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1 Samuel 1 |
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1 |
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Hubo un varón de Ramataim de Sofim, del
monte de Efraín, que se llamaba Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú,
hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo. |
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2 |
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Y tenía él dos esposas; el nombre de una
era Ana, y el nombre de la otra Penina. Y Penina tenía hijos, mas Ana no
los tenía. |
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3 |
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Y subía aquel varón todos los años de su
ciudad, para adorar y ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en
Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de
Jehová. |
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4 |
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Y cuando venía el día en que Elcana
ofrecía sacrificio, daba porciones a Penina su esposa y a todos sus
hijos y a todas sus hijas. |
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5 |
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Mas a Ana daba una porción escogida;
porque amaba a Ana, aunque Jehová había cerrado su matriz. |
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6 |
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Y su adversaria la irritaba, enojándola
y entristeciéndola, porque Jehová había cerrado su matriz. |
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7 |
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Y así hacía cada año; cuando subía a la
casa de Jehová, enojaba así a la otra; por lo cual ella lloraba, y no
comía. |
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8 |
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Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por
qué lloras? ¿Y por qué no comes? ¿Y por qué está afligido tu corazón?
¿No te soy yo mejor que diez hijos? |
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9 |
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Y se levantó Ana después que hubo comido
y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una
silla junto a un pilar del templo de Jehová, |
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10 |
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ella con amargura de alma oró a Jehová,
y lloró abundantemente. |
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11 |
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E hizo voto, diciendo: Jehová de los
ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te
acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, mas dieres a tu sierva
un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no
pasará navaja sobre su cabeza. |
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12 |
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Y sucedió que mientras ella oraba
largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella. |
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13 |
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Mas Ana hablaba en su corazón, y
solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por
ebria. |
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14 |
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Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo
estarás ebria? Aleja de ti tu vino. |
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15 |
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Y Ana le respondió, diciendo: No, señor
mío; mas yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni
licor, sino que he derramado mi alma delante de Jehová. |
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16 |
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No tengas a tu sierva por una mujer
impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he
hablado hasta ahora. |
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17 |
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Y Elí respondió, y dijo: Ve en paz, y el
Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho. |
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18 |
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Y ella dijo: Halle tu sierva gracia
delante de tus ojos. Y la mujer siguió su camino, y comió, y no estuvo
más triste. |
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19 |
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Y levantándose de mañana, adoraron
delante de Jehová, y se volvieron, y vinieron a su casa en Ramá. Y
Elcana se allegó a Ana su esposa, y Jehová se acordó de ella. |
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20 |
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Y fue que corrido el tiempo, después de
haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel,
diciendo: Por cuanto se lo pedí a Jehová. |
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21 |
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Después subió el varón Elcana con toda
su familia a ofrecer sacrificio a Jehová, el sacrificio de cada año, y
su voto. |
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22 |
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Mas Ana no subió, sino dijo a su marido:
Yo no subiré hasta que el niño sea destetado, y entonces lo llevaré para
que se presente delante de Jehová, y se quede allá para siempre. |
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23 |
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Y Elcana su marido le respondió: Haz lo
que bien te pareciere; quédate hasta que lo destetes; solamente Jehová
cumpla su palabra. Y se quedó la mujer, y crió a su hijo hasta que lo
destetó. |
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24 |
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Y después que lo hubo destetado, lo
llevó consigo, con tres becerros, y un efa de harina, y una vasija de
vino, y lo trajo a la casa de Jehová en Silo; y el niño era pequeño. |
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25 |
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Y matando el becerro, trajeron el niño a
Elí. |
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26 |
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Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu
alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando
a Jehová. |
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27 |
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Por este niño oraba, y Jehová me dio lo
que le pedí. |
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28 |
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Por lo cual yo también lo he dedicado a
Jehová; todos los días que él viviere, será de Jehová. Y adoró allí a
Jehová. |
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1 Samuel 2 |
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1 |
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Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija
en Jehová, mi cuerno es ensalzado en Jehová; mi boca se ensanchó sobre
mis enemigos, por cuanto me alegré en tu salvación. |
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2 |
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No hay santo como Jehová: Porque no hay
ninguno fuera de ti; y no hay refugio como el Dios nuestro. |
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3 |
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No multipliquéis palabras de grandeza y
altanerías; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; porque el
Dios de todo saber es Jehová, y a Él toca el pesar las acciones. |
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4 |
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Los arcos de los fuertes fueron
quebrados, y los débiles se ciñeron de fortaleza. |
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5 |
