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Deuteronomio 1 |
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1 |
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Éstas son las palabras que habló Moisés
a todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en la llanura
delante del Mar Rojo, entre Parán, y Tofel, y Labán, y Haserot, y
Dizahab. |
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2 |
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Once jornadas hay desde Horeb, camino
del monte de Seir, hasta Cades-barnea. |
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3 |
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Y fue, que a los cuarenta años, en el
mes undécimo, al primer día del mes, Moisés habló a los hijos de Israel
conforme a todas las cosas que Jehová le había mandado acerca de ellos; |
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4 |
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después que hirió a Sehón rey de los
amorreos, que habitaba en Hesbón, y a Og rey de Basán, que habitaba en
Astarot en Edrei. |
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5 |
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De este lado del Jordán, en tierra de
Moab, comenzó Moisés a declarar esta ley, diciendo: |
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6 |
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Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb,
diciendo: Bastante tiempo habéis estado en este monte. |
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7 |
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Volveos, e id al monte del amorreo, y a
todas sus comarcas, en el llano, en el monte, en los valles, en el sur,
en la costa del mar, en la tierra del cananeo y el Líbano, hasta el gran
río, el río Éufrates. |
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8 |
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Mirad, yo he dado la tierra en vuestra
presencia; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres
Abraham, Isaac, y Jacob, que les daría a ellos y a su simiente después
de ellos. |
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9 |
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Y yo os hablé entonces, diciendo: Yo no
puedo llevaros solo. |
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10 |
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Jehová vuestro Dios os ha multiplicado,
y he aquí sois hoy vosotros como las estrellas del cielo en multitud. |
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11 |
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¡Jehová el Dios de vuestros padres os
multiplique mil veces más de lo que sois, y os bendiga, como os ha
prometido! |
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12 |
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¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias,
vuestras cargas, y vuestros pleitos? |
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13 |
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Dadme de entre vosotros, de vuestras
tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga
por vuestros jefes. |
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14 |
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Y me respondisteis, y dijisteis: Bueno
es hacer lo que has dicho. |
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15 |
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Y tomé los principales de vuestras
tribus, varones sabios y expertos, y los puse por jefes sobre vosotros,
jefes de millares, y jefes de cientos, y jefes de cincuenta, y cabos de
diez, y gobernadores a vuestras tribus. |
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16 |
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Y entonces mandé a vuestros jueces,
diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el
hombre y su hermano, y el que le es extranjero. |
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17 |
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No tengáis respeto de personas en el
juicio; así al pequeño como al grande oiréis: no tendréis temor de
ninguno, porque el juicio es de Dios: y la causa que os fuere difícil,
la traeréis a mí, y yo la oiré. |
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18 |
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Os mandé, pues, en aquel tiempo todo lo
que habíais de hacer. |
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19 |
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Y partidos de Horeb, anduvimos todo
aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del
monte del amorreo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos
hasta Cades-barnea. |
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20 |
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Entonces os dije: Llegado habéis al
monte del amorreo, el cual Jehová nuestro Dios nos da. |
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21 |
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Mira, Jehová tu Dios ha dado delante de
ti la tierra: sube y poséela, como Jehová el Dios de tus padres te ha
dicho; no temas ni desmayes. |
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22 |
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Y llegasteis a mí todos vosotros, y
dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros, que nos reconozcan la
tierra y nos traigan de vuelta razón del camino por donde hemos de
subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar. |
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23 |
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Y el dicho me pareció bien: y tomé doce
varones de vosotros, un varón por tribu; |
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24 |
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y se encaminaron, y subieron al monte, y
llegaron hasta el valle de Escol, y reconocieron la tierra. |
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25 |
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Y tomaron en sus manos del fruto del
país, y nos lo trajeron, y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la
tierra que Jehová nuestro Dios nos da. |
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26 |
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Pero no quisisteis subir, antes fuisteis
rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios; |
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27 |
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y murmurasteis en vuestras tiendas,
diciendo: Porque Jehová nos aborrecía, nos ha sacado de tierra de Egipto,
para entregarnos en mano del amorreo para destruirnos. |
