de
mi señor el rey después de él? |
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28 |
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Entonces el rey David respondió, y dijo:
Llamadme a Betsabé. Y ella entró a la presencia del rey, y se puso
delante del rey. |
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29 |
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Y el rey juró, diciendo: Vive Jehová,
que ha redimido mi alma de toda angustia, |
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30 |
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que como yo te he jurado por Jehová Dios
de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se
sentará en mi trono en lugar mío; que así lo haré hoy. |
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31 |
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Entonces Betsabé se inclinó ante el rey,
con su rostro a tierra, y haciendo reverencia al rey, dijo: Viva mi
señor el rey David para siempre. |
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32 |
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Y el rey David dijo: Llamadme al
sacerdote Sadoc, y al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada. Y ellos
entraron a la presencia del rey. |
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33 |
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Y el rey les dijo: Tomad con vosotros
los siervos de vuestro señor, y haced subir a Salomón mi hijo en mi mula,
y llevadlo a Gihón: |
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34 |
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Y allí lo ungirán el sacerdote Sadoc y
el profeta Natán por rey sobre Israel; y tocaréis trompeta, diciendo:
¡Viva el rey Salomón! |
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35 |
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Después iréis vosotros detrás de él, y
vendrá y se sentará en mi trono, y él reinará en mi lugar; porque a él
he elegido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá. |
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36 |
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Entonces Benaía hijo de Joiada respondió
al rey, y dijo: Amén. Así lo diga Jehová, Dios de mi señor el rey. |
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37 |
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De la manera que Jehová ha sido con mi
señor el rey, así sea con Salomón; y Él haga engrandecer su trono más
que el trono de mi señor el rey David. |
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38 |
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Y descendió Sadoc sacerdote, y Natán
profeta, y Benaía hijo de Joiada, y los cereteos y los peleteos, e
hicieron subir a Salomón en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón. |
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39 |
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Y tomando Sadoc sacerdote el cuerno del
aceite del tabernáculo, ungió a Salomón: y tocaron trompeta, y dijo todo
el pueblo: ¡Viva el rey Salomón! |
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40 |
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Después subió todo el pueblo en pos de
él, y cantaba la gente con flautas, y hacían grandes alegrías, que
parecía que la tierra se hundía con el estruendo de ellos. |
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41 |
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Y lo oyó Adonías, y todos los convidados
que con él estaban, cuando ya habían acabado de comer. Y oyendo Joab el
sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué se alborota la ciudad con
estruendo? |
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42 |
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Y mientras él aún hablaba, he aquí vino
Jonatán hijo del sacerdote Abiatar, al cual dijo Adonías: Entra, porque
tú eres hombre valiente, y traerás buenas nuevas. |
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43 |
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Y Jonatán respondió, y dijo a Adonías:
Ciertamente nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón: |
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44 |
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Y el rey ha enviado con él al sacerdote
Sadoc, al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada, y también a los
cereteos y a los peleteos, los cuales le hicieron subir en la mula del
rey; |
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45 |
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y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán
lo han ungido por rey en Gihón; y de allá han subido con alegrías, y la
ciudad está llena de estruendo. Éste es el alboroto que habéis oído. |
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46 |
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Y también Salomón se ha sentado en el
trono del reino. |
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47 |
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Y aun los siervos del rey han venido a
bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: Dios haga bueno el
nombre de Salomón más que tu nombre, y haga mayor su trono que el tuyo.
Y el rey adoró en la cama. |
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48 |
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Y también el rey habló así: Bendito sea
Jehová Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente en mi trono,
viéndolo mis ojos. |
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49 |
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Ellos entonces se estremecieron, y se
levantaron todos los convidados que estaban con Adonías, y se fue cada
uno por su camino. |
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50 |
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Mas Adonías, temiendo de la presencia de
Salomón, se levantó y se fue, y se asió de los cuernos del altar. |
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51 |
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Y fue hecho saber a Salomón, diciendo:
He aquí que Adonías tiene miedo del rey Salomón; pues se ha asido de los
cuernos del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará a
espada a su siervo. |
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52 |
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Y Salomón dijo: Si demuestra ser un
hombre de bien, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; mas si se
hallare maldad en él, morirá. |
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53 |
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Y envió el rey Salomón, y lo trajeron
del altar; y él vino, y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le
dijo: Vete a tu casa. |
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1 Reyes 2 |
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1 |
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Y cuando llegaron los días en que David
había de morir, mandó a Salomón su hijo, diciendo: |
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2 |
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Yo sigo el camino de toda la tierra;
esfuérzate, y sé hombre. |