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Los saciados se alquilaron por pan; y
los hambrientos dejaron de estarlo; aun la estéril dio a luz a siete, y
la que tenía muchos hijos languidece. |
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6 |
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Jehová mata, y Él da vida: Él hace
descender al sepulcro, y hace subir. |
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7 |
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Jehová empobrece, y Él enriquece: Abate,
y enaltece. |
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8 |
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Él levanta del polvo al pobre, y del
muladar exalta al menesteroso, para hacerle sentar con príncipes, y
hacerle heredar un trono de honor. Porque de Jehová son las columnas de
la tierra, y Él asentó sobre ellas el mundo. |
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9 |
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Él guarda los pies de sus santos, mas
los impíos perecen en tinieblas; porque nadie prevalecerá por su propia
fuerza. |
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10 |
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Delante de Jehová serán quebrantados sus
adversarios, y sobre ellos tronará desde los cielos: Jehová juzgará los
términos de la tierra, y dará fortaleza a su Rey, y ensalzará el cuerno
de su Mesías. |
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11 |
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Y Elcana se volvió a su casa en Ramá; y
el niño ministraba a Jehová delante del sacerdote Elí. |
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12 |
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Mas los hijos de Elí eran hijos de
Belial, y no tenían conocimiento de Jehová. |
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13 |
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Y la costumbre de los sacerdotes con el
pueblo era que, cuando alguno ofrecía sacrificio, mientras era cocida la
carne, venía el criado del sacerdote trayendo en su mano un garfio de
tres ganchos; |
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14 |
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y lo metía en el perol, o en la olla, o
en el caldero, o en el pote; y todo lo que sacaba el garfio, el
sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían a todo israelita que
venía a Silo. |
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15 |
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Asimismo, antes de quemar la grosura,
venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que
ase para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda. |
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16 |
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Y si le respondía el varón: Quemen la
grosura primero, y después toma tanta como quisieres; él respondía: No,
sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza. |
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17 |
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Era, pues, muy grande delante de Jehová
el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas
de Jehová. |
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18 |
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Y el joven Samuel ministraba delante de
Jehová, vestido de un efod de lino. |
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19 |
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Y le hacía su madre una túnica pequeña,
y se la traía cada año, cuando subía con su marido a ofrecer el
sacrificio acostumbrado. |
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20 |
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Y Elí bendijo a Elcana y a su esposa,
diciendo: Jehová te dé simiente de esta mujer en lugar de este préstamo
que es hecho a Jehová. Y se volvieron a su casa. |
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21 |
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Y visitó Jehová a Ana, y concibió, y dio
a luz tres hijos, y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de
Jehová. |
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22 |
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Y Elí era muy viejo, y oía todo lo que
sus hijos hacían a todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que
velaban a la puerta del tabernáculo de la congregación. |
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23 |
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Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas
semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestro mal proceder. |
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24 |
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No, hijos míos; porque no es buena fama
la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. |
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25 |
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Si pecare el hombre contra el hombre,
los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién
rogará por él? Mas ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová los
quería matar. |
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26 |
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Y el joven Samuel crecía, y tenía gracia
delante de Dios y de los hombres. |
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27 |
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Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo:
Así dice Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre,
cuando estaban en Egipto en casa de Faraón? |
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28 |
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Y yo le escogí por mi sacerdote entre
todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase
incienso, y trajese efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas
las ofrendas de los hijos de Israel. |
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29 |
|
¿Por qué habéis hollado mis sacrificios
y mis presentes, que yo mandé ofrecer en mi tabernáculo; y has honrado a
tus hijos más que a mí, engordándoos de lo mejor de todas las ofrendas
de mi pueblo Israel? |
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30 |
|
Por tanto, Jehová el Dios de Israel
dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante
de mí perpetuamente; mas ahora dice Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo
honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en
poco. |
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31 |
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He aquí vienen días, en que cortaré tu
brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa. |
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32 |
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Y verás a un enemigo en mi habitación,
en todas las riquezas que Dios dará a Israel; y nunca habrá anciano en
tu casa. |
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33 |
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Y el varón de los tuyos que yo no corte
de mi altar, será para consumir tus ojos, y llenar tu alma de dolor; mas
toda la cría de tu casa morirá en la edad viril. |
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34 |
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Y te será por señal esto que acontecerá
a tus dos hijos, Ofni y Finees; ambos morirán en un día. |
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35 |
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Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que
haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y
andará delante de mi ungido todo los días. |
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36 |
|
Y será que el que hubiere quedado en tu
casa, vendrá a postrarse ante él por una moneda de plata y un bocado de