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28 |
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¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos
han hecho desfallecer nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y
más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo;
y también vimos allí hijos de gigantes. |
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29 |
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Entonces os dije: No temáis, ni tengáis
miedo de ellos. |
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30 |
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Jehová vuestro Dios, el cual va delante
de vosotros, Él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que
hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos; |
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31 |
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Y en el desierto has visto que Jehová tu
Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que
habéis andado, hasta que habéis venido a este lugar. |
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32 |
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y aun con esto no creísteis a Jehová
vuestro Dios, |
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33 |
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el cual iba delante de vosotros por el
camino, para reconoceros el lugar donde habíais de asentar el campo, con
fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con
nube de día. |
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34 |
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Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras,
y se enojó, y juró diciendo: |
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35 |
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No verá hombre alguno de éstos, de esta
mala generación, la buena tierra que juré había de dar a vuestros
padres, |
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36 |
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excepto Caleb hijo de Jefone: él la verá,
y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque cumplió en pos
de Jehová. |
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37 |
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Y también contra mí se airó Jehová por
vosotros, diciendo: Tampoco tú entrarás allá: |
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38 |
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Josué hijo de Nun, que está delante de
ti, él entrará allá: anímale; porque él la hará heredar a Israel. |
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39 |
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Y vuestros chiquitos, de los cuales
dijisteis serán por presa, y vuestros hijos que no saben hoy bueno ni
malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán. |
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40 |
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Pero vosotros volveos, e id al desierto,
camino del Mar Rojo. |
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41 |
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Entonces respondisteis y me dijisteis:
Hemos pecado contra Jehová; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a
todo lo que Jehová nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno
de sus armas de guerra, y os apercibisteis para subir al monte. |
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42 |
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Y Jehová me dijo: Diles: No subáis, ni
peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis heridos delante
de vuestros enemigos. |
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43 |
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Y os hablé, y no quisisteis oír; antes
fuisteis rebeldes al mandamiento de Jehová, y persistiendo con altivez
subisteis al monte. |
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44 |
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Y salió el amorreo, que habitaba en
aquel monte, a vuestro encuentro, y os persiguieron, como hacen las
avispas, y os derrotaron en Seir, persiguiéndoos hasta Horma. |
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45 |
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Y volvisteis, y llorasteis delante de
Jehová; pero Jehová no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído. |
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46 |
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Así estuvisteis en Cades por muchos días,
de acuerdo a los días que habéis estado allí. |
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Deuteronomio 2 |
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1 |
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Luego volvimos y nos fuimos al desierto,
camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de
Seir por muchos días. |
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2 |
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Y Jehová me habló, diciendo: |
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3 |
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Bastante habéis rodeado este monte;
volveos al norte. |
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4 |
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Y manda al pueblo, diciendo: Pasando
vosotros por el territorio de vuestros hermanos los hijos de Esaú, que
habitan en Seir, ellos tendrán miedo de vosotros; mas vosotros guardaos
mucho: |
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5 |
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No os metáis con ellos; que no os daré
de su tierra ni aun el ancho de la planta de un pie; porque yo he dado
por heredad a Esaú el monte de Seir. |
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6 |
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Compraréis de ellos por dinero las
viandas, y comeréis; y también compraréis de ellos el agua, y beberéis: |
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7 |
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Pues Jehová tu Dios te ha bendecido en
toda la obra de tus manos; Él conoce tu caminar por este gran desierto;
estos cuarenta años Jehová tu Dios ha sido contigo; y ninguna cosa te ha
faltado. |
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8 |
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Y pasamos de nuestros hermanos los hijos
de Esaú, que habitaban en Seir, por el camino de la llanura de Elat y de
Ezión-geber. Y volvimos, y pasamos camino del desierto de Moab. |
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9 |
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Y Jehová me dijo: No molestes a Moab, ni