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3 |
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Guarda las ordenanzas de Jehová tu Dios,
andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus
decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de
Moisés, para que seas prosperado en todo lo que hicieres, y en todo lo
que emprendieres; |
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4 |
|
para que confirme Jehová la palabra que
me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren su camino, andando delante de
mí con verdad, de todo su corazón, y de toda su alma, jamás, dice,
faltará a ti varón sobre el trono de Israel. |
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5 |
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Y ya sabes tú lo que me ha hecho Joab
hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales del ejército de Israel, a
Abner hijo de Ner, y a Amasa hijo de Jeter, los cuales él mató,
derramando en tiempo de paz la sangre de guerra, y poniendo la sangre de
guerra en su talabarte que tenía sobre sus lomos, y en los zapatos que
tenía en sus pies. |
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6 |
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Tú, pues, harás conforme a tu sabiduría;
no dejarás que sus canas desciendan en paz a la sepultura. |
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7 |
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Mas a los hijos de Barzilai galaadita
harás misericordia, que sean de los convidados a tu mesa; porque ellos
vinieron así a mí, cuando yo iba huyendo de Absalón tu hermano. |
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8 |
|
También tienes contigo a Simeí hijo de
Gera, hijo de Benjamín, de Bahurim, el cual me maldijo con una maldición
fuerte el día que yo iba a Mahanaim. Mas él mismo descendió a recibirme
al Jordán, y yo le juré por Jehová, diciendo: Yo no te mataré a espada. |
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9 |
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Pero ahora no lo absolverás; porque
hombre sabio eres, y sabes lo que has de hacer con él; y harás descender
sus canas con sangre a la sepultura. |
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10 |
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Y David durmió con sus padres, y fue
sepultado en la ciudad de David. |
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11 |
|
Los días que reinó David sobre Israel
fueron cuarenta años; siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años
reinó en Jerusalén. |
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12 |
|
Y se sentó Salomón en el trono de David
su padre, y fue su reino firme en gran manera. |
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13 |
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Entonces Adonías hijo de Haguit vino a
Betsabé madre de Salomón; y ella dijo: ¿Es tu venida de paz? Y él
respondió: Sí, de paz. |
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14 |
|
Y luego dijo: Una palabra tengo que
decirte. Y ella dijo: Di. |
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15 |
|
Y él dijo: Tú sabes que el reino era
mío, y que todo Israel había puesto en mí su rostro, para que yo
reinara; mas el reino fue traspasado, y vino a ser de mi hermano; porque
por Jehová era suyo. |
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16 |
|
Y ahora yo te hago una petición; no me
la niegues. Y ella le dijo: Habla. |
|
17 |
|
Él entonces dijo: Yo te ruego que hables
al rey Salomón ( porque él no te lo negará ), para que me dé a Abisag la
sunamita por esposa. |
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18 |
|
Y Betsabé dijo: Bien; yo hablaré por ti
al rey. |
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19 |
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Y vino Betsabé al rey Salomón para
hablarle por Adonías. Y el rey se levantó a recibirla, y se inclinó a
ella, y volvió a sentarse en su trono, e hizo poner una silla a la madre
del rey, la cual se sentó a su diestra. |
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20 |
|
Y ella dijo: Tengo una pequeña petición
para ti; no me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, que yo no
te la negaré. |
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21 |
|
Y ella dijo: Que Abisag la sunamita sea
dada por esposa a tu hermano Adonías. |
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22 |
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Y el rey Salomón respondió, y dijo a su
madre: ¿Por qué pides a Abisag sunamita para Adonías? Demanda también
para él el reino, porque él es mi hermano mayor; y tiene también a
Abiatar sacerdote, y a Joab hijo de Sarvia. |
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23 |
|
Y el rey Salomón juró por Jehová,
diciendo: Así me haga Dios y así me añada, que contra su vida ha hablado
Adonías esta palabra. |
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24 |
|
Ahora, pues, vive Jehová, que me ha
confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre, y quien me
ha hecho casa, como me había prometido, que Adonías morirá hoy. |
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25 |
|
Entonces el rey Salomón envió por mano
de Benaía hijo de Joiada, el cual arremetió contra él, y murió. |
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26 |
|
Y el rey dijo al sacerdote Abiatar: Vete
a Anatot a tus heredades, pues tú eres digno de muerte; mas no te mataré
hoy, por cuanto has llevado el arca del Señor Jehová delante de David mi
padre, y además has sido afligido en todas las cosas en que fue afligido
mi padre. |
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27 |
|
Así echó Salomón a Abiatar del
sacerdocio de Jehová, para que se cumpliese la palabra de Jehová que
había dicho sobre la casa de Elí en Silo. |
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28 |
|
Y vino la noticia hasta Joab; porque
también Joab se había adherido a Adonías, si bien no se había adherido a
Absalón. Y huyó Joab al tabernáculo de Jehová, y se asió de los cuernos
del altar. |
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29 |
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Y fue hecho saber a Salomón que Joab
había huido al tabernáculo de Jehová, y que estaba junto al altar.
Entonces envió Salomón a Benaía hijo de Joiada, diciendo: Ve, y arremete
contra él. |
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30 |
|
Y entró Benaía al tabernáculo de Jehová,
y le dijo: El rey ha dicho que salgas. Y él dijo: No, sino que aquí
moriré. Y Benaía volvió con esta respuesta al rey, diciendo: Así habló
Joab, y así me respondió. |
|
31 |
|
Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho;
mátale y entiérralo, y quita de mí y de la casa de mi padre la sangre
que Joab ha derramado injustamente. |
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32 |
|
Y Jehová hará tornar su sangre sobre su
cabeza; porque él arremetió y dio muerte a espada a dos varones más
justos y mejores que él, sin que mi padre David lo supiese; a Abner hijo
de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Jeter, general
de ejército de Judá. |
|
33 |
|
La sangre, pues, de ellos recaerá sobre