pan, diciéndole: Te ruego que me pongas en algún ministerio, para que
coma un bocado de pan. |
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1 Samuel 3 |
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1 |
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Y el joven Samuel ministraba a Jehová
delante de Elí; y la palabra de Jehová era preciada en aquellos días;
pues no había visión manifiesta. |
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2 |
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Y aconteció un día, que estando Elí
acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse, y no
podía ver, |
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3 |
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Samuel estaba durmiendo en el templo de
Jehová, donde el arca de Dios estaba; y antes que la lámpara de Dios
fuese apagada, |
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4 |
|
Jehová llamó a Samuel; y él respondió:
Heme aquí. |
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5 |
|
Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí;
¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y
acuéstate. Y él se volvió, y se acostó. |
|
6 |
|
Y Jehová volvió a llamar otra vez a
Samuel. Y levantándose Samuel vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué
me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve, y
acuéstate. |
|
7 |
|
Y Samuel no había conocido aún a Jehová,
ni la palabra de Jehová le había sido revelada. |
|
8 |
|
Jehová, pues, llamó la tercera vez a
Samuel. Y él levantándose vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me
has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven. |
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9 |
|
Y dijo Elí a Samuel: Ve, y acuéstate: y
si te llamare, dirás: Habla, Jehová, que tu siervo oye. Así se fue
Samuel, y se acostó en su lugar. |
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10 |
|
Y vino Jehová, y se paró, y llamó como
las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, que tu
siervo oye. |
|
11 |
|
Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo
una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos. |
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12 |
|
Aquel día yo cumpliré contra Elí, todas
las cosas que he dicho sobre su casa. Cuando comience, también terminaré. |
|
13 |
|
Y le mostraré que yo juzgaré su casa
para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos se han
envilecido, y él no los ha estorbado. |
|
14 |
|
Por tanto yo he jurado a la casa de Elí,
que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con
sacrificios ni con ofrendas. |
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15 |
|
Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana,
y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la
visión a Elí. |
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16 |
|
Llamando, pues, Elí a Samuel, le dijo:
Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí. |
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17 |
|
Y dijo: ¿Qué es la palabra que te habló
Jehová? Te ruego que no me la encubras; así te haga Dios y aun te añada,
si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo. |
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18 |
|
Y Samuel se lo manifestó todo, sin
encubrirle nada. Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que bien le
pareciere. |
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19 |
|
Y Samuel creció, y Jehová fue con él, y
no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. |
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20 |
|
Y conoció todo Israel desde Dan hasta
Beerseba, que Samuel era fiel profeta de Jehová. |
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21 |
|
Y Jehová volvió a aparecer en Silo;
porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por palabra de Jehová. |
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1 Samuel 4 |
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1 |
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Y Samuel habló a todo Israel. Por aquel
tiempo salió Israel a encontrar en batalla a los filisteos, y acampó
junto a Ebenezer, y los filisteos acamparon en Afec. |
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2 |
|
Y los filisteos presentaron la batalla a
Israel; y trabándose el combate, Israel fue vencido delante de los
filisteos, y ellos hirieron en la batalla en el campo como cuatro mil
hombres. |
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3 |
|
Y cuando el pueblo volvió al campamento,
los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová
delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto
de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de
nuestros enemigos. |
|
4 |
|
Y envió el pueblo a Silo, y trajeron de
allá el arca del pacto de Jehová de los ejércitos, que estaba entre los
querubines; y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, estaban allí con el
arca del pacto de Dios. |
|
5 |
|
Y aconteció que, como el arca del pacto
de Jehová vino al campamento, todo Israel gritó con tan grande júbilo,
que la tierra tembló. |
|
6 |
|
Y cuando los filisteos oyeron la voz de
júbilo, dijeron: ¿Qué voz de gran júbilo es ésta en el campamento de los
hebreos? Y supieron que el arca de Jehová había venido al campamento. |
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7 |
|
Y los filisteos tuvieron miedo, porque
decían: Ha venido Dios al campamento. Y dijeron: ¡Ay de nosotros! pues
antes de ahora no fue así. |
|
8 |
|
¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de
las manos de estos Dioses fuertes? Éstos son los Dioses que hirieron a
Egipto con toda clase de plaga en el desierto. |
|
9 |
|
Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres,
para que no sirváis a los hebreos, como ellos os han servido a vosotros:
sed hombres, y pelead. |
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10 |
|
Pelearon, pues, los filisteos, e Israel
fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue hecha muy grande
mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. |
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11 |
|
Y el arca de Dios fue tomada, y muertos
los dos hijos de Elí, Ofni y Finees. |
|
12 |
|
Y corriendo de la batalla un hombre de
Benjamín, vino aquel día a Silo, rotas sus vestiduras y tierra sobre su
cabeza: |
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13 |
|
Y cuando llegó, he aquí Elí que estaba
sentado en una silla vigilando junto al camino; porque su corazón estaba
temblando por causa del arca de Dios. Llegado, pues, aquel hombre a la
ciudad, y dadas las nuevas, toda la ciudad gritó. |
|
14 |
|
Y como Elí oyó el estruendo de la
gritería, dijo: ¿Qué estruendo de alboroto es éste? Y aquel hombre vino
aprisa, y dio las nuevas a Elí. |
|
15 |
|
Era ya Elí de edad de noventa y ocho
años, y sus ojos se habían oscurecido, de modo que no podía ver. |
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16 |
|
Dijo, pues, aquel hombre a Elí: Yo vengo
de la batalla, yo he escapado hoy del combate. Y él dijo: ¿Qué ha
acontecido, hijo mío? |
|
17 |
|
Y el mensajero respondió, y dijo: Israel
huyó delante de los filisteos, y también fue hecha gran mortandad en el
pueblo; y también tus dos hijos, Ofni y Finees, son muertos, y el arca
de Dios fue tomada. |
|
18 |
|
Y aconteció que como él hizo mención del
arca de Dios, Elí cayó hacia atrás de la silla al lado de la puerta, y
se le quebró la cerviz, y murió: porque era hombre viejo y pesado. Y
había juzgado a Israel cuarenta años. |
|
19 |
|
Y su nuera, la esposa de Finees, que
estaba encinta, cercana a dar a luz, oyendo el rumor que el arca de Dios
era tomada, y muertos su suegro y su marido, se encorvó y dio a luz;
porque le sobrevinieron sus dolores. |
|
20 |
|
Y al tiempo que moría, le decían las que
estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un hijo.