te empeñes con ellos en guerra, que no te daré posesión de su tierra;
porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos de Lot. |
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10 |
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( Allí habitaron antes los emitas,
pueblo grande y numeroso, y alto como los anaceos; |
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11 |
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que también eran contados por gigantes
como los anaceos; pero los moabitas los llaman emitas. |
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12 |
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Y en Seir habitaron antes los horeos, a
los cuales echaron los hijos de Esaú; y los destruyeron de delante de
sí, y moraron en lugar de ellos; como hizo Israel en la tierra de su
posesión que les dio Jehová. ) |
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13 |
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Levantaos ahora, y pasad el arroyo de
Zered. Y pasamos el arroyo de Zered. |
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14 |
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Y los días que anduvimos de Cades-barnea
hasta que pasamos el arroyo de Zered, fueron treinta y ocho años; hasta
que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del
campo, como Jehová les había jurado. |
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15 |
|
Y también la mano de Jehová fue sobre
ellos para destruirlos de en medio del campo, hasta acabarlos. |
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16 |
|
Y aconteció que cuando se hubieron
acabado de morir todos los hombres de guerra de entre el pueblo, |
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17 |
|
Jehová me habló, diciendo: |
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18 |
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Tú pasarás hoy el término de Moab, a Ar, |
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19 |
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y cuando te acerques a los hijos de
Amón; no los molestes, ni te metas con ellos; porque no te daré posesión
de la tierra de los hijos de Amón; porque a los hijos de Lot la he dado
por heredad. |
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20 |
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( Por tierra de gigantes fue también
ella tenida: habitaron en ella gigantes en otro tiempo, a los cuales los
amonitas llamaban zomzomeos; |
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21 |
|
pueblo grande, y numeroso, y alto, como
los anaceos; a los cuales Jehová destruyó de delante de los amonitas,
quienes les sucedieron, y habitaron en su lugar: |
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22 |
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Como hizo con los hijos de Esaú, que
habitaban en Seir, de delante de los cuales destruyó a los horeos; y
ellos les sucedieron, y habitaron en su lugar hasta hoy. |
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23 |
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Y a los aveos que habitaban en Haserin
hasta Gaza, los caftoreos que salieron de Caftor los destruyeron, y
habitaron en su lugar. ) |
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24 |
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Levantaos, partid, y pasad el arroyo de
Arnón: he aquí he dado en tu mano a Sehón rey de Hesbón, amorreo, y a su
tierra; comienza a tomar posesión, y contiende con él en guerra. |
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25 |
|
Hoy comenzaré a poner tu miedo y tu
espanto sobre los pueblos que están debajo de todo el cielo, los cuales
oirán tu fama, y temblarán, y se angustiarán delante de ti. |
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26 |
|
Y envié mensajeros desde el desierto de
Cademot a Sehón rey de Hesbón, con palabras de paz, diciendo: |
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27 |
|
Pasaré por tu tierra por el camino; por
el camino iré, sin apartarme a derecha ni a izquierda. |
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28 |
|
La comida me venderás por dinero, y
comeré; el agua también me darás por dinero, y beberé; solamente pasaré
a pie; |
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29 |
|
como lo hicieron conmigo los hijos de
Esaú que habitaban en Seir, y los moabitas que habitaban en Ar; hasta
que pase el Jordán a la tierra que nos da Jehová nuestro Dios. |
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30 |
|
Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que
pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido
su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como
hasta hoy. |
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31 |
|
Y me dijo Jehová: He aquí yo he
comenzado a dar delante de ti a Sehón y a su tierra; comienza a tomar
posesión, para que heredes su tierra. |
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32 |
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Y nos salió Sehón al encuentro, él y
todo su pueblo, para pelear en Jahaza. |
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33 |
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Mas Jehová nuestro Dios lo entregó
delante de nosotros; y herimos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo. |
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34 |
|
Y tomamos entonces todas sus ciudades, y
destruimos todas las ciudades, hombres, y mujeres, y niños; no dejamos
ninguno: |
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35 |
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Solamente tomamos para nosotros las
bestias y el despojo de las ciudades que habíamos tomado. |
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36 |
|
Desde Aroer, que está junto a la ribera
del arroyo de Arnón, y desde la ciudad que está junto al arroyo, hasta
Galaad, no hubo ciudad que escapase de nosotros; todas las entregó
Jehová nuestro Dios en nuestro poder. |
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37 |
|
Solamente a la tierra de los hijos de
Amón no llegaste, ni a todo lo que está a la orilla del arroyo de Jaboc
ni a las ciudades del monte, ni a lugar alguno que Jehová nuestro Dios
había prohibido. |
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Deuteronomio 3 |
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1 |
|
Y volvimos, y subimos camino de Basán, y
nos salió al encuentro Og rey de Basán para pelear, él y todo su pueblo,
en Edrei. |
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2 |
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Y me dijo Jehová: No tengas temor de él,
porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo, y su tierra; y
harás con él como hiciste con Sehón rey amorreo, que habitaba en Hesbón. |
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3 |
|
Y Jehová nuestro Dios entregó también en
nuestra mano a Og rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual herimos
hasta no quedar de él ninguno. |
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4 |
|
Y tomamos entonces todas sus ciudades;
no quedó ciudad que no les tomásemos: sesenta ciudades, toda la tierra
de Argob, del reino de Og en Basán. |
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5 |
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Todas éstas eran ciudades fortificadas
con muros altos, con puertas y cerrojos; además de muchas otras ciudades
sin muro. |
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6 |
|
Y las destruimos, como hicimos a Sehón
rey de Hesbón, destruyendo en toda ciudad hombres, mujeres, y niños. |
|
7 |
|
Y tomamos para nosotros todas las
bestias, y el despojo de las ciudades. |
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8 |
|
También tomamos en aquel tiempo de mano
de dos reyes amorreos que estaban de este lado del Jordán, la tierra
desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón. |
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9 |
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( Los sidonios llaman a Hermón Sirión; y
los amorreos, Senir. ) |
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10 |
|
Todas las ciudades de la llanura, y todo
Galaad, y todo Basán hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en
Basán. |
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11 |
|
Porque sólo Og rey de Basán había
quedado de los gigantes que quedaron. He aquí su cama, una cama de
hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón?; la longitud de ella de
nueve codos, y su anchura de cuatro codos, al codo de un hombre. |
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12 |
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Y esta tierra que heredamos entonces
desde Aroer, que está al arroyo de Arnón, y la mitad del monte de Galaad
con sus ciudades, di a los rubenitas y a los gaditas: |
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13 |
|
Y el resto de Galaad, y todo Basán, del
reino de Og, lo di a la media tribu de Manasés; toda la tierra de Argob,
todo Basán, que se llamaba la tierra de los gigantes. |
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14 |
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Jair hijo de Manasés tomó toda la tierra
de Argob hasta el término de Gesur y Maaca; y la llamó de su nombre
Basán-havot-jair, hasta hoy. |
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15 |
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Y a Maquir di a Galaad. |
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16 |
|
Y a los rubenitas y gaditas di de Galaad
hasta el arroyo de Arnón, el medio del arroyo por término; hasta el
arroyo de Jaboc, término de los hijos de Amón: |
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17 |
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Asimismo la llanura, y el Jordán, y el
límite, desde Cineret hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, hasta las
vertientes abajo del Pisga al oriente. |
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18 |
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Y os mandé entonces, diciendo: Jehová
vuestro Dios os ha dado esta tierra para que la poseáis; pasaréis
armados delante de vuestros hermanos los hijos de Israel todos los
valientes. |
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19 |
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Solamente vuestras esposas, vuestros
niños, y vuestros ganados ( yo sé que tenéis mucho ganado ), quedarán en
vuestras ciudades que os he dado, |
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20 |
|
hasta que Jehová dé reposo a vuestros
hermanos, así como a vosotros, y hereden también ellos la tierra que
Jehová vuestro Dios les ha dado al otro lado del Jordán: entonces os
volveréis cada uno a su heredad que yo os he dado. |
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21 |
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Mandé también a Josué entonces, diciendo:
Tus ojos vieron todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho a aquellos dos
reyes: así hará Jehová a todos los reinos a los cuales pasarás tú. |
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22 |
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No los temáis; que Jehová vuestro Dios,
Él es el que pelea por vosotros. |
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23 |
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Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo: |
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24 |
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Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar
a tu siervo tu grandeza, y tu mano fuerte; porque ¿qué Dios hay en el
cielo o en la tierra que haga según tus obras, y conforme a tus proezas? |
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25 |
|
Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra
buena, que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano. |
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26 |
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Pero Jehová estaba enojado conmigo por
causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Bástate,
no me hables más de este asunto. |
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27 |
|
Sube a la cumbre del Pisga y alza tus
ojos al occidente, y al norte, y al sur, y al oriente, y ve con tus ojos;
porque no pasarás este Jordán. |
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28 |
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Y manda a Josué, y anímalo, y
fortalécelo; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará
heredar la tierra que tú verás. |
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29 |
|
Y paramos en el valle delante de Bet-peor. |
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Deuteronomio 4 |
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1 |
|
Ahora pues, oh Israel, oye los estatutos
y derechos que yo os enseño, para que los ejecutéis y viváis, y entréis
y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. |
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2 |
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No añadiréis a la palabra que yo os
mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de
Jehová vuestro Dios que yo os ordeno. |
