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Jeremías 32 |
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1 |
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Palabra de Jehová que vino a Jeremías,
el año décimo de Sedequías rey de Judá, que fue el año decimoctavo de
Nabucodonosor. |
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2 |
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Y entonces el ejército del rey de
Babilonia tenía cercada a Jerusalén; y el profeta Jeremías estaba preso
en el patio de la cárcel que estaba en la casa del rey de Judá. |
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3 |
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Pues Sedequías rey de Judá lo había
apresado, diciendo: ¿Por qué profetizas tú diciendo: Así dice Jehová: He
aquí yo entrego esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y la tomará, |
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4 |
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y Sedequías rey de Judá no escapará de
la mano de los caldeos, sino que de cierto será entregado en mano del
rey de Babilonia, y hablará con él boca a boca, y sus ojos verán sus
ojos, |
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5 |
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y hará llevar a Sedequías a Babilonia, y
allá estará hasta que yo le visite, dice Jehová: si peleareis con los
caldeos, no os sucederá bien? |
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6 |
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Y dijo Jeremías: Palabra de Jehová vino
a