Mas ella no respondió, ni puso atención. |
|
21 |
|
Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Traspasada
es la gloria de Israel! por el arca de Dios que fue tomada, y por la
muerte de su suegro y de su marido. |
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22 |
|
Dijo, pues: Traspasada es la gloria de
Israel; porque el arca de Dios fue tomada. |
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1 Samuel 5 |
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1 |
|
Y los filisteos, tomada el arca de Dios,
la trajeron desde Ebenezer a Asdod. |
|
2 |
|
Y tomaron los filisteos el arca de Dios,
y la metieron en la casa de Dagón, y la pusieron junto a Dagón. |
|
3 |
|
Y cuando al siguiente día los de Asdod
se levantaron de mañana, y he aquí Dagón estaba postrado en tierra
delante del arca de Jehová; y tomaron a Dagón, y lo volvieron a su lugar. |
|
4 |
|
Y tornándose a levantar de mañana el
siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra delante
del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón, y las dos palmas de sus manos
estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado a Dagón el tronco
solamente. |
|
5 |
|
Por esta causa los sacerdotes de Dagón,
y todos los que en el templo de Dagón entran, no pisan el umbral de
Dagón en Asdod, hasta hoy. |
|
6 |
|
Y se agravó la mano de Jehová sobre los
de Asdod, y los destruyó, y los hirió con hemorroides en Asdod y en
todos sus términos. |
|
7 |
|
Y viendo esto los de Asdod, dijeron: No
quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano es dura
sobre nosotros, y sobre nuestro dios Dagón. |
|
8 |
|
Enviaron, pues, y reunieron a todos los
príncipes de los filisteos, y dijeron: ¿Qué haremos con el arca del Dios
de Israel? Y ellos respondieron: Pásese el arca del Dios de Israel a
Gat. Y pasaron allá el arca del Dios de Israel. |
|
9 |
|
Y aconteció que como la hubieron pasado,
la mano de Jehová fue contra la ciudad con grande quebrantamiento; e
hirió los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, que
se llenaron de hemorroides. |
|
10 |
|
Entonces enviaron el arca de Dios a
Ecrón. Y como el arca de Dios vino a Ecrón, los ecronitas dieron voces
diciendo: Han pasado a mí el arca del Dios de Israel para matarme a mí y
a mi pueblo. |
|
11 |
|
Y enviaron y reunieron a todos los
príncipes de los filisteos, diciendo: Enviad el arca del Dios de Israel,
y vuélvase a su lugar, y no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo;
porque había pánico de muerte en toda la ciudad, y la mano de Dios se
había allí agravado. |
|
12 |
|
Y los que no morían, eran heridos de
hemorroides; y el clamor de la ciudad subía al cielo. |
|
1 Samuel 6 |
|
|
1 |
|
Y estuvo el arca de Jehová en la tierra
de los filisteos siete meses. |
|
2 |
|
Entonces los filisteos, llamando a los
sacerdotes y adivinos, preguntaron: ¿Qué haremos con el arca de Jehová?
Declaradnos cómo la hemos de tornar a su lugar. |
|
3 |
|
Y ellos dijeron: Si enviáis el arca del
Dios de Israel, no la enviéis vacía; mas le pagaréis la expiación: y
entonces seréis sanos, y conoceréis por qué no se apartó de vosotros su
mano. |
|
4 |
|
Y ellos dijeron: ¿Y cuál será la
expiación que le pagaremos? Y ellos respondieron: Cinco hemorroides de
oro, y cinco ratones de oro, conforme al número de los príncipes de los
filisteos, porque una misma plaga estuvo sobre todos vosotros y sobre
vuestros príncipes. |
|
5 |
|
Haréis, pues, figuras de vuestras
hemorroides, y figuras de vuestros ratones que destruyen la tierra, y
daréis gloria al Dios de Israel: quizá aliviará su mano de sobre
vosotros, y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra. |
|
6 |
|
Mas ¿por qué endurecéis vuestro corazón,
como los egipcios y Faraón endurecieron su corazón? Después que los hubo
así tratado, ¿no los dejaron ir, y se fueron? |
|
7 |
|
Haced, pues, ahora un carro nuevo, y
tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo,
y uncid las vacas al carro, y haced volver sus becerros de detrás de
ellas a casa. |
|
8 |
|
Tomaréis luego el arca de Jehová, y la
pondréis sobre el carro; y poned en una caja al lado de ella las joyas
de oro que le pagáis en expiación; y la dejaréis que se vaya. |
|
9 |
|
Y mirad; si sube por el camino de su
término a Bet-semes, Él nos ha hecho este mal tan grande; y si no,
sabremos que no fue su mano la que nos hirió, sino que nos ha sucedido
por accidente. |
|
10 |
|
Y aquellos hombres lo hicieron así; pues
tomando dos vacas que criaban, las uncieron al carro, y encerraron en
casa sus becerros. |
|
11 |
|
Luego pusieron el arca de Jehová sobre
el carro, y la caja con los ratones de oro y con las figuras de sus
hemorroides. |
|
12 |
|
Y las vacas se encaminaron por el camino
de Bet-semes, e iban por un mismo camino andando y bramando, sin
apartarse ni a derecha ni a izquierda. Y los príncipes de los filisteos