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3 |
|
Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová
con motivo de Baal-peor; que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor
destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti. |
|
4 |
|
Mas vosotros que os aferrasteis a Jehová
vuestro Dios, todos estáis vivos hoy. |
|
5 |
|
Mirad, yo os he enseñado estatutos y
derechos tal como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio
de la tierra en la cual entráis para poseerla. |
|
6 |
|
Guardadlos, pues, y ponedlos por obra;
porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los
pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente
pueblo sabio y entendido, nación grande es ésta. |
|
7 |
|
Porque ¿qué nación grande hay que tenga
a Dios tan cerca a sí, como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto
le pedimos? |
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8 |
|
Y ¿qué nación grande hay que tenga
estatutos y derechos tan justos como toda esta ley que hoy pongo delante
de vosotros? |
|
9 |
|
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma
con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y
no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las
enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. |
|
10 |
|
El día que estuviste delante de Jehová
tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo
les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los
días que vivieren sobre la tierra: y las enseñarán a sus hijos; |
|
11 |
|
Y os acercasteis, y os pusisteis al pie
del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con
tinieblas, nube, y oscuridad. |
|
12 |
|
Y Jehová habló con vosotros de en medio
del fuego; oísteis la voz de sus palabras, pero a excepción de oír la
voz, ninguna figura visteis. |
|
13 |
|
Y Él os anunció su pacto, el cual os
mandó poner por obra, los diez mandamientos; y los escribió en dos
tablas de piedra. |
|
14 |
|
A mí también me mandó Jehová en aquel
tiempo a enseñaros los estatutos y derechos, para que los pusieseis por
obra en la tierra a la cual pasáis para poseerla. |
|
15 |
|
Guardad, pues, mucho vuestras almas;
pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en
medio del fuego; |
|
16 |
|
para que no os corrompáis, y hagáis para
vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, |
|
17 |
|
figura de algún animal que sea en la
tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, |
|
18 |
|
figura de ningún animal que vaya
arrastrando por la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua
debajo de la tierra. |
|
19 |
|
No sea que alzando tus ojos al cielo, y
viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo,
seas incitado, y te inclines a ellos, y les sirvas; porque Jehová tu
Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. |
|
20 |
|
Mas a vosotros Jehová os tomó, y os ha
sacado del horno de hierro, de Egipto, para que le seáis por pueblo, por
heredad, como en este día. |
|
21 |
|
Y Jehová se enojó contra mí por causa de
vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena
tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad. |
|
22 |
|
Así que yo voy a morir en esta tierra; y
no cruzaré el Jordán; pero vosotros pasaréis y poseeréis aquella buena
tierra. |
|
23 |
|
Guardaos, no sea que olvidéis el pacto
de Jehová vuestro Dios, que Él estableció con vosotros, y os hagáis
escultura o imagen de cualquier cosa, que Jehová tu Dios te ha
prohibido. |
|
24 |
|
Porque Jehová tu Dios es fuego
consumidor, Dios celoso. |
|
25 |
|
Cuando hubiereis engendrado hijos y
nietos, y hubiereis envejecido en la tierra, y os corrompiereis, e
hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante
los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; |
|
26 |
|
Yo pongo hoy por testigos al cielo y a
la tierra, que presto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual
pasáis el Jordán para poseerla: no estaréis en ella largos días sin que
seáis totalmente destruidos. |
|
27 |
|
Y Jehová os esparcirá entre los pueblos,
y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará
Jehová: |
|
28 |
|
Y serviréis allí a dioses hechos de
manos de hombres, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen,
ni huelen. |
|
29 |
|
Mas si desde allí buscares a Jehová tu
Dios, lo hallarás, si lo buscares con todo tu corazón y con toda tu
alma. |
|
30 |
|
Cuando estuviereis en angustia, y te
alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a
Jehová tu Dios, y oyeres su voz; |
|
31 |
|
( porque Jehová tu Dios es Dios
misericordioso; ) Él no te abandonará, ni te destruirá, ni se olvidará
del pacto que juró a tus padres. |
|
32 |
|
Pues pregunta ahora acerca de los
tiempos pasados que fueron antes de ti, desde el día en que Dios creó al
hombre sobre la tierra; y desde un extremo del cielo hasta el otro, si
se ha hecho cosa tan grande como ésta, o se ha oído algo como esto. |
|
33 |
|
¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios,
hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y ha sobrevivido? |
|
34 |
|
¿O ha intentado Dios venir a tomar para
sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con
milagros y con guerra, y mano fuerte y brazo extendido, y grandes
terrores, como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en
Egipto ante tus ojos? |
|
35 |
|
A ti te fue mostrado, para que supieses
que Jehová, Él es Dios; no hay otro fuera de Él. |
|
36 |
|
Desde los cielos te hizo oír su voz,
para enseñarte; sobre la tierra te mostró su gran fuego, has oído sus
palabras de en medio del fuego. |
|
37 |
|
Y por cuanto Él amó a tus padres,
escogió a su simiente después de ellos, y te sacó delante de sí de
Egipto con su gran poder; |
|
38 |
|
Para echar de delante de ti naciones
grandes y más fuertes que tú, y para introducirte, y darte su tierra por
heredad, como hoy. |
|
39 |
|
Reconoce pues, hoy, y reconsidera en tu
corazón que Jehová Él es Dios arriba en el cielo, y abajo sobre la
tierra; no hay otro. |
|
40 |
|
Y guarda sus estatutos y sus
mandamientos que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus
hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu
Dios te da para siempre. |
|
41 |
|
Entonces apartó Moisés tres ciudades de
este lado del Jordán al nacimiento del sol, |
|
42 |
|
para que huyese allí el homicida que
matase a su prójimo por yerro, sin haber tenido enemistad con él en el
pasado; y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida: |
|
43 |
|
A Beser en el desierto, en tierra de la
llanura, de los rubenitas; y a Ramot en Galaad, de los gaditas; y a
Golán en Basán, de los de Manasés. |
|
44 |
|
Ésta, pues, es la ley que Moisés propuso
delante de los hijos de Israel. |
|
45 |
|
Éstos son los testimonios, y los