la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de su simiente para siempre; mas
sobre David y sobre su simiente, y sobre su casa y sobre su trono, habrá
perpetuamente paz de parte de Jehová. |
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34 |
|
Entonces Benaía hijo de Joiada subió, y
dio sobre él, y lo mató; y fue sepultado en su casa en el desierto. |
|
35 |
|
Y el rey puso en su lugar a Benaía hijo
de Joiada sobre el ejército; y a Sadoc puso el rey por sacerdote en
lugar de Abiatar. |
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36 |
|
Después envió el rey, e hizo venir a
Simeí, y le dijo: Edifícate una casa en Jerusalén, y mora ahí, y no
salgas de ahí a ninguna parte; |
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37 |
|
porque sabe de cierto que el día que
salieres, y pasares el torrente de Cedrón, sin duda morirás, y tu sangre
será sobre tu cabeza. |
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38 |
|
Y Simeí dijo al rey: La palabra es buena;
como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Simeí en
Jerusalén muchos días. |
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39 |
|
Pero pasados tres años, aconteció que
dos siervos de Simeí huyeron a Aquís, hijo de Maaca, rey de Gat. Y
dieron aviso a Simeí, diciendo: He aquí que tus siervos están en Gat. |
|
40 |
|
Se levantó entonces Simeí, y enalbardó
su asno, y fue a Gat, a Aquís, a procurar sus siervos. Fue, pues, Simeí,
y volvió sus siervos de Gat. |
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41 |
|
Luego fue dicho a Salomón que Simeí
había ido de Jerusalén hasta Gat, y que había vuelto. |
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42 |
|
Entonces el rey envió, e hizo venir a
Simeí, y le dijo: ¿No te hice jurar yo por Jehová, y te protesté,
diciendo: El día que salieres, y fueres a alguna parte, sabe de cierto
que has de morir? Y tú me dijiste: La palabra es buena, yo la obedezco. |
|
43 |
|
¿Por qué, pues, no guardaste el
juramento de Jehová, y el mandamiento que yo te impuse? |
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44 |
|
Dijo además el rey a Simeí: Tú sabes
todo el mal, el cual tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre
David; Jehová, pues, ha tornado el mal sobre tu cabeza. |
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45 |
|
Y el rey Salomón será bendito, y el
trono de David será firme perpetuamente delante de Jehová. |
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46 |
|
Entonces el rey mandó a Benaía hijo de
Joiada, el cual salió y le hirió, y murió. Y el reino fue confirmado en
la mano de Salomón. |
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1 Reyes 3 |
|
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1 |
|
Y Salomón hizo parentesco con Faraón rey
de Egipto, porque tomó la hija de Faraón, y la trajo a la ciudad de
David, entre tanto que acababa de edificar su casa, y la casa de Jehová,
y los muros de Jerusalén alrededor. |
|
2 |
|
Hasta entonces el pueblo sacrificaba en
los lugares altos; porque no había casa edificada al nombre de Jehová
hasta aquellos tiempos. |
|
3 |
|
Mas Salomón amó a Jehová, andando en los
estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en
los lugares altos. |
|
4 |
|
E iba el rey a Gabaón, porque aquél era
el lugar alto principal, y sacrificaba allí, mil holocaustos sacrificaba
Salomón sobre aquel altar. |
|
5 |
|
Y se apareció Jehová a Salomón en Gabaón
una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. |
|
6 |
|
Y Salomón dijo: Tú hiciste gran
misericordia a tu siervo David mi padre, según que él anduvo delante de
ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú
le has conservado esta tu grande misericordia, que le diste hijo que se
sentase en su trono, como sucede en este día. |
|
7 |
|
Ahora pues, Jehová Dios mío, tú has
puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo no soy
sino un joven, y no sé cómo entrar ni salir. |
|
8 |
|
Y tu siervo está en medio de tu pueblo
al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni
numerar por su multitud. |
|
9 |
|
Da, pues, a tu siervo corazón entendido
para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo; porque
¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? |
|
10 |
|
Y agradó delante del Señor que Salomón
pidiese esto. |
|
11 |
|
Y le dijo Dios: Porque has demandado
esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni
pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti
inteligencia para oír juicio; |
|
12 |
|
he aquí he hecho conforme a tus
palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no
haya habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro
como tú. |
|
13 |
|
Y aun también te he dado las cosas que
no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno
haya como tú en todos tus días. |
|
14 |
|
Y si anduvieres en mis caminos,
guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre,
yo alargaré tus días. |
|
15 |
|
Y cuando Salomón despertó, vio que era
sueño. Y vino a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de
Jehová, y sacrificó holocaustos, e hizo ofrendas de paz; hizo también
banquete a todos sus siervos. |
|
16 |
|
En aquel tiempo vinieron al rey dos
mujeres que eran rameras, y se presentaron delante de él. |
|
17 |
|
Y una de las mujeres, dijo: ¡Ah, señor
mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo di a luz estando
con ella en la casa. |
|
18 |
|
Y aconteció al tercer día después que yo
di a luz, que ésta también dio a luz, y morábamos nosotras juntas;
ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa. |
|
19 |
|
Y una noche el hijo de esta mujer murió,
porque ella se acostó sobre él. |
|
20 |
|
Y ella se levantó a media noche, y tomó
a mi hijo de junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, y lo puso a su
lado, y puso a mi lado su hijo muerto. |
|
21 |
|
Y como yo me levanté por la mañana para
dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; mas le observé por la
mañana, y vi que no era mi hijo, que yo había dado a luz. |
|
22 |
|
Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo
es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu
hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del
rey. |
|
23 |
|
El rey entonces dijo: Ésta dice: Mi hijo
es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, mas el tuyo
es el muerto, y mi hijo es el que vive. |
|
24 |
|
Y dijo el rey: Traedme una espada. Y
trajeron al rey una espada. |
|
25 |
|
En seguida el rey dijo: Partid por medio
al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra. |
|
26 |
|
Entonces la mujer de quien era el hijo
vivo, habló al rey ( porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo
), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas
la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo. |
|
27 |
|
Entonces el rey respondió y dijo: Dad a
ésta el niño vivo, y no lo matéis; ella es su madre. |
|
28 |
|
Y todo Israel oyó aquel juicio que había
dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría
de Dios para juzgar. |
|
1 Reyes 4 |
|
|
1 |
|
Reinó, pues, el rey Salomón sobre todo
Israel. |
|
2 |
|
Y éstos fueron los príncipes que tuvo:
Azarías hijo del sacerdote Sadoc; |
|
3 |
|
Elioref y Ahías, hijos de Sisa, escribas;