fueron tras ellas hasta el término de Bet-semes. |
|
13 |
|
Y los de Bet-semes segaban el trigo en
el valle; y alzando sus ojos vieron el arca, y se alegraron cuando la
vieron. |
|
14 |
|
Y el carro vino al campo de Josué
betsemita, y paró allí donde había una gran piedra; y ellos cortaron la
madera del carro, y ofrecieron las vacas en holocausto a Jehová. |
|
15 |
|
Y los levitas bajaron el arca de Jehová,
y la caja que estaba junto a ella, en la cual estaban las joyas de oro,
y las pusieron sobre aquella gran piedra; y los hombres de Bet-semes
sacrificaron holocaustos y ofrecieron sacrificios a Jehová en aquel día. |
|
16 |
|
Lo cual viendo los cinco príncipes de
los filisteos, se volvieron a Ecrón el mismo día. |
|
17 |
|
Éstas fueron las hemorroides de oro que
pagaron los filisteos a Jehová en expiación: por Asdod una, por Gaza una,
por Ascalón una, por Gat una, por Ecrón una; |
|
18 |
|
Y ratones de oro conforme al número de
todas las ciudades de los filisteos pertenecientes a los cinco príncipes,
desde las ciudades fortificadas hasta las aldeas sin muro; y hasta la
gran piedra de Abel sobre la cual pusieron el arca de Jehová, piedra que
está en el campo de Josué betsemita hasta hoy. |
|
19 |
|
Entonces hirió Dios a los de Bet-semes,
porque habían mirado en el arca de Jehová; hirió en el pueblo cincuenta
mil setenta hombres. Y el pueblo puso luto, porque Jehová le había
herido de tan gran plaga. |
|
20 |
|
Y dijeron los de Bet-semes: ¿Quién podrá
estar delante de Jehová el Dios santo? ¿Y a quién subirá desde nosotros? |
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21 |
|
Y enviaron mensajeros a los de
Quiriat-jearim, diciendo: Los filisteos han devuelto el arca de Jehová:
descended, pues, y llevadla a vosotros |
|
1 Samuel 7 |
|
|
1 |
|
Y vinieron los de Quiriat-jearim, y
llevaron el arca de Jehová, y la metieron en casa de Abinadab, situada
en el collado; y santificaron a Eleazar su hijo, para que guardase el
arca de Jehová. |
|
2 |
|
Y aconteció que desde el día que llegó
el arca a Quiriat-jearim pasaron muchos días, veinte años; y toda la
casa de Israel lamentaba en pos de Jehová. |
|
3 |
|
Y habló Samuel a toda la casa de Israel,
diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los
dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón
a Jehová, y sólo a Él servid, y Él os librará de mano de los filisteos. |
|
4 |
|
Entonces los hijos de Israel quitaron a
los Baales y a Astarot, y sirvieron sólo a Jehová. |
|
5 |
|
Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en
Mizpa, y yo oraré por vosotros a Jehová. |
|
6 |
|
Y se reunieron en Mizpa, y sacaron agua,
y la derramaron delante de Jehová, y ayunaron aquel día, y dijeron allí:
Contra Jehová hemos pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en
Mizpa. |
|
7 |
|
Y oyendo los filisteos que los hijos de
Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron los príncipes de los
filisteos contra Israel; y cuando los hijos de Israel lo oyeron,
tuvieron temor de los filisteos. |
|
8 |
|
Y dijeron los hijos de Israel a Samuel:
No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, para que nos
guarde de mano de los filisteos. |
|
9 |
|
Y Samuel tomó un cordero de leche, y lo
sacrificó entero a Jehová en holocausto; y clamó Samuel a Jehová por
Israel, y Jehová le oyó. |
|
10 |
|
Y aconteció que cuando Samuel
sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los
hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los
filisteos, y los desbarató, y fueron vencidos delante de Israel. |
|
11 |
|
Y saliendo los hijos de Israel de Mizpa,
siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta abajo de Betcar. |
|
12 |
|
Tomó luego Samuel una piedra, y la puso
entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Ebenezer, diciendo: Hasta aquí
nos ayudó Jehová. |
|
13 |
|
Fueron pues los filisteos humillados,
que no vinieron más al término de Israel; y la mano de Jehová fue contra
los filisteos todo el tiempo de Samuel. |
|
14 |
|
Y fueron restituidas a los hijos de
Israel las ciudades que los filisteos habían tomado a los israelitas,
desde Ecrón hasta Gat, con sus términos; e Israel las libró de mano de
los filisteos. Y hubo paz entre Israel y el amorreo. |
|
15 |
|
Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo
que vivió. |
|
16 |
|
Y todos los años iba y daba vuelta a
Betel, y a Gilgal, y a Mizpa, y juzgaba a Israel en todos estos lugares. |
|
17 |
|
Después regresaba a Ramá, porque allí
estaba su casa, y allí juzgaba a Israel; y edificó allí altar a Jehová. |
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1 Samuel 8 |
|
|
1 |
|
Y aconteció que habiendo Samuel
envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. |
|
2 |
|
Y el nombre de su hijo primogénito fue
Joel, y el nombre del segundo, Abías; éstos fueron jueces en Beerseba. |
|
3 |
|
Mas sus hijos no anduvieron por sus