estatutos, y los derechos, que Moisés notificó a los hijos de Israel,
cuando hubieron salido de Egipto; |
|
46 |
|
a este lado del Jordán, en el valle
delante de Bet-peor, en la tierra de Sehón rey de los amorreos, que
habitaba en Hesbón, al cual hirió Moisés con los hijos de Israel, cuando
hubieron salido de Egipto: |
|
47 |
|
Y poseyeron su tierra, y la tierra de Og
rey de Basán; dos reyes de los amorreos que estaban de este lado del
Jordán, hacia el nacimiento del sol: |
|
48 |
|
Desde Aroer, que está junto a la ribera
del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sión, que es Hermón; |
|
49 |
|
y toda la llanura de este lado del
Jordán, al oriente, hasta el mar del Arabá, hasta las vertientes de las
aguas abajo del Pisga. |
|
Deuteronomio 5 |
|
|
1 |
|
Y Moisés llamó a todo Israel, y les dijo:
Oye, Israel, los estatutos y derechos que yo pronuncio hoy en vuestros
oídos: y aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra. |
|
2 |
|
Jehová nuestro Dios hizo pacto con
nosotros en Horeb. |
|
3 |
|
No con nuestros padres hizo Jehová este
pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos. |
|
4 |
|
Cara a cara habló Jehová con vosotros en
el monte de en medio del fuego |
|
5 |
|
( Yo estaba entonces entre Jehová y
vosotros, para declararos la palabra de Jehová; porque vosotros
tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte ), diciendo: |
|
6 |
|
Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de
tierra de Egipto, de casa de siervos. |
|
7 |
|
No tendrás dioses ajenos delante de mí. |
|
8 |
|
No harás para ti escultura, ni imagen
alguna de cosa que está arriba en los cielos, o abajo en la tierra, o en
las aguas debajo de la tierra: |
|
9 |
|
No te inclinarás a ellas ni les
servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la
maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen, |
|
10 |
|
y que hago misericordia a millares de
los que me aman y guardan mis mandamientos. |
|
11 |
|
No tomarás en vano el nombre de Jehová
tu Dios; porque Jehová no dará por inocente al que tomare en vano su
nombre. |
|
12 |
|
Guarda el día de reposo para
santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. |
|
13 |
|
Seis días trabajarás y harás toda tu
obra: |
|
14 |
|
Mas el séptimo es reposo a Jehová tu
Dios: ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu
sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni tu peregrino
que está dentro de tus puertas; para que descanse tu siervo y tu sierva
como tú. |
|
15 |
|
Y acuérdate que fuiste siervo en tierra
de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo
extendido: por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día
de reposo. |
|
16 |
|
Honra a tu padre y a tu madre, como
Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para
que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. |
|
17 |
|
No matarás. |
|
18 |
|
No cometerás adulterio. |
|
19 |
|
No hurtarás. |
|
20 |
|
No dirás falso testimonio contra tu
prójimo. |
|
21 |
|
No codiciarás la esposa de tu prójimo,
ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su
sierva, ni su buey, ni su asno, ni ninguna cosa que sea de tu prójimo. |
|
22 |
|
Estas palabras habló Jehová a toda
vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de
la oscuridad, a gran voz: y no añadió más. Y las escribió en dos tablas
de piedra, las cuales me dio a mí. |
|
23 |
|
Y aconteció, que como vosotros oísteis
la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en
fuego, os acercasteis a mí todos los príncipes de vuestras tribus, y
vuestros ancianos; |
|
24 |
|
y dijisteis: He aquí, Jehová nuestro
Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en
medio del fuego: hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste
vive. |
|
25 |
|
Ahora pues, ¿por qué moriremos? Porque
este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de Jehová
nuestro Dios, moriremos. |
|
26 |
|
Porque, ¿qué es toda carne, para que
oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como
nosotros la oímos, y viva? |
|
27 |
|
Acércate tú, y oye todas las cosas que
dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro
Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos. |
|
28 |
|
Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras,
cuando me hablabais; y me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de
este pueblo, que ellos te han hablado: bien está todo lo que han dicho. |
|
29 |
|
¡Quién diera que tuviesen tal corazón,
que me temiesen, y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para
que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! |
|
30 |
|
Ve, diles: Volveos a vuestras tiendas. |
|
31 |
|
Y tú quédate aquí conmigo, y te diré
todos los mandamientos, y estatutos, y derechos que les has de enseñar,
a fin que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy para
poseerla. |
|
32 |
|
Mirad, pues, que hagáis como Jehová
vuestro Dios os ha mandado: no os apartéis a derecha ni a izquierda; |
|
33 |
|
Andad en todo camino que Jehová vuestro
Dios os ha mandado, para que viváis, y os vaya bien, y tengáis largos
días en la tierra que habéis de poseer. |
|
Deuteronomio 6 |
|
|
1 |
|
Éstos, pues, son los mandamientos,
estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para
que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para
poseerla: |
|
2 |
|
Para que temas a Jehová tu Dios,
guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, y
tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, y que tus días
sean prolongados. |
|
3 |
|
Oye pues, oh Israel, y cuida de ponerlos
por obra, para que te vaya bien, y seáis multiplicados, como te ha
prometido Jehová el Dios de tus padres, en la tierra que fluye leche y
miel. |
|
4 |
|
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová
uno es: |
|
5 |
|
Y amarás a Jehová tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con todo tu poder. |
|
6 |
|
Y estas palabras que yo te mando hoy,
estarán sobre tu corazón: |
|
7 |
|
Y las repetirás a tus hijos, y hablarás
de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y
cuando te levantes: |
|
8 |
|
Y las atarás por señal en tu mano, y
estarán por frontales entre tus ojos: |
|
9 |
|
Y las escribirás en los postes de tu
casa, y en tus portadas. |
|
10 |
|
Y será, cuando Jehová tu Dios te hubiere
introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob,
que te daría; en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, |
|
11 |
|
y casas llenas de todo bien, que tú no
llenaste, y cisternas cavadas, que tú no cavaste, viñas y olivares que
no plantaste; luego que comieres y te saciares, |
|
12 |
|
guárdate que no te olvides de Jehová,
que te sacó de tierra de Egipto, de casa de siervos. |
|
13 |
|
A Jehová tu Dios temerás, y a Él solo