Josafat hijo de Ahilud el cronista; |
|
4 |
|
Benaía hijo de Joiada era sobre el
ejército; y Sadoc y Abiatar eran los sacerdotes; |
|
5 |
|
Azarías hijo de Natán era sobre los
gobernadores; Zabud hijo de Natán era el oficial principal y amigo del
rey; |
|
6 |
|
Y Ahisar era mayordomo; y Adoniram hijo
de Abda era sobre el tributo. |
|
7 |
|
Y tenía Salomón doce gobernadores sobre
todo Israel, los cuales mantenían al rey y a su casa. Cada uno de ellos
le abastecía por un mes en el año. |
|
8 |
|
Y éstos son los nombres de ellos: El
hijo de Hur en el monte de Efraín; |
|
9 |
|
el hijo de Decar, en Macas, y en
Saalbim, y en Bet-semes, y en Elón, y en Bet-hanan; |
|
10 |
|
el hijo de Hesed, en Arubot; éste tenía
también a Soco y toda la tierra de Hefer; |
|
11 |
|
el hijo de Abinadab, en todos los
términos de Dor; éste tenía por esposa a Tafat hija de Salomón; |
|
12 |
|
Baana hijo de Ahilud, en Taanac y
Meguido, y en toda Bet-seán, que está cerca de Zaretán, abajo de
Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-mehola, y hasta el otro lado de
Jocmeam; |
|
13 |
|
el hijo de Geber, en Ramot de Galaad;
éste tenía también las ciudades de Jair hijo de Manasés, las cuales
estaban en Galaad; tenía también la provincia de Argob, que estaba en
Basán, sesenta grandes ciudades con muro y cerraduras de bronce; |
|
14 |
|
Ahinadab hijo de Iddo, en Mahanaim; |
|
15 |
|
Ahimaas en Neftalí; éste tomó también
por esposa a Basemat hija de Salomón. |
|
16 |
|
Baana hijo de Husai, en Aser y en Alot; |
|
17 |
|
Josafat hijo de Parúa, en Isacar; |
|
18 |
|
Simeí hijo de Ela, en Benjamín; |
|
19 |
|
Geber hijo de Uri, en la tierra de
Galaad, la tierra de Sehón rey de los amorreos, y de Og rey de Basán;
éste era el único gobernador en aquella tierra. |
|
20 |
|
Judá e Israel eran muchos, como la arena
que está junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose. |
|
21 |
|
Y Salomón señoreaba sobre todos los
reinos, desde el río de la tierra de los filisteos hasta el término de
Egipto; y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que
vivió. |
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22 |
|
Y la provisión de Salomón era cada día
treinta coros de flor de harina, y sesenta coros de harina, |
|
23 |
|
diez bueyes engordados, y veinte bueyes
de pasto, y cien ovejas; sin los ciervos, gacelas, corzos, y aves
engordadas. |
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24 |
|
Porque él señoreaba en toda la región
que estaba de este lado del río, desde Tifsa hasta Gaza, sobre todos los
reyes de este lado del río; y tuvo paz por todos lados en derredor suyo. |
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25 |
|
Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno
debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba,
todos los días de Salomón. |
|
26 |
|
Tenía además de esto Salomón cuarenta
mil caballos en sus caballerizas para sus carros, y doce mil jinetes. |
|
27 |
|
Y estos gobernadores mantenían al rey
Salomón, y a todos los que a la mesa del rey Salomón venían, cada uno un
mes; nada les hacía falta. |
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28 |
|
Traían también cebada y paja para los
caballos y para los dromedarios, al lugar donde estaban los oficiales,
cada uno conforme al cargo que tenía. |
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29 |
|
Y Dios dio a Salomón sabiduría, y
prudencia muy grande, y anchura de corazón como la arena que está a la
orilla del mar. |
|
30 |
|
Y la sabiduría de Salomón sobrepasaba a
la de todos los orientales, y a toda la sabiduría de Egipto. |
|
31 |
|
Y aun fue más sabio que todos los
hombres; más que Etán ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de
Mahol; y se extendió su fama por todas las naciones de alrededor. |
|
32 |
|
Y compuso tres mil proverbios; y sus
cantos fueron mil cinco. |
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33 |
|
También disertó sobre los árboles, desde
el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo
disertó sobre los animales, las aves, los reptiles, y los peces. |
|
34 |
|
Y venían de todos los pueblos a oír la
sabiduría de Salomón, y de todos los reyes de la tierra, donde había
llegado la fama de su sabiduría. |
|
1 Reyes 5 |
|
|
1 |
|
Hiram rey de Tiro envió también sus
siervos a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar
de su padre; porque Hiram siempre había amado a David. |
|
2 |
|
Entonces Salomón envió a decir a Hiram: |
|
3 |
|
Tú sabes como mi padre David no pudo
edificar casa al nombre de Jehová su Dios, por las guerras que le
rodearon, hasta que Jehová puso sus enemigos bajo las plantas de sus
pies. |
|
4 |
|
Ahora Jehová mi Dios me ha dado reposo
por todas partes; de modo que ni hay adversarios ni mal que nos azote. |
|
5 |
|
Yo por tanto he determinado ahora
edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, como Jehová lo habló a David
mi padre, diciendo: Tu hijo, que yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él
edificará casa a mi nombre. |
|
6 |
|
Manda, pues, ahora que me corten cedros
del Líbano; y mis siervos estarán con los tuyos, y yo te daré por tus
siervos el salario que tú dijeres; porque tú sabes bien que ninguno hay
entre nosotros que sepa labrar la madera como los sidonios. |
|
7 |
|
Y cuando Hiram oyó las palabras de
Salomón, se gozó en gran manera, y dijo: Bendito sea hoy Jehová, que dio
hijo sabio a David sobre este pueblo tan grande. |
|
8 |
|
Y envió Hiram a decir a Salomón: He oído
lo que me mandaste a decir; yo haré todo lo que tú desees acerca de la
madera de cedro, y la madera de abeto. |
|
9 |
|
Mis siervos la llevarán desde el Líbano
al mar; y yo la pondré en balsas por el mar hasta el lugar que tú me
señales, y allí se desatará, y tú la tomarás; y tú cumplirás mi deseo al
dar de comer a mi familia. |
|
10 |
|
Dio, pues, Hiram a Salomón madera de
cedro y madera de abeto, toda la que quiso. |
|
11 |
|
Y Salomón daba a Hiram veinte mil coros
de trigo para el sustento de su familia, y veinte coros de aceite limpio;
esto daba Salomón a Hiram año tras año. |
|
12 |
|
Y Jehová dio sabiduría a Salomón, como
le había prometido; y hubo paz entre Hiram y Salomón, e hicieron alianza
entre ambos. |
|
13 |
|
Y el rey Salomón impuso leva a todo
Israel, y la leva fue de treinta mil hombres: |
|
14 |
|
Los cuales enviaba al Líbano de diez mil
en diez mil, cada mes por su turno, viniendo así a estar un mes en el
Líbano, y dos meses en sus casas; y Adoniram estaba a cargo de aquella
leva. |
|
15 |
|
Tenía también Salomón setenta mil que
llevaban las cargas, y ochenta mil cortadores en el monte; |
|
16 |
|
sin los principales oficiales de Salomón
que estaban sobre la obra, tres mil trescientos, los cuales tenían cargo
del pueblo que hacía la obra. |
|
17 |
|
Y mandó el rey que trajesen grandes
piedras, piedras costosas, para los cimientos de la casa, y piedras
labradas. |
|
18 |
|
Y los albañiles de Salomón y los
albañiles de Hiram, y los giblitas, cortaron y aparejaron la madera y la
cantería para labrar la casa. |
|
1 Reyes 6 |
|
|
1 |
|
Y aconteció en el año cuatrocientos
ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, en el cuarto
año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif,
que es el mes segundo, que él comenzó a edificar la casa de Jehová. |