caminos, antes se desviaron tras la avaricia, recibiendo cohecho y
pervirtiendo el derecho. |
|
4 |
|
Entonces todos los ancianos de Israel se
juntaron, y vinieron a Samuel en Ramá, |
|
5 |
|
y le dijeron: He aquí tú has envejecido,
y tus hijos no van por tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un
rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. |
|
6 |
|
Pero desagradó a Samuel esta palabra que
dijeron: Danos ahora un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová. |
|
7 |
|
Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del
pueblo en todo lo que te dijeren: porque no te han desechado a ti, sino
a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos. |
|
8 |
|
Conforme a todas las obras que han hecho
desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, que me han dejado y han
servido a dioses ajenos, así hacen también contigo. |
|
9 |
|
Ahora, pues, oye su voz: mas protesta
contra ellos declarándoles el derecho del rey que ha de reinar sobre
ellos. |
|
10 |
|
Y dijo Samuel todas las palabras de
Jehová al pueblo que le había pedido rey. |
|
11 |
|
Dijo, pues: Éste será el proceder del
rey que hubiere de reinar sobre vosotros: Tomará vuestros hijos, y los
pondrá en sus carros, y en su gente de a caballo, para que corran
delante de sus carros; |
|
12 |
|
y elegirá capitanes de mil, y capitanes
de cincuenta; y los pondrá a que aren sus campos y recojan sus cosechas,
y a que forjen sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. |
|
13 |
|
Y tomará a vuestras hijas para que sean
perfumistas, cocineras y panaderas. |
|
14 |
|
Asimismo tomará lo mejor de vuestras
tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus
siervos. |
|
15 |
|
Diezmará vuestras simientes y vuestras
viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. |
|
16 |
|
Tomará vuestros siervos, y vuestras
siervas, y vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará
sus obras. |
|
17 |
|
Diezmará también vuestro rebaño, y
seréis sus siervos. |
|
18 |
|
Y clamaréis aquel día a causa de vuestro
rey que os habréis elegido, mas Jehová no os oirá en aquel día. |
|
19 |
|
Pero el pueblo no quiso oír la voz de
Samuel; antes dijeron: No, sino que habrá rey sobre nosotros: |
|
20 |
|
Y nosotros seremos también como todas
las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros,
y hará nuestras guerras. |
|
21 |
|
Y oyó Samuel todas las palabras del
pueblo, y las refirió en oídos de Jehová. |
|
22 |
|
Y Jehová dijo a Samuel: Oye su voz, y
pon rey sobre ellos. Entonces dijo Samuel a los varones de Israel: Idos
cada uno a su ciudad. |
|
1 Samuel 9 |
|
|
1 |
|
Y había un varón de Benjamín, hombre
valeroso, el cual se llamaba Cis, hijo de Abiel, hijo de Seor, hijo de
Becora, hijo de Afia, hijo de un hombre de Benjamín. |
|
2 |
|
Y tenía él un hijo que se llamaba Saúl,
joven y hermoso, que entre los hijos de Israel no había otro más hermoso
que él; de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo. |
|
3 |
|
Y se habían perdido las asnas de Cis,
padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su hijo: Toma ahora contigo
alguno de los criados, y levántate, y ve a buscar las asnas. |
|
4 |
|
Y él pasó al monte de Efraín, y de allí
a la tierra de Salisa, y no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de
Saalim, y tampoco. Después pasaron por la tierra de Benjamín, y no las
encontraron. |
|
5 |
|
Y cuando vinieron a la tierra de Zuf,
Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá
mi padre, dejado el cuidado de las asnas, estará preocupado por nosotros. |
|
6 |
|
Y él le respondió: He aquí ahora hay en
esta ciudad un hombre de Dios, que es varón insigne; todo lo que él
dice, sucede sin falta. Vamos, pues, allá; quizá nos enseñará nuestro
camino por donde hayamos de ir. |
|
7 |
|
Y Saúl respondió a su criado: Vamos
ahora: ¿mas qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas
se ha acabado, y no tenemos qué ofrecerle al varón de Dios: ¿Qué tenemos? |
|
8 |
|
Entonces el criado volvió a responder a
Saúl, diciendo: He aquí se halla en mi mano la cuarta parte de un siclo
de plata; esto daré al varón de Dios, para que nos declare nuestro
camino. |
|
9 |
|
( Antiguamente en Israel cualquiera que
iba a consultar a Dios, decía así: Venid y vamos hasta el vidente;
porque el que hoy se llama profeta, antiguamente era llamado vidente ). |
|
10 |
|
Dijo entonces Saúl a su criado: Bien
dices; anda, vamos. Y fueron a la ciudad donde estaba el varón de Dios. |
|
11 |
|
Y cuando subían por la cuesta de la
ciudad, hallaron unas doncellas que salían por agua, a las cuales
dijeron: ¿Está en este lugar el vidente? |
|
12 |
|
Y ellas respondiéndoles, dijeron: Sí;
helo aquí delante de ti; date prisa, porque hoy ha venido a la ciudad en
atención a que el pueblo tiene hoy sacrificio en el lugar alto. |
|
13 |
|
Y cuando entrareis en la ciudad, le