servirás, y por su nombre jurarás. |
|
14 |
|
No andaréis en pos de dioses ajenos, de
los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos: |
|
15 |
|
Porque el Dios celoso, Jehová tu Dios,
en medio de ti está; no sea que se encienda el furor de Jehová tu Dios
contra ti, y te destruya de sobre la faz de la tierra. |
|
16 |
|
No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como
lo tentasteis en Masah. |
|
17 |
|
Guardaréis diligentemente los
mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios y sus estatutos
que te ha mandado. |
|
18 |
|
Y harás lo recto y bueno en ojos de
Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que
Jehová juró a tus padres; |
|
19 |
|
para echar a todos tus enemigos de
delante de ti, como Jehová ha dicho. |
|
20 |
|
Y cuando mañana te preguntare tu hijo,
diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y derechos que
Jehová nuestro Dios os ha mandado? |
|
21 |
|
Entonces dirás a tu hijo: Nosotros
éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano
fuerte; |
|
22 |
|
y Jehová mostró señales y milagros
grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa,
delante de nuestros ojos; |
|
23 |
|
y nos sacó de allá, para traernos y
darnos la tierra que juró a nuestros padres; |
|
24 |
|
Y nos mandó Jehová que ejecutásemos
todos estos estatutos, y que temiésemos a Jehová nuestro Dios, para que
nos vaya bien todos los días, y para preservarnos la vida, como hasta
hoy. |
|
25 |
|
Y tendremos justicia cuando cuidáremos
de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro
Dios, como Él nos ha mandado. |
|
Deuteronomio 7 |
|
|
1 |
|
Cuando Jehová tu Dios te hubiere
introducido en la tierra en la cual tú has de entrar para poseerla, y
hubiere echado de delante de ti muchas naciones, al heteo, al gergeseo,
y al amorreo, y al cananeo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo,
siete naciones mayores y más fuertes que tú; |
|
2 |
|
Y cuando Jehová tu Dios las hubiere
entregado delante de ti, las herirás; del todo las destruirás; no harás
con ellos alianza, ni les tendrás misericordia. |
|
3 |
|
Y no emparentarás con ellos: no darás tu
hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. |
|
4 |
|
Porque desviará a tu hijo de en pos de
mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre
vosotros, y te destruirá presto. |
|
5 |
|
Mas así habéis de hacer con ellos: Sus
altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes
de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego. |
|
6 |
|
Porque tú eres pueblo santo a Jehová tu
Dios: Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más
que todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra. |
|
7 |
|
No por ser vosotros más que todos los
pueblos os ha querido Jehová, y os ha escogido; porque vosotros erais el
más pequeño de todos los pueblos; |
|
8 |
|
mas porque Jehová os amó, y quiso
guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con
mano fuerte, y os ha rescatado de casa de servidumbre, de la mano de
Faraón, rey de Egipto. |
|
9 |
|
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es
Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman
y guardan sus mandamientos, hasta las mil generaciones; |
|
10 |
|
Y que da el pago en su cara al que le
aborrece, destruyéndolo; y no lo dilatará al que le odia, en su cara le
dará el pago. |
|
11 |
|
Guarda por tanto los mandamientos,
estatutos y derechos que yo te mando hoy que cumplas. |
|
12 |
|
Y será que, si obedeciereis a estos
decretos, y los guardares y los pusieres por obra, Jehová tu Dios
guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres; |
|
13 |
|
y te amará, y te bendecirá, y te
multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre, y el fruto de tu
tierra, y tu grano, y tu mosto, y tu aceite, la cría de tus vacas, y los
rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría. |
|
14 |
|
Bendito serás más que todos los pueblos;
no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus bestias. |
|
15 |
|
Y quitará Jehová de ti toda enfermedad;
y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre
ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren. |
|
16 |
|
Y consumirás a todos los pueblos que te
da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo; ni servirás a sus dioses,
porque te será tropiezo. |
|
17 |
|
Cuando dijeres en tu corazón: Estas
naciones son más grandes que yo, ¿cómo las podré desarraigar? |
|
18 |
|
No tengas temor de ellos; acuérdate bien
de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto; |
|
19 |
|
de las grandes pruebas que vieron tus
ojos, y de las señales y milagros, y de la mano fuerte y brazo extendido
con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los
pueblos de cuya presencia tú temieres. |
|
20 |
|
Y también enviará Jehová tu Dios sobre
ellos avispas, hasta que perezcan los que quedaren, y los que se
hubieren escondido de delante de ti. |
|
21 |
|
No desmayes delante de ellos, que Jehová
tu Dios está en medio de ti, Dios grande y terrible. |
|
22 |
|
Y Jehová tu Dios echará a estas naciones
de delante de ti poco a poco; no las podrás acabar luego, no sea que las
bestias del campo se aumenten contra ti. |
|
23 |
|
Mas Jehová tu Dios las entregará delante
de ti, y Él las quebrantará con grande destrozo, hasta que sean
destruidas. |
|
24 |
|
Y Él entregará sus reyes en tu mano, y
tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; nadie te hará
frente hasta que los destruyas. |
|
25 |
|
Las esculturas de sus dioses quemarás en
el fuego: no codiciarás plata ni oro de sobre ellas para tomarlo para ti,
para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios; |
|
26 |
|
y no meterás abominación en tu casa,
para que no seas anatema como ello; del todo lo aborrecerás y lo
abominarás; porque es anatema. |
|
Deuteronomio 8 |
|
|
1 |
|
Cuidaréis de poner por obra todo
mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados,
y entréis, y poseáis la tierra, de la cual juró Jehová a vuestros
padres. |
|
2 |
|
Y te acordarás de todo el camino por
donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto,
para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si
habías de guardar o no sus mandamientos. |
|
3 |
|
Y te afligió, y te hizo tener hambre, y
te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían
conocido; para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, sino
de toda palabra que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. |
|
4 |
|
Tu ropa nunca se envejeció sobre ti, ni
el pie se te ha hinchado por estos cuarenta años. |
|
5 |
|
Reconoce asimismo en tu corazón, que
como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. |
|
6 |
|
Guardarás, pues, los mandamientos de
Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndolo. |
|
7 |
|
Porque Jehová tu Dios te introduce en la
buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes, de abismos que
brotan por vegas y montes; |
|
8 |
|
tierra de trigo y cebada, y de vides, e
higueras, y granados; tierra de olivos, de aceite, y de miel; |
|
9 |
|
tierra en la cual no comerás el pan con
escasez, no te faltará nada en ella; tierra que sus piedras son hierro,
y cortarás bronce de sus montes. |
|
10 |
|
Y comerás y te saciarás, y bendecirás a
Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado. |
|
11 |
|
Guárdate de que no te olvides de Jehová
tu Dios, dejando de observar sus mandamientos, y sus derechos y sus
estatutos que yo te ordeno hoy. |
|
12 |
|
No sea que comas y te sacies, y
edifiques buenas casas en que mores, |
|
13 |
|
y se multipliquen tus vacas y tus ovejas,
y se te multiplique la plata y el oro, y todo lo que tuvieres se te
aumente, |
|
14 |
|
y se eleve luego tu corazón, y te
olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de
siervos; |
|
15 |
|
que te hizo caminar por un desierto
grande y espantoso, de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed,
donde no había agua, y Él te sacó agua de la roca del pedernal; |
|
16 |
|
que te sustentó con maná en el desierto,
comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote,
para a la postre hacerte bien; |
|
17 |
|
y digas en tu corazón: Mi poder y la
fortaleza de mi mano me han traído esta riqueza. |
|
18 |
|
Antes acuérdate de Jehová tu Dios;
porque Él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su
pacto que juró a tus padres, como en este día. |
|
19 |
|
Mas será que si llegares a olvidarte de
Jehová tu Dios, y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres, y
los adorares, yo testifico hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. |
|
20 |
|
Como las naciones que Jehová destruirá
delante de vosotros, así pereceréis; por cuanto no habréis atendido a la
voz de Jehová vuestro Dios. |
|
Deuteronomio 9 |
|
|
1 |
|
Oye, Israel: tú estás hoy para pasar el
Jordán, para entrar a poseer naciones más grandes y más poderosas que tú,
ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo, |
|
2 |
|
un pueblo grande y alto, hijos de los
anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién
se sostendrá delante de los hijos de Anac? |
|
3 |
|
Sabe, pues, hoy que Jehová tu Dios es el
que pasa delante de ti, fuego consumidor, que los destruirá y humillará
delante de ti: y tú los echarás, y los destruirás luego, como Jehová te
ha dicho. |
|
4 |
|
No discurras en tu corazón cuando Jehová
tu Dios los habrá echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me
ha metido Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas
naciones Jehová las echa de delante de ti. |
|
5 |
|
No por tu justicia, ni por la rectitud
de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos; mas por la impiedad de
estas naciones Jehová tu Dios las echa de delante de ti, y para
confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac, y
Jacob. |
|
6 |
|
Por tanto, sabe que no por tu justicia
Jehová tu Dios te da esta buena tierra para poseerla; que pueblo duro de
cerviz eres tú. |
|
7 |
|
Acuérdate, no te olvides que has
provocado a ira a Jehová tu Dios en el desierto: desde el día que
saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar,
habéis sido rebeldes a Jehová. |
|
8 |
|
Y en Horeb provocasteis a ira a Jehová,
y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros. |
|
9 |
|
Cuando yo subí al monte para recibir las
tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros,
estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer
pan ni beber agua: |
|
10 |
|
y me dio Jehová las dos tablas de piedra
escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito conforme a todas
las palabras que os habló Jehová en el monte de en medio del fuego, el
día de la asamblea. |
|
11 |
|
Y fue al cabo de los cuarenta días y
cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas
del pacto. |
|
12 |
|
Y me dijo Jehová: Levántate, desciende
aprisa de aquí; que tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido;
pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una
imagen de fundición. |
|
13 |
|
Y me habló Jehová, diciendo: He visto
ese pueblo, y he aquí, que es pueblo duro de cerviz: |
|
14 |
|
Déjame que los destruya, y raiga su
nombre de debajo del cielo; que yo haré de ti una nación más poderosa y
más grande que ellos. |
|
15 |
|
Y volví y descendí del monte, el cual
ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos. |
|
16 |
|
Y miré, y he aquí habíais pecado contra
Jehová vuestro Dios: os habíais hecho un becerro de fundición,
apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado. |
|
17 |
|
Entonces tomé las dos tablas, y las
arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos. |
|
18 |
|
Y me postré delante de Jehová, como
antes, cuarenta días y cuarenta noches: no comí pan ni bebí agua, a
causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo mal en ojos
de Jehová para enojarlo. |
|
19 |
|
Porque temí a causa del furor y de la
ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero
Jehová me escuchó también esta vez. |
|
20 |
|
Contra Aarón también se enojó Jehová en
gran manera para destruirlo: y también oré por Aarón entonces. |
|
21 |
|
Y tomé vuestro pecado, el becerro que
habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndole muy
bien, hasta que fue reducido a polvo: y eché el polvo de él en el arroyo
que descendía del monte. |
|
22 |
|
También en Tabera, y en Masah, y en
Kibrot-hataava, enojasteis a Jehová. |
|
23 |
|
Y cuando Jehová os envió desde Cades-barnea,
diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado; también fuisteis
rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios, y no lo creísteis, ni
obedecisteis a su voz. |
|
24 |
|
Rebeldes habéis sido a Jehová desde el
día que yo os conozco. |
|
25 |
|
Me postré, pues, delante de Jehová
cuarenta días y cuarenta noches ( como me había postrado antes ) porque
Jehová dijo que os había de destruir. |
|
26 |
|
Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor
Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu
grandeza, que sacaste de Egipto con mano fuerte. |
|
27 |
|
Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac,
y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad, ni a su
pecado; |
|
28 |
|
no sea que digan los de la tierra de
donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová introducirlos en la tierra
que les había dicho, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en
el desierto. |
|
29 |
|
Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que
sacaste con tu gran fortaleza y con tu brazo extendido. |