|
2 |
|
La casa que el rey Salomón edificó a
Jehová, tuvo sesenta codos de largo y veinte de ancho, y treinta codos
de alto. |
|
3 |
|
Y el pórtico delante del templo de la
casa, tenía veinte codos de largo, según la anchura de la casa, y su
ancho era de diez codos delante de la casa. |
|
4 |
|
E hizo a la casa ventanas anchas por
dentro, y estrechas por fuera. |
|
5 |
|
Edificó también junto al muro de la casa
aposentos alrededor, contra las paredes de la casa en derredor del
templo y del oráculo; e hizo cámaras alrededor. |
|
6 |
|
El aposento de abajo era de cinco codos
de ancho, y el de en medio de seis codos de ancho, y el tercero de siete
codos de ancho; porque por fuera había hecho ranuras a la casa en
derredor, para no trabar las vigas de las paredes de la casa. |
|
7 |
|
Y la casa cuando se edificó, la
fabricaron de piedras que traían ya acabadas; de tal manera que cuando
la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún
otro instrumento de hierro. |
|
8 |
|
La puerta del aposento de en medio
estaba al lado derecho de la casa: y se subía por una escalera de
caracol al de en medio, y del aposento de en medio al tercero. |
|
9 |
|
Edificó, pues, la casa, y la terminó; y
cubrió la casa con artesonados de cedro. |
|
10 |
|
Y edificó asimismo el aposento en
derredor de toda la casa, de altura de cinco codos, el cual se apoyaba
en la casa con maderas de cedro. |
|
11 |
|
Y vino palabra de Jehová a Salomón,
diciendo: |
|
12 |
|
En cuanto a esta casa que tú edificas;
si anduvieres en mis estatutos, e hicieres mis decretos, y guardares
todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré contigo mi palabra
que hablé a David tu padre; |
|
13 |
|
y habitaré en medio de los hijos de
Israel, y no abandonaré a mi pueblo Israel. |
|
14 |
|
Así pues, Salomón edificó la casa, y la
terminó. |
|
15 |
|
Y cubrió las paredes de la casa con
tablas de cedro, revistiéndola de madera por dentro, desde el suelo de
la casa hasta las vigas de la techumbre; cubrió también el piso con
madera de abeto. |
|
16 |
|
Asimismo hizo al final de la casa un
edificio de veinte codos, de tablas de cedro, desde el suelo hasta lo
más alto; y edificó en la casa un oráculo, que es el lugar santísimo. |
|
17 |
|
Y la casa, esto es, el templo de
adelante, tenía cuarenta codos de largo. |
|
18 |
|
Y la casa estaba cubierta de cedro por
dentro, y tenía entalladuras de calabazas silvestres y de botones de
flores. Todo era cedro; ninguna piedra se veía. |
|
19 |
|
Y adornó el lugar santísimo por dentro
en medio de la casa, para poner allí el arca del pacto de Jehová. |
|
20 |
|
Y el lugar santísimo estaba en la parte
de adentro, el cual tenía veinte codos de largo, y otros veinte de
ancho, y otros veinte de altura; y lo cubrió de oro purísimo; asimismo
cubrió de oro el altar de cedro. |
|
21 |
|
Luego Salomón cubrió de oro puro la casa
por dentro, y cerró la entrada del santuario interior con cadenas de oro,
y lo cubrió de oro. |
|
22 |
|
Y cubrió de oro toda la casa, hasta que
toda la casa fue terminada; y asimismo cubrió de oro todo el altar que
estaba frente al lugar santísimo. |
|
23 |
|
Hizo también en el lugar santísimo dos
querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura. |
|
24 |
|
Una ala del querubín tenía cinco codos,
y la otra ala del querubín otros cinco codos; así que había diez codos
desde la punta de una ala hasta la punta de la otra. |
|
25 |
|
Asimismo el otro querubín tenía diez
codos; porque ambos querubines eran de un mismo tamaño y de una misma
hechura. |
|
26 |
|
La altura de un querubín era de diez
codos, y asimismo la del otro. |
|
27 |
|
Y puso estos querubines en la casa de
adentro; y los querubines tenían las alas extendidas, de modo que el ala
de uno tocaba una pared, y el ala del otro querubín tocaba a la otra
pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en la mitad de
la casa. |
|
28 |
|
Y cubrió de oro los querubines. |
|
29 |
|
Y esculpió todas las paredes de la casa
alrededor de diversas figuras, de querubines, de palmeras, y de botones
de flores, por dentro y por fuera. |
|
30 |
|
Y cubrió de oro el piso de la casa, por
dentro y por fuera. |
|
31 |
|
Y a la entrada del oráculo hizo puertas
de madera de olivo; y el umbral y los postes tenían cinco esquinas. |
|
32 |
|
Las dos puertas eran de madera de olivo;
y entalló en ellas figuras de querubines y de palmeras y de botones de
flores, y las cubrió de oro; cubrió también de oro los querubines y las
palmeras. |
|
33 |
|
Igualmente hizo a la puerta del templo
postes cuadrados de madera de olivo. |
|
34 |
|
Y las dos puertas eran de madera de
abeto. Las dos hojas de una puerta eran giratorias, y las dos hojas de
la otra puerta también eran giratorias. |
|
35 |
|
Y entalló en ellas querubines y palmeras
y botones de flores, y las cubrió de oro ajustado a las entalladuras. |
|
36 |
|
Y edificó el atrio interior de tres
hileras de piedras labradas, y de una hilera de vigas de cedro. |
|
37 |
|
En el cuarto año, en el mes de Zif, se
echaron los cimientos de la casa de Jehová. |
|
38 |
|
Y en el año undécimo, en el mes de Bul,
que es el mes octavo, fue acabada la casa con todas sus pertenencias,
con todos sus detalles, y con todo lo necesario. La edificó, pues, en
siete años. |
|
1 Reyes 7 |
|
|
1 |
|
Después edificó Salomón su propia casa
en trece años, y terminó toda su casa. |
|
2 |
|
Asimismo edificó la casa del bosque del
Líbano, la cual tenía cien codos de longitud, y cincuenta codos de
anchura, y treinta codos de altura, sobre cuatro hileras de columnas de
cedro, con vigas de cedro sobre las columnas. |
|
3 |
|
Y estaba cubierta de tablas de cedro
arriba sobre las vigas, que se apoyaban en cuarenta y cinco columnas;
cada hilera tenía quince columnas. |
|
4 |
|
Y había tres hileras de ventanas, una
ventana contra la otra en tres hileras. |
|
5 |
|
Y todas las puertas y postes eran
cuadrados; y unas ventanas estaban frente a las otras en tres hileras. |
|
6 |
|
También hizo un pórtico de columnas, que
tenía cincuenta codos de largo, y treinta codos de ancho; y este pórtico
estaba delante de aquellas otras, con sus columnas y maderos
correspondientes. |
|
7 |
|
Hizo asimismo el pórtico del trono en
que había de juzgar, el pórtico del juicio, y lo vistió de cedro desde
el suelo hasta el techo. |
|
8 |
|
Y en la casa en que él moraba, había
otro atrio dentro del pórtico, de obra semejante a ésta. Edificó también
Salomón una casa semejante a aquel pórtico, para la hija de Faraón, la
cual había tomado por esposa. |
|
9 |
|
Todas aquellas obras fueron de piedras
costosas, cortadas y aserradas con sierras según las medidas, así por
dentro como por fuera, desde el cimiento hasta los remates, y asimismo
por fuera hasta el gran atrio. |
|
10 |
|
El cimiento era de piedras costosas, de
piedras grandes, de piedras de diez codos, y de piedras de ocho codos. |
|
11 |
|
De allí hacia arriba era también de
piedras preciosas, labradas conforme a sus medidas, y madera de cedro. |
|
12 |
|
Y en el gran atrio alrededor había tres
hileras de piedras labradas, y una hilera de vigas de cedro; y así el
atrio interior de la casa de Jehová, y el atrio de la casa. |
|
13 |
|
Y envió el rey Salomón, e hizo venir de
Tiro a Hiram, |
|
14 |
|
hijo de una viuda de la tribu de
Neftalí, y su padre era de Tiro, y trabajaba en bronce, lleno de
sabiduría y de inteligencia y saber en toda obra de bronce. Éste, pues,
vino al rey Salomón, e hizo toda su obra. |
|
15 |
|
Y vació dos columnas de bronce, la
altura de cada una era de dieciocho codos; y rodeaba a una y a otra
columna un cordón de doce codos. |
|
16 |
|
Hizo también dos capiteles de bronce
fundido, para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas; la
altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel de cinco
codos. |
|
17 |
|
Había trenzas a manera de red, y unos
cordones a manera de cadenas, para los capiteles que estaban sobre las
cabezas de las columnas; siete para cada capitel. |
|
18 |
|
E hizo también dos hileras de granadas
alrededor de la red, para cubrir los capiteles que estaban sobre las
cabezas de las columnas con las granadas; y de la misma forma hizo en el
otro capitel. |
|
19 |
|
Los capiteles que estaban sobre las
columnas en el pórtico, tenían forma de lirios, y eran de cuatro codos. |
|
20 |
|
Tenían también los capiteles de sobre
las dos columnas, doscientas granadas en dos hileras alrededor en cada
capitel, encima de la parte abultada del capitel, el cual estaba rodeado
por la red. |
|
21 |
|
Estas columnas erigió en el pórtico del
templo; y levantó la columna de la mano derecha, y le puso por nombre
Jaquín; y levantó la columna de la mano izquierda, y llamó su nombre
Boaz. |
|
22 |
|
Y puso en las cabezas de las columnas
tallado en forma de lirios; y así se acabó la obra de las columnas. |
|
23 |
|
Hizo asimismo un mar de fundición, de
diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de
cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos. |
|
24 |
|
Y rodeaban aquel mar por debajo de su
borde en derredor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que
ceñían el mar alrededor en dos hileras, las cuales habían sido fundidas
cuando el mar fue fundido. |
|
25 |
|
Y estaba asentado sobre doce bueyes;
tres miraban al norte, y tres miraban al poniente, y tres miraban al sur,
y tres miraban al oriente; sobre éstos se apoyaba el mar, y las traseras
de ellos estaban hacia la parte de adentro. |
|
26 |
|
El grueso del mar era de un palmo menor,
y su borde era labrado como el borde de un cáliz, o de flor de lirio; y
cabían en él dos mil batos. |
|
27 |
|
Hizo también diez bases de bronce,
siendo la longitud de cada base de cuatro codos, y la anchura de cuatro
codos, y de tres codos la altura. |
|
28 |
|
La obra de las bases era de esta manera:
tenían unos tableros, los cuales estaban entre molduras; |
|
29 |
|
y sobre aquellos tableros que estaban
entre molduras, había figuras de leones, de bueyes y de querubines; y
sobre las molduras de la base, así encima como debajo de los leones y de
los bueyes, había unas añadiduras de bajo relieve. |
|
30 |
|
Cada base tenía cuatro ruedas de bronce
con ejes de bronce; y en sus cuatro esquinas tenían soportes de
fundición, soportes que quedaban debajo de la fuente, al lado de cada
una de las añadiduras. |
|
31 |
|
Y la boca de la fuente entraba un codo
en el remate que salía para arriba de la base; y era su boca redonda, de
la hechura del mismo remate, y éste era de codo y medio. Había también
sobre la boca entalladuras con sus tableros, los cuales eran cuadrados,
no redondos. |
|
32 |
|
Las cuatro ruedas estaban debajo de los
tableros, y los ejes de las ruedas nacían en la misma base. La altura de
cada rueda era de un codo y medio. |
|
33 |
|
Y la hechura de las ruedas era como la
hechura de las ruedas de un carro; sus ejes, sus rayos, y sus cubos, y
sus cinchos, todo era de fundición. |
|
34 |
|
Asimismo los cuatro soportes a las
cuatro esquinas de cada base; y los soportes eran de la misma base. |
|
35 |
|
Y en lo alto de la base había medio codo
de altura redondo por todas partes; y encima de la base sus molduras y
tableros, los cuales salían de ella misma. |
|
36 |
|
E hizo en las tablas de las molduras, y
en los tableros, entalladuras de querubines, y de leones, y de palmeras,
con proporción en el espacio de cada una, y alrededor otros adornos. |
|
37 |
|
De esta forma hizo diez bases fundidas
de una misma manera, de una misma medida, y de una misma entalladura. |
|
38 |
|
Hizo también diez fuentes de bronce;
cada fuente contenía cuarenta batos, y cada una era de cuatro codos; y
asentó una fuente sobre cada una de las diez bases. |
|
39 |
|
Y puso las cinco bases a la mano derecha
de la casa, y las otras cinco a la mano izquierda: y asentó el mar al
lado derecho de la casa, al oriente, hacia el sur. |
|
40 |
|
Asimismo hizo Hiram fuentes, y tenazas,
y cuencos. Así terminó Hiram toda la obra que hizo a Salomón para la
casa de Jehová: |
|
41 |
|
Las dos columnas, y los dos tazones
redondos de los capiteles que estaban en lo alto de las dos columnas; y
dos redes que cubrían los dos tazones redondos de los capiteles que
estaban sobre la cabeza de las columnas; |
|
42 |
|
y cuatrocientas granadas para las dos
redes, dos hileras de granadas en cada red, para cubrir los dos tazones
redondos que estaban sobre las cabezas de las columnas; |
|
43 |
|
y las diez bases, y las diez fuentes
sobre las bases; |
|
44 |
|
y un mar, y doce bueyes debajo del mar; |
|
45 |
|
y calderos, paletas, cuencos, y todos
los vasos que Hiram hizo al rey Salomón para la casa de Jehová eran de
bronce bruñido. |
|
46 |
|
Todo lo hizo fundir el rey en la llanura
del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Zaretán. |
|
47 |
|
Y Salomón no inquirió el peso del bronce
de todos los utensilios, por la grande cantidad de ellos. |
|
48 |
|
E hizo Salomón todos los utensilios que
pertenecían a la casa de Jehová; un altar de oro, y una mesa sobre la
cual estaban los panes de la proposición, también de oro; |
|
49 |
|
y cinco candeleros de oro purísimo a la
mano derecha, y otros cinco a la izquierda, delante del oráculo; con las
flores, las lámparas y las tenazas de oro. |
|
50 |
|
Asimismo los cántaros, despabiladeras,
tazas, cucharillas, e incensarios, de oro purísimo; también de oro los
quiciales de las puertas de la casa de adentro, del lugar santísimo, y
los de las puertas del templo. |
|
51 |
|
Así fue terminada toda la obra que
dispuso hacer el rey Salomón para la casa de Jehová. Y metió Salomón lo
que David su padre había dedicado, plata, oro y vasos, y lo puso todo en
las tesorerías de la casa de Jehová. |
|
1 Reyes 8 |
|
|
1 |
|
Entonces Salomón reunió a los ancianos
de Israel, y a todas las cabezas de las tribus, y a los príncipes de las
familias de los hijos de Israel ante el rey Salomón en Jerusalén, para
traer el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, que es Sión. |
|
2 |
|
Y se congregaron ante el rey Salomón
todos los varones de Israel en el mes de Etanim, que es el mes séptimo,
en el día de la fiesta solemne. |
|
3 |
|
Y vinieron todos los ancianos de Israel,
y los sacerdotes tomaron el arca. |
|
4 |
|
Y llevaron el arca de Jehová, y el
tabernáculo del testimonio, y todos los vasos sagrados que estaban en el
tabernáculo; los cuales llevaban los sacerdotes y levitas. |
|
5 |
|
Y el rey Salomón, y toda la congregación
de Israel que se había reunido con él, estaban con él delante del arca,
sacrificando ovejas y bueyes, que por la multitud no se podían contar ni
numerar. |
|
6 |
|
Y los sacerdotes metieron el arca del
pacto de Jehová en su lugar, en el oráculo de la casa, en el lugar
santísimo, debajo de las alas de los querubines. |
|
7 |
|
Porque los querubines tenían extendidas
las alas sobre el lugar del arca, y así cubrían los querubines el arca y
sus varas por encima. |
|
8 |
|
E hicieron salir las varas; de modo que
las cabezas de las varas se dejaban ver desde el lugar santo delante del
oráculo, mas no se veían desde afuera; y así se quedaron hasta hoy. |
|
9 |
|
Ninguna cosa había en el arca, salvo las
dos tablas de piedra que allí había puesto Moisés en Horeb, donde Jehová
hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de
Egipto. |
|
10 |
|
Y como los sacerdotes salieron del
santuario, la nube llenó la casa de Jehová. |
|
11 |
|
Y los sacerdotes no pudieron permanecer
para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había
llenado la casa de Jehová. |
|
12 |
|
Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho
que Él habitaría en la densa oscuridad. |
|
13 |
|
Yo he edificado casa por morada para ti,
morada en que tú habites para siempre. |
|
14 |
|
Y volviendo el rey su rostro, bendijo a
toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba
en pie. |
|
15 |
|
Y dijo: Bendito sea Jehová Dios de
Israel, que con su boca habló a David mi padre, y con su mano lo ha
cumplido, diciendo: |
|
16 |
|
Desde el día que saqué mi pueblo Israel
de Egipto, no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel para
edificar casa en la cual estuviese mi nombre, aunque escogí a David para
que presidiese en mi pueblo Israel. |
|
17 |
|
Y David mi padre tuvo en su corazón
edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel. |
|
18 |
|
Mas Jehová dijo a David mi padre: En
cuanto al haber tenido en tu corazón edificar casa a mi nombre, bien has
hecho en tener esto en tu corazón. |
|
19 |
|
Pero tú no edificarás la casa, sino tu
hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa a mi nombre. |
|
20 |
|
Y Jehová ha cumplido su palabra que
había dicho; porque yo me he levantado en lugar de David mi padre, y me
he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he
edificado la casa al nombre de Jehová Dios de Israel. |
|
21 |
|
Y he puesto en ella lugar para el arca,
en la cual está el pacto de Jehová, que Él hizo con nuestros padres
cuando los sacó de la tierra de Egipto. |
|
22 |
|
Se puso luego Salomón delante del altar
de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo
sus manos al cielo, |
|
23 |
|
dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios
como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el
pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti de
todo su corazón; |
|
24 |
|
que has cumplido a tu siervo David mi
padre lo que le dijiste; lo dijiste con tu boca, y con tu mano lo has
cumplido, como sucede este día. |
|
25 |
|
Ahora pues, Jehová Dios de Israel,
cumple a tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No
faltará varón de ti delante de mí, que se siente en el trono de Israel,
con tal que tus hijos guarden su camino, que anden delante de mí como tú
delante de mí has andado. |
|
26 |
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Ahora pues, oh Dios de Israel, cúmplase
tu palabra que dijiste a tu siervo David mi padre. |
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27 |
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Pero ¿es verdad que Dios ha de morar
sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te
pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado? |
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28 |
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Con todo, tú atiende a la oración de tu
siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oye el clamor y la oración
que tu siervo hace hoy delante de ti: |
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29 |
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Que estén tus ojos abiertos de noche y
de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre
estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga hacia este lugar. |
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30 |
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Escucha, pues, la oración de tu siervo,
y de tu pueblo Israel; cuando oren hacia este lugar, escucha tú desde
los cielos, lugar de tu habitación; escucha tú y perdona. |
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31 |
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Si alguno pecare contra su prójimo, y le
tomaren juramento haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu
altar en esta casa; |
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32 |
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escucha tú desde el cielo y actúa; y
juzga a tus siervos, condenando al impío, tornando su proceder sobre su
cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia. |
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33 |
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Si tu pueblo Israel fuere derrotado
delante de sus enemigos, por haber pecado contra ti, y a ti se volvieren,
y confesaren tu nombre, y oraren, y te rogaren y suplicaren en esta
casa; |
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34 |
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escucha tú en los cielos, y perdona el
pecado de tu pueblo Israel, y hazles volver a la tierra que diste a sus
padres. |
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35 |
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Cuando el cielo se cerrare, y no
lloviere, por haber ellos pecado contra ti, si oraren hacia este lugar,
y confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los hubieres
afligido; |
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36 |
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escucha tú en los cielos, y perdona el
pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino
en que anden; y da lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo
por heredad. |
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37 |
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Si en la tierra hubiere hambre,
pestilencia, tizoncillo, añublo, langosta, o pulgón; si sus enemigos los
tuvieren sitiados en la tierra de sus ciudades; cualquier plaga o
enfermedad que sea; |
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38 |
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toda oración y toda súplica que hiciere
cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la
plaga de su corazón, y extendiere sus manos hacia esta casa; |
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39 |
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escucha tú en los cielos, en la
habitación de tu morada, y perdona, y actúa, y da a cada uno conforme a
sus caminos, cuyo corazón tú conoces; ( porque sólo tú conoces el
corazón de todos los hijos de los hombres ); |
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40 |
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para que te teman todos los días que
vivieren sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres. |
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41 |
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Asimismo el extranjero, que no es de tu
pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de tu nombre |
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42 |
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( porque oirán de tu grande nombre, y de
tu mano fuerte, y de tu brazo extendido ), y viniere a orar a esta casa; |
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43 |
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escucha tú en los cielos, en la
habitación de tu morada, y haz conforme a todo aquello por lo cual el
extranjero clamare a ti; para que todos los pueblos de la tierra
conozcan tu nombre, y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que
tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué. |
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44 |
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Si tu pueblo saliere en batalla contra
sus enemigos por el camino que tú los enviares, y oraren a Jehová hacia
la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que yo edifiqué a tu nombre, |
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45 |
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escucha tú en los cielos su oración y su
súplica, y ampara su causa. |
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46 |
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Si hubieren pecado contra ti ( porque no
hay hombre que no peque ), y tú estuvieres airado contra ellos, y los
entregares delante del enemigo, para que los cautiven y lleven a tierra
enemiga, sea lejos o cerca, |
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47 |
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y ellos volvieren en sí en la tierra
donde fueren cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de
los que los cautivaron, y dijeren: Pecamos, hemos hecho lo malo, hemos
cometido impiedad; |
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48 |
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y si se convirtieren a ti de todo su
corazón y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubieren
llevado cautivos, y oraren a ti hacia su tierra, que tú diste a sus
padres, hacia la ciudad que tú elegiste y la casa que yo he edificado a
tu nombre; |
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49 |
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escucha tú en los cielos, en el lugar de
tu morada, su oración y su súplica, y ampara su causa. |
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50 |
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Y perdona a tu pueblo que ha pecado
contra ti, y todas sus transgresiones que han cometido contra ti; y haz
que tengan de ellos misericordia los que los hubieren llevado cautivos; |
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51 |
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porque ellos son tu pueblo y tu heredad,
que tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro. |
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52 |
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Estén abiertos tus ojos a la oración de
tu siervo, y a la plegaria de tu pueblo Israel, para oírlos en todo
aquello por lo que te invocaren; |
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53 |
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porque tú los apartaste para ti por tu
heredad de todos los pueblos de la tierra, como lo dijiste por mano de
Moisés tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor
Jehová. |
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54 |
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Y fue que cuando Salomón acabó de hacer
toda esta oración y súplica a Jehová, se levantó de estar de rodillas
delante del altar de Jehová con sus manos extendidas al cielo; |
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55 |
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y puesto en pie, bendijo a toda la
congregación de Israel, diciendo en voz alta: |
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56 |
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Bendito sea Jehová, que ha dado reposo a
su pueblo Israel, conforme a todo lo que Él había dicho; ninguna palabra
de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado. |
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57 |
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Sea con nosotros Jehová nuestro Dios,
como fue con nuestros padres; y no nos desampare ni nos deje; |
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58 |
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y que incline nuestro corazón hacia Él,
para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos y
sus estatutos y sus derechos, los cuales mandó a nuestros padres. |
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59 |
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Y que estas mis palabras con que he
orado delante de Jehová estén cerca de Jehová nuestro Dios de día y de
noche, para que Él proteja la causa de su siervo, y de su pueblo Israel,
cada cosa en su tiempo; |
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60 |
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para que todos los pueblos de la tierra
sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro. |
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61 |
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Sea, pues, perfecto vuestro corazón para
con Jehová nuestro Dios, andando en sus estatutos, y guardando sus
mandamientos, como el día de hoy. |
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62 |
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Entonces el rey, y todo Israel con él,
ofrecieron sacrificios delante de Jehová. |
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63 |
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Y ofreció Salomón sacrificios de paz,
los cuales ofreció a Jehová; veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil
ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de
Jehová. |
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64 |
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Aquel mismo día santificó el rey el
medio del atrio que estaba delante de la casa de Jehová: porque ofreció
allí los holocaustos, y los presentes, y las grosuras de las ofrendas de
paz; por cuanto el altar de bronce que estaba delante de Jehová era
demasiado pequeño, y no cabían en él los holocaustos, las ofrendas y las
grosuras de los sacrificios de paz. |
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65 |
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En aquel tiempo Salomón hizo fiesta, y
con él todo Israel, una grande congregación, desde donde entran en Hamat
hasta el río de Egipto, delante de Jehová nuestro Dios, por siete días y
otros siete días, esto es, por catorce días. |
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66 |
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Y el octavo día despidió al pueblo; y
ellos bendiciendo al rey, se fueron a sus tiendas alegres y gozosos de
corazón por todos los beneficios que Jehová había hecho a David su
siervo, y a su pueblo Israel. |