encontraréis luego, antes que suba al lugar alto a comer; pues el pueblo
no comerá hasta que él haya venido, porque él es quien bendice el
sacrificio; y después comerán los convidados. Subid, pues, ahora, porque
ahora le hallaréis. |
|
14 |
|
Ellos entonces subieron a la ciudad; y
cuando en medio de la ciudad estuvieron, he aquí Samuel que delante de
ellos salía para subir al lugar alto. |
|
15 |
|
Y un día antes que Saúl viniese, Jehová
había revelado al oído de Samuel, diciendo: |
|
16 |
|
Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti
un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi
pueblo Israel, y salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; pues yo
he mirado a mi pueblo, porque su clamor ha llegado hasta mí. |
|
17 |
|
Y luego que Samuel vio a Saúl, Jehová le
dijo: He aquí éste es el varón del cual te hablé; éste señoreará a mi
pueblo. |
|
18 |
|
Y llegando Saúl a Samuel en medio de la
puerta, le dijo: Te ruego que me enseñes dónde está la casa del vidente. |
|
19 |
|
Y Samuel respondió a Saúl, y dijo: Yo
soy el vidente; sube delante de mí al lugar alto, y comed hoy conmigo, y
por la mañana te despacharé, y te descubriré todo lo que está en tu
corazón. |
|
20 |
|
Y de las asnas que se te perdieron hoy
hace tres días, pierde cuidado de ellas, porque se han hallado. Mas ¿para
quién es todo el deseo de Israel, sino para ti y para toda la casa de tu
padre? |
|
21 |
|
Y Saúl respondió, y dijo: ¿No soy yo
hijo de Benjamín, de las más pequeñas tribus de Israel? y mi familia ¿no
es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por
qué, pues, me has dicho cosa semejante? |
|
22 |
|
Y trabando Samuel de Saúl y de su criado,
los metió en la sala, y les dio lugar a la cabecera de los convidados,
que eran como unos treinta hombres. |
|
23 |
|
Y dijo Samuel al cocinero: Trae acá la
porción que te di, la cual te dije que guardases aparte. |
|
24 |
|
Entonces alzó el cocinero una espaldilla,
con lo que estaba sobre ella, y la puso delante de Saúl. Y Samuel dijo:
He aquí lo que estaba reservado; ponlo delante de ti, y come; porque
para esta ocasión se guardó para ti, cuando dije: Yo he convidado al
pueblo. Y Saúl comió aquel día con Samuel. |
|
25 |
|
Y cuando hubieron descendido del lugar
alto a la ciudad, Samuel habló con Saúl en el terrado. |
|
26 |
|
Y al siguiente día madrugaron; y como al
despuntar el alba, Samuel llamó a Saúl, que estaba en el terrado; y dijo:
Levántate, para que te despida. Se levantó luego Saúl, y salieron fuera
ambos, él y Samuel. |
|
27 |
|
Y descendiendo ellos al límite de la
ciudad, dijo Samuel a Saúl: Di al criado que vaya delante ( y se
adelantó el criado ), mas espera tú un poco para que te declare la
palabra de Dios. |
|
1 Samuel 10 |
|
|
1 |
|
Tomando entonces Samuel un frasco de
aceite, lo derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha
ungido Jehová por príncipe sobre su heredad? |
|
2 |
|
Hoy, después que te hayas apartado de mí,
hallarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en el término de
Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán: Las asnas que habías ido a
buscar, se han hallado; y he aquí que tu padre ha dejado ya el asunto de
las asnas, y está angustiado por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de
mi hijo? |
|
3 |
|
Y cuando de allí sigas más adelante, y
llegues a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que
suben a Dios en Betel, llevando el uno tres cabritos, y el segundo tres
tortas de pan, y el tercero una vasija de vino: |
|
4 |
|
Los cuales, luego que te hayan saludado,
te darán dos panes, los que tomarás de manos de ellos. |
|
5 |
|
De allí vendrás al collado de Dios donde
está la guarnición de los filisteos; y cuando entrares allá en la ciudad
encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y
delante de ellos salterio, y pandero, y flauta, y arpa, y ellos
profetizando. |
|
6 |
|
Y el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti,
y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. |
|
7 |
|
Y cuando te hubieren sobrevenido estas
señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios es contigo. |
|
8 |
|
Y bajarás delante de mí a Gilgal; y
luego descenderé yo a ti para ofrecer holocaustos, y sacrificar ofrendas
de paz. Espera siete días, hasta que yo venga a ti, y te enseñe lo que
has de hacer. |
|
9 |
|
Y sucedió que cuando él volvió la
espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas
señales acontecieron en aquel día. |
|
10 |
|
Y cuando llegaron allá al collado, he
aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él, y el
Espíritu de Dios vino sobre él, y profetizó entre ellos. |
|
11 |
|
Y aconteció que, cuando todos los que le
conocían antes, vieron como profetizaba con los profetas, el pueblo
decía el uno al otro: ¿Qué ha sucedido al hijo de Cis? ¿También Saúl
entre los profetas? |
|
12 |
|
Y alguno de allí respondió, y dijo: ¿Y
quién es el padre de ellos? Por esta causa se volvió en proverbio: ¿También
Saúl entre los profetas? |
|
13 |
|
Y cesó de profetizar, y llegó al lugar
alto. |
|
14 |
|
Y un tío de Saúl dijo a él y a su criado:
¿A dónde fuisteis? Y él respondió: A buscar las asnas; y como vimos que
no parecían, fuimos a Samuel. |
|
15 |
|
Y dijo el tío de Saúl: Yo te ruego me
declares qué os dijo Samuel. |
|
16 |
|
Y Saúl respondió a su tío: Nos declaró
expresamente que las asnas habían sido halladas. Mas del asunto del
reino, de que Samuel le había hablado, no le descubrió nada. |
|
17 |
|
Y Samuel convocó el pueblo a Jehová en
Mizpa; |
|
18 |
|
Y dijo a los hijos de Israel: Así dice
Jehová el Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, y os libré de
mano de los egipcios, y de mano de todos los reinos que os afligieron: |
|
19 |
|
Mas vosotros habéis desechado hoy a
vuestro Dios, el cual os libra de todas vuestras adversidades y
angustias, y dijisteis: No, sino pon rey sobre nosotros. Ahora, pues,
presentaos delante de Jehová por vuestras tribus y por vuestros millares. |
|
20 |
|
Y cuando Samuel hizo que se acercasen
todas las tribus de Israel, fue tomada la tribu de Benjamín. |
|
21 |
|
E hizo llegar la tribu de Benjamín por
sus linajes, y fue tomada la familia de Matri; y de ella fue tomado Saúl
hijo de Cis. Y le buscaron, mas no fue hallado. |
|
22 |
|
Preguntaron, pues, otra vez a Jehová, si
había aún de venir allí aquel varón. Y respondió Jehová: He aquí que él
está escondido entre el bagaje. |
|
23 |
|
Entonces corrieron, y lo trajeron de
allí, y puesto en medio del pueblo, desde los hombros arriba era más
alto que todo el pueblo. |
|
24 |
|
Y Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Habéis
visto al que ha elegido Jehová, que no hay semejante a él en todo el
pueblo? Entonces el pueblo clamó con alegría, diciendo: ¡Viva el rey! |
|
25 |
|
Samuel recitó luego al pueblo las leyes
del reino, y las escribió en un libro, el cual guardó delante de Jehová.
Y envió Samuel a todo el pueblo cada uno a su casa. |
|
26 |
|
Y Saúl también se fue a su casa en Gabaa,
y fueron con él unos hombres valerosos, cuyo corazón Dios había tocado. |
|
27 |
|
Pero los hijos de Belial dijeron: ¿Cómo
nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco, y no le trajeron presente;
mas él disimuló. |
|
1 Samuel 11 |
|
|
1 |
|
Y subió Nahas amonita, y acampó contra
Jabes de Galaad. Y todos los de Jabes dijeron a Nahas: Haz alianza con
nosotros, y te serviremos. |
|
2 |
|
Y Nahas amonita les respondió: Con esta
condición haré alianza con vosotros, que a cada uno de todos vosotros
saque el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel. |
|
3 |
|
Entonces los ancianos de Jabes le
dijeron: Danos siete días, para que enviemos mensajeros a todos los
términos de Israel; y si nadie hubiere que nos defienda, saldremos a ti. |
|
4 |
|
Y llegando los mensajeros a Gabaa de
Saúl, dijeron estas palabras en oídos del pueblo; y todo el pueblo lloró
a voz en grito. |
|
5 |
|
Y he aquí Saúl que venía del campo, tras
los bueyes; y dijo Saúl: ¿Qué tiene el pueblo, que lloran? Y le contaron
las palabras de los hombres de Jabes. |
|
6 |
|
Y al oír Saúl estas palabras, el
Espíritu de Dios vino sobre él, y se encendió en ira en gran manera. |
|
7 |
|
Y tomando un par de bueyes, los cortó en
pedazos, y los envió por todos los términos de Israel por mano de
mensajeros, diciendo: Cualquiera que no saliere en pos de Saúl y en pos
de Samuel, así será hecho a sus bueyes. Y cayó temor de Jehová sobre el
pueblo, y salieron como un solo hombre. |
|
8 |
|
Y les contó en Bezec; y fueron los hijos
de Israel trescientos mil, y treinta mil los hombres de Judá. |
|
9 |
|
Y respondieron a los mensajeros que
habían venido: Así diréis a los de Jabes de Galaad: Mañana al calentar
el sol, seréis librados. Y vinieron los mensajeros, y lo declararon a
los de Jabes, los cuales se alegraron. |
|
10 |
|
Y los de Jabes dijeron: Mañana saldremos
a vosotros, para que hagáis con nosotros todo lo que bien os pareciere. |
|
11 |
|
Y el día siguiente dispuso Saúl el
pueblo en tres escuadrones, y entraron en medio del campamento a la
vigilia de la mañana, e hirieron a los amonitas hasta que el día
calentaba; y los que quedaron fueron dispersos, tal que no quedaron dos
de ellos juntos. |
|
12 |
|
El pueblo entonces dijo a Samuel: ¿Quiénes
son los que decían: Reinará Saúl sobre nosotros? Traed a esos hombres
para que los matemos. |
|
13 |
|
Y Saúl dijo: No morirá hoy ninguno,
porque Jehová ha dado hoy salvación en Israel. |
|
14 |
|
Mas Samuel dijo al pueblo: Venid, vamos
a Gilgal para que renovemos allí el reino. |
|
15 |
|
Y fue todo el pueblo a Gilgal, e
invistieron allí a Saúl por rey delante de Jehová en Gilgal. Y
sacrificaron allí ofrendas de paz delante de Jehová; y se alegraron
mucho allí Saúl y todos los de Israel. |