Ezequiel 25-32


 
Ezequiel 25
 
  1   Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  2   Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los hijos de Amón, y profetiza contra ellos.
  3   Y dirás a los hijos de Amón: Oíd palabra de Jehová el Señor: Así dice Jehová el Señor: Por cuanto dijiste ¡Ea, bien! contra mi santuario cuando fue profanado, y contra la tierra de Israel cuando fue asolada, y contra la casa de Judá, cuando fueron en cautiverio;
  4   por tanto, he aquí, yo te entrego por heredad a los orientales, y pondrán en ti sus apriscos, y colocarán en ti sus tiendas; ellos comerán tus sementeras, y beberán tu leche.
  5   Y pondré a Rabá por establo de camellos, y a los hijos de Amón por majada de ovejas; y sabréis que yo soy Jehová.
  6   Porque así dice Jehová el Señor: Por cuanto tú batiste tus manos, y golpeaste con tus pies, y te regocijaste en tu corazón con todo tu menosprecio contra la tierra de Israel;
  7   por tanto, he aquí yo extenderé mi mano contra ti, y te entregaré a las naciones para ser saqueada; y yo te cortaré de entre los pueblos, y te destruiré de entre las tierras; te raeré; y sabrás que yo soy Jehová.
  8   Así dice Jehová el Señor: Por cuanto dijo Moab y Seir: He aquí la casa de Judá es como todas las naciones;
  9   por tanto, he aquí yo abro el lado de Moab desde las ciudades, desde sus ciudades que están en su confín, las tierras deseables de Bet-jesimot, y Baal-meón, y Quiriataim,
  10   a los hijos del oriente contra los hijos de Amón; y la entregaré por heredad para que no haya más memoria de los hijos de Amón entre las naciones.
  11   También en Moab haré juicios; y sabrán que yo soy Jehová.
  12   Así dice Jehová el Señor: Por lo que hizo Edom tomando venganza de la casa de Judá, pues delinquieron en extremo, y se vengaron de ellos;
  13   Por tanto, así dice Jehová el Señor: Yo también extenderé mi mano sobre Edom, y cortaré de ella hombres y bestias, y la asolaré; desde Temán y Dedán caerán a espada.
  14   Y pondré mi venganza en Edom por la mano de mi pueblo Israel; y harán en Edom según mi enojo y según mi ira; y conocerán mi venganza, dice Jehová el Señor.
  15   Así dice Jehová el Señor: Porque los filisteos procedieron con venganza, cuando se vengaron con despecho de ánimo, destruyendo por antiguas enemistades;
  16   por tanto, así dice Jehová: He aquí yo extiendo mi mano contra los filisteos, y talaré a los cereteos, y destruiré el remanente de la costa del mar.
  17   Y ejecutaré sobre ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Jehová, cuando descargue mi venganza sobre ellos.

 
Ezequiel 26
 
  1   Y aconteció en el undécimo año, en el primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  2   Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro sobre Jerusalén: Ea, bien; destruida está la que era puerta de las naciones; a mí se volvió; yo seré llena; y ella desierta;
  3   por tanto, así dice Jehová el Señor: He aquí yo contra ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus olas.
  4   Y demolerán los muros de Tiro, y derribarán sus torres; y raeré de ella su polvo, y la dejaré como una roca lisa.
  5   Tendedero de redes será en medio del mar, porque yo he hablado, dice Jehová el Señor; y será saqueada por las naciones.
  6   Y sus hijas que están en el campo, serán muertas a espada; y sabrán que yo soy Jehová.
  7   Porque así dice Jehová el Señor: He aquí que del norte traigo yo contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, y carros, y jinetes, y compañías, y mucho pueblo.
  8   Matará a espada a tus hijas que están en el campo; y pondrá contra ti fortaleza, y levantará contra ti baluarte, y escudo afirmará contra ti.
  9   Y pondrá contra ti arietes, contra tus muros, y con sus hachas demolerá tus torres.
  10   Por la multitud de sus caballos te cubrirá el polvo de ellos; con el estruendo de la caballería, y de las ruedas, y de los carros, temblarán tus muros, cuando él entre por tus puertas como por portillos de ciudad destruida.
  11   Con los cascos de sus caballos hollará todas tus calles; a tu pueblo matará a espada, y las estatuas de tu fortaleza caerán a tierra.
  12   Y robarán tus riquezas, y saquearán tus mercaderías: y arruinarán tus muros, y tus casas preciosas destruirán; y pondrán tus piedras y tu madera y tu polvo en medio de las aguas.
  13   Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el sonido de tus arpas.
  14   Y te pondré como una roca lisa; tendedero de redes serás; nunca más serás edificada; porque yo Jehová he hablado, dice Jehová el Señor.
  15   Así dice Jehová el Señor a Tiro: ¿No se estremecerán las islas al estruendo de tu caída, cuando griten los heridos, cuando se haga la matanza en medio de ti?
  16   Entonces todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, y se quitarán sus mantos, y desnudarán sus ropas bordadas; se vestirán de espanto, se sentarán sobre la tierra, y temblarán a cada momento, y estarán ante ti atónitos.
  17   Y levantarán sobre ti endechas, y te dirán: ¿Cómo pereciste tú, poblada por gente de mar, ciudad que fue alabada, que fue fuerte en el mar, ella y sus habitantes, que infundían terror a todos sus vecinos?
  18   Ahora se estremecerán las islas en el día de tu caída, sí, las islas que están en el mar se espantarán de tu partida.
  19   Porque así dice Jehová el Señor: Yo te tornaré en ciudad asolada, como las ciudades que no se habitan; haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán.
  20   Y te haré descender con los que descienden al sepulcro, con el pueblo de antaño; y te pondré en las profundidades de la tierra, como los desiertos antiguos, con los que descienden al sepulcro, para que nunca más seas poblada; y yo daré gloria en la tierra de los vivientes.
  21   Yo te convertiré en espanto, y dejarás de ser; aunque seas buscada, nunca más serás hallada, dice Jehová el Señor.

 
Ezequiel 27
 
  1   Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  2   Tú, hijo de hombre, levanta endechas sobre Tiro.
  3   Y dirás a Tiro: Oh tú que estás asentada a las entradas del mar, que eres mercader de los pueblos de muchas islas: Así dice Jehová el Señor: Tiro, tú has dicho: Yo soy de perfecta hermosura.
  4   En el corazón de los mares están tus términos; los que te edificaron completaron tu belleza.
  5   De cipreses del monte Senir te fabricaron toda tu armazón; tomaron cedros del Líbano para hacerte el mástil.
  6   De encinas de Basán hicieron tus remos; compañía de asirios hicieron tus bancos de marfil de las islas de Quitim.
  7   De lino fino bordado de Egipto era tu cortina, para que te sirviese de vela; de azul y púrpura de las costas de Elisa era tu pabellón.
  8   Los moradores de Sidón y de Arvad fueron tus remeros; tus sabios, oh Tiro, estaban en ti; ellos fueron tus timoneles.
  9   Los ancianos de Gebal y sus expertos calafateadores reparaban tus junturas; todas las galeras del mar y los remeros de ellas estuvieron en ti para negociar contigo.
  10   Persas y los de Lud, y los de Fut, fueron en tu ejército tus hombres de guerra; escudos y yelmos colgaron en ti; ellos te dieron tu honra.
  11   Y los hijos de Arvad con tu ejército estuvieron sobre tus muros alrededor, y los gamadeos en tus torres; sus escudos colgaron sobre tus muros alrededor; ellos completaron tu hermosura.
  12   Tarsis tu mercader a causa de la multitud de todas tus riquezas; con plata, hierro, estaño y plomo, comerciaba en tus ferias.
  13   Grecia, Tubal, y Mesec, fueron tus mercaderes, con hombres y con utensilios de bronce, comerciaban en tus ferias.
  14   De la casa de Togarma, caballos y jinetes y mulos, comerciaban en tu mercado.
  15   Los hijos de Dedán eran tus negociantes; muchas costas tomaban mercadería de tu mano; colmillos de marfil y ébano te dieron en presente.
  16   Siria fue tu mercader por la multitud de tus productos; venía a tus ferias con perlas, púrpura, vestidos bordados, linos finos, corales y rubíes.
  17   Judá, y la tierra de Israel, eran tus mercaderes; con trigos de Minit y Panag, miel, aceite y resina comerciaban en tu mercado.
  18   Damasco, era tu mercader por la multitud de tus productos, por la abundancia de toda riqueza, con vino de Helbón y lana blanca.
  19   Asimismo Dan y el errante Javán vinieron a tus ferias, para negociar en tu mercado con hierro labrado, casia y caña aromática.
  20   Dedán fue tu mercader con paños preciosos para carros.
  21   Arabia y todos los príncipes de Cedar, comerciaban contigo en corderos, y carneros, y machos cabríos; en estas cosas fueron tus mercaderes.
  22   Los mercaderes de Seba y de Raama fueron tus mercaderes; con lo principal de toda especiería, y toda piedra preciosa, y oro, vinieron a tus ferias.
  23   Harán, Cane, Edén y los mercaderes de Seba, de Asiria y de Quilmad, comerciaban contigo.
  24   Éstos eran tus mercaderes en varias cosas; en mantos de azul, y bordados, y en cajas de ropas preciosas, enlazadas con cordones, y en madera de cedro.
  25   Las naves de Tarsis, eran tus flotas que llevaban tus mercancías; y llegaste a ser opulenta y muy gloriosa en medio de los mares.
  26   En muchas aguas te engolfaron tus remeros; viento solano te quebrantó en medio de los mares.
  27   Tus riquezas, tus mercancías, tu comercio, tus marineros, tus timoneles, tus calafateadores, los agentes de tus negocios y todos tus hombres de guerra que hay en ti, con toda tu compañía que en medio de ti se halla, caerán en medio de los mares el día de tu caída.
  28   Al estrépito de las voces de tus timoneles temblarán las costas.
  29   Y descenderán de sus naves todos los que toman remo; remeros, y todos los timoneles del mar se pararán en tierra:
  30   Y harán oír su voz sobre ti, y gritarán amargamente, y echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en la ceniza.
  31   Y se raparán la cabeza por causa de ti, y se ceñirán con cilicio, y llorarán por ti con amargura de corazón y amargo duelo.
  32   Y en sus endechas levantarán sobre ti lamentaciones, y endecharán sobre ti diciendo: ¿Quién como Tiro, como la ciudad destruida en medio del mar?
  33   Cuando tus mercaderías salían de las naves, saciabas a muchos pueblos; a los reyes de la tierra enriqueciste con la multitud de tus riquezas y de tus mercancías.
  34   En el tiempo que serás destrozada por los mares en las profundidades de las aguas, tu comercio y toda tu compañía caerán en medio de ti.
  35   Todos los moradores de las costas se maravillarán sobre ti, y sus reyes temblarán de espanto; y demudarán sus rostros.
  36   Los mercaderes en los pueblos silbarán sobre ti; vendrás a ser espanto, y para siempre dejarás de ser.

 
Ezequiel 28
 
  1   Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  2   Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así dice Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón y dijiste: Yo soy Dios; en la silla de Dios estoy sentado en medio de los mares ( siendo tú hombre y no Dios ), y has puesto tu corazón como corazón de Dios.
  3   He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto;
  4   con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros.
  5   Con la grandeza de tu sabiduría y tu comercio has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.
  6   Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios,
  7   por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los violentos de las naciones, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor.
  8   A la fosa te harán descender, y morirás de la muerte de los que mueren en medio de los mares.
  9   ¿Hablarás delante del que te mate, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en la mano de tu matador.
  10   De muerte de incircuncisos morirás por mano de extranjeros; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor.
  11   Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  12   Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así dice Jehová el Señor: Tú eras el sello a la proporción, lleno de sabiduría, y perfecto en hermosura.
  13   En Edén, en el huerto de Dios estuviste; toda piedra preciosa fue tu vestidura; el sardio, el topacio, el diamante, el crisólito, el ónice y berilo, el zafiro, el carbunclo, la esmeralda y el oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.
  14   Tú, querubín ungido, protector; yo te puse así; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego has andado.
  15   Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
  16   A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te echaré del monte de Dios, y te arrojaré de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.
  17   Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.
  18   Con la multitud de tus maldades, y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, sacaré fuego de en medio de ti, el cual te consumirá, y te pondré en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
  19   Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
  20   Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  21   Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella;
  22   y dirás: Así dice Jehová el Señor: He aquí yo contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado; y sabrán que yo soy Jehová, cuando ejecute en ella juicios, y en ella sea santificado.
  23   Porque pestilencia enviaré a ella, y sangre en sus calles; y caerán muertos en medio de ella; con espada contra ella por todos lados; y sabrán que yo soy Jehová.
  24   Y nunca más será a la casa de Israel espina que le hiera, ni aguijón que le dé dolor, en medio de cuantos la rodean y la desprecian; y sabrán que yo soy Jehová.
  25   Así dice Jehová el Señor: Cuando reúna la casa de Israel de los pueblos entre los cuales está esparcida, entonces me santificaré en ellos a los ojos de las naciones, y habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob.
  26   Y habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y habitarán confiadamente, cuando yo haya ejecutado juicios en todos los que los desprecian en sus alrededores; y sabrán que yo soy Jehová su Dios.

 
Ezequiel 29
 
  1   En el año décimo, en el mes décimo, a los doce del mes, vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  2   Hijo de hombre, pon tu rostro contra Faraón rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto.
  3   Habla, y di: Así dice Jehová el Señor: He aquí yo contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos, el cual dijo: Mío es mi río, y yo lo hice para mí.
  4   Yo pues, pondré anzuelos en tus quijadas, y haré que los peces de tus ríos se peguen a tus escamas, y te sacaré de en medio de tus ríos, y todos los peces de tus ríos se pegarán a tus escamas.
  5   Y te dejaré en el desierto, a ti y a todos los peces de tus ríos; sobre la faz del campo caerás; no serás recogido, ni serás juntado; a las fieras de la tierra y a las aves del cielo te he dado por comida.
  6   Y sabrán todos los moradores de Egipto que yo soy Jehová, por cuanto fueron bordón de caña a la casa de Israel.
  7   Cuando te tomaron con la mano, te quebraste, y les rompiste todo el hombro; y cuando se recostaron sobre ti, te quebraste, y les rompiste sus lomos enteramente.
  8   Por tanto, así dice Jehová el Señor: He aquí que yo traigo contra ti espada, y cortaré de ti hombres y bestias.
  9   Y la tierra de Egipto será asolada y desierta; y sabrán que yo soy Jehová: porque dijo: Mío es mi río, y yo lo hice.
  10   Por tanto, he aquí yo contra ti, y contra tus ríos; y pondré a la tierra de Egipto en total desolación, en la soledad del desierto, desde Migdol hasta Sevene, hasta el término de Etiopía.
  11   No pasará por ella pie de hombre, ni pie de bestia pasará por ella; ni será habitada por cuarenta años.
  12   Y pondré a la tierra de Egipto en soledad entre las tierras asoladas, y sus ciudades entre las ciudades destruidas estarán asoladas por cuarenta años; y esparciré a Egipto entre las naciones, y los dispersaré por las tierras.
  13   Porque así dice Jehová el Señor: Al fin de cuarenta años juntaré a Egipto de los pueblos entre los cuales fueren esparcidos;
  14   y volveré a traer a los cautivos de Egipto, y los volveré a la tierra de Patros, a la tierra de su origen; y allí serán un reino humilde.
  15   En comparación de los otros reinos será humilde; nunca más se alzará sobre las naciones; porque yo los disminuiré, para que no se enseñoreen sobre las naciones.
  16   Y no será más a la casa de Israel por confianza, que les haga recordar el pecado, mirando en pos de ellos; y sabrán que yo soy Jehová el Señor.
  17   Y aconteció en el año veintisiete, en el mes primero, al primer día del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  18   Hijo de hombre, Nabucodonosor rey de Babilonia sometió a su ejército a una ardua labor contra Tiro. Toda cabeza fue rapada, y todo hombro fue desgarrado; y ni para él ni para su ejército hubo paga de Tiro, por el servicio que prestó contra ella.
  19   Por tanto, así dice Jehová el Señor: He aquí que yo doy a Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto; y él tomará su multitud, y recogerá sus despojos, y arrebatará su presa, y habrá paga para su ejército.
  20   Por su trabajo con que sirvió contra ella le he dado la tierra de Egipto; porque trabajaron para mí, dice Jehová el Señor.
  21   En aquel tiempo haré reverdecer el cuerno a la casa de Israel, y abriré tu boca en medio de ellos; y sabrán que yo soy Jehová.

 
Ezequiel 30
 
  1   Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  2   Hijo de hombre, profetiza, y di: Así dice Jehová el Señor: Clamad: ¡Ay de aquel día!
  3   Porque cerca está el día, cerca está el día del Señor; día de nublado, tiempo de las naciones será.
  4   Y la espada vendrá a Egipto, y habrá gran dolor en Etiopía, cuando caigan los heridos en Egipto; y tomarán sus riquezas, y serán destruidos sus fundamentos.
  5   Etiopía, y Libia, y Lidia, y todo el pueblo mezclado, y Cub, y los hijos de las tierras aliadas, caerán con ellos a espada.
  6   Así dice Jehová: También caerán los que sostienen a Egipto, y la altivez de su poderío caerá; desde Migdol hasta Sevene caerán en él a espada, dice Jehová el Señor.
  7   Y serán asolados entre las tierras asoladas, y sus ciudades serán entre las ciudades desiertas.
  8   Y sabrán que yo soy Jehová, cuando ponga fuego a Egipto, y sean destruidos todos sus ayudadores.
  9   En aquel tiempo saldrán mensajeros de delante de mí en navíos, para espantar a Etiopía la confiada, y tendrán espanto como en el día de Egipto; porque he aquí viene.
  10   Así dice Jehová el Señor: Haré cesar la multitud de Egipto por mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia.
  11   Él, y con él su pueblo, los más violentos de las naciones, serán traídos para destruir la tierra; y desenvainarán sus espadas contra Egipto, y llenarán la tierra de muertos.
  12   Y secaré los ríos, y entregaré la tierra en manos de malos, y destruiré la tierra y su plenitud por mano de extranjeros; yo Jehová he hablado.
  13   Así dice Jehová el Señor: Destruiré también las imágenes, y haré cesar los ídolos de Nof; y no habrá más príncipe de la tierra de Egipto, y en la tierra de Egipto pondré temor.
  14   Y asolaré a Patros, y pondré fuego a Zoán, y ejecutaré juicios en No.
  15   Y derramaré mi ira sobre Sin, fortaleza de Egipto, y talaré la multitud de No.
  16   Y pondré fuego a Egipto; Sin tendrá gran dolor, y No será destrozada, y Nof tendrá angustias todos los días.
  17   Los jóvenes de Avén y de Pibeset caerán a espada; y ellas irán en cautiverio.
  18   Y en Tafnes se oscurecerá el día, cuando quiebre yo el yugo de Egipto, y cesará en ella la soberbia de su poderío; una nube la cubrirá, y sus hijas irán en cautiverio.
  19   Ejecutaré, pues, juicios en Egipto y sabrán que yo soy Jehová.
  20   Y aconteció en el año undécimo, en el mes primero, a los siete del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  21   Hijo de hombre, he quebrado el brazo de Faraón rey de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado para que pueda sanar, ni le han puesto faja para ligarlo, a fin de fortalecerle para que pueda sostener la espada.
  22   Por tanto, así dice Jehová el Señor: Heme aquí contra Faraón rey de Egipto, y quebraré sus brazos, el fuerte y el fracturado, y haré que la espada se le caiga de la mano.
  23   Y esparciré a los egipcios entre las naciones, y los dispersaré por las tierras.
  24   Y fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, y pondré mi espada en su mano; mas quebraré los brazos de Faraón, y delante de aquél gemirá con gemidos de herido de muerte.
  25   Fortaleceré, pues, los brazos del rey de Babilonia, y los brazos de Faraón caerán; y sabrán que yo soy Jehová, cuando yo ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia, y él la extendiere contra la tierra de Egipto.
  26   Y esparciré a los egipcios entre las naciones, y los dispersaré por las tierras; y sabrán que yo soy Jehová.

 
Ezequiel 31
 
  1   Y aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, al primer día del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  2   Hijo de hombre, di a Faraón rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu grandeza?
  3   He aquí era el asirio cedro en el Líbano, hermoso en ramas, y de frondoso ramaje y de grande altura, y su copa estaba entre densas ramas.
  4   Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos corrían alrededor de su pie, y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes.
  5   Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas, y a causa de las muchas aguas se alargó su ramaje que había echado.
  6   En sus ramas hacían su nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y a su sombra habitaban todas las grandes naciones.
  7   Se hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz estaba junto a muchas aguas.
  8   Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios; las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron semejantes a su ramaje; ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura.
  9   Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles de Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.
  10   Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto se encumbró en altura, y puso su cumbre entre densas ramas, y su corazón se elevó con su altura,
  11   por eso yo lo he entregado en mano del poderoso de las naciones, que de cierto tratará con él. Yo lo he desechado por su impiedad.
  12   Y los extranjeros, los violentos de las naciones, le han cortado, y lo han abandonado. Sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todos los ríos de la tierra será quebrado su ramaje; y se irán de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán.
  13   Sobre sus ruinas habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo,
  14   para que no se exalten en su altura todos los árboles que están junto a las aguas, ni levanten su cumbre entre las espesuras, ni en sus ramas se paren por su altura todos los que beben aguas; porque todos son entregados a muerte, a la parte más baja de la tierra, en medio de los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.
  15   Así dice Jehová el Señor: El día que descendió a la sepultura, hice hacer luto, hice cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas; y al Líbano cubrí de tinieblas por él, y todos los árboles del campo desmayaron por él.
  16   Del estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando les hice descender al infierno con todos los que descienden a la sepultura; y todos los árboles del Edén, los escogidos y mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron consolados en las partes más bajas de la tierra.
  17   También ellos descendieron con él al infierno, con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que habitaron a su sombra en medio de las naciones.
  18   ¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles del Edén? Pues derribado serás con los árboles del Edén a la parte más baja de la tierra; entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a espada. Éste es Faraón y toda su multitud, dice Jehová el Señor.

 
Ezequiel 32
 
  1   Y aconteció en el año duodécimo, en el mes duodécimo, al primer día del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  2   Hijo de hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: A leoncillo de gentes eres semejante, y eres como la ballena en los mares; que secabas tus ríos, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas.
  3   Así dice Jehová el Señor: Yo extenderé sobre ti mi red en compañía de muchos pueblos, y te harán subir en mi red.
  4   Y te dejaré en tierra, te arrojaré sobre la faz del campo, y haré que posen sobre ti todas las aves del cielo, y saciaré de ti a las bestias de toda la tierra.
  5   Y pondré tus carnes sobre los montes, y llenaré los valles de tus cadáveres.
  6   Y regaré de tu sangre la tierra donde nadas, hasta los montes; y los ríos se llenarán de ti.
  7   Y cuando te haya extinguido, cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas; el sol cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz.
  8   Haré entenebrecer todas las lumbreras del cielo por ti, y pondré tinieblas sobre tu tierra, dice Jehová el Señor.
  9   Y entristeceré el corazón de muchos pueblos, cuando traiga tu destrucción entre las naciones, por las tierras que no conociste.
  10   Y dejaré atónitos sobre ti a muchos pueblos, y sus reyes tendrán horror grande a causa de ti, cuando haga resplandecer mi espada delante de sus rostros, y todos se sobresaltarán en sus ánimos a cada momento en el día de tu caída.
  11   Porque así dice Jehová el Señor: La espada del rey de Babilonia vendrá sobre ti.
  12   Con espadas de fuertes haré caer a tu pueblo; todos ellos serán los poderosos de las naciones; y destruirán la soberbia de Egipto, y toda su multitud será deshecha.
  13   Todas sus bestias destruiré de sobre las muchas aguas; ni más las enturbiará pie de hombre, ni pezuña de bestias las enturbiará.
  14   Entonces haré asentarse sus aguas, y haré que sus ríos corran como aceite, dice Jehová el Señor.
  15   Cuando asuele la tierra de Egipto, y la tierra fuere despojada de su plenitud, cuando hiera a todos los que en ella moran, entonces sabrán que yo soy Jehová.
  16   Ésta es la endecha, y la cantarán; las hijas de las naciones la cantarán: endecharán sobre Egipto, y sobre toda su multitud, dice Jehová el Señor.
  17   Y aconteció en el año duodécimo, a los quince del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
  18   Hijo de hombre, endecha sobre la multitud de Egipto, y despéñalo a él, y a las hijas de las naciones poderosas, a las partes más bajas de la tierra, con los que descienden a la sepultura.
  19   ¿A quién superas en hermosura? Desciende, y yace con los incircuncisos.
  20   Entre los muertos a espada caerán; a la espada es entregado; traedlo a él y a todos sus pueblos.
  21   De en medio del infierno hablarán a él los fuertes de entre los poderosos, con los que le ayudaron, que descendieron y yacen con los incircuncisos muertos a espada.
  22   Allí está Asiria con toda su gente; en derredor de él están sus sepulcros; todos ellos cayeron muertos a espada.
  23   Sus sepulcros fueron puestos a los lados de la fosa, y su gente está por los alrededores de su sepulcro; todos ellos cayeron muertos a espada, los cuales causaron terror en la tierra de los vivientes.
  24   Allí está Elam, y toda su multitud por los alrededores de su sepulcro; todos ellos cayeron muertos a espada, los cuales descendieron incircuncisos a las partes más bajas de la tierra, porque causaron terror en la tierra de los vivientes, mas llevaron su confusión con los que descienden al sepulcro.
  25   En medio de los muertos le pusieron cama con toda su multitud; a sus alrededores están sus sepulcros; todos ellos incircuncisos, muertos a espada, porque causaron terror en la tierra de los vivientes, mas llevaron su confusión con los que descienden al sepulcro; él fue puesto en medio de los muertos.
  26   Allí está Mesec, y Tubal, y toda su multitud; sus sepulcros en sus alrededores; todos ellos incircuncisos muertos a espada, porque habían causado su terror en la tierra de los vivientes.
  27   Y no yacerán con los fuertes que cayeron de los incircuncisos, los cuales descendieron al infierno con sus armas de guerra, y pusieron sus espadas debajo de sus cabezas; mas sus pecados estarán sobre sus huesos, porque fueron terror de fuertes en la tierra de los vivientes.
  28   Tú, pues, serás destruido entre los incircuncisos, y yacerás con los muertos a espada.
  29   Allí está Idumea, sus reyes y todos sus príncipes, los cuales con su poderío fueron puestos con los muertos a espada: ellos yacerán con los incircuncisos, y con los que descienden al sepulcro.
  30   Allí están los príncipes del norte, todos ellos, y todos los de Sidón, que con su terror descendieron con los muertos, avergonzados de su poderío, yacen también incircuncisos con los muertos a espada, y llevaron su confusión con los que descienden al sepulcro.
  31   A éstos verá Faraón, y se consolará sobre toda su multitud; Faraón muerto a espada, y todo su ejército, dice Jehová el Señor.
  32   Porque yo puse mi terror en la tierra de los vivientes, también yacerá entre los incircuncisos con los muertos a espada, Faraón y toda su multitud, dice Jehová el Señor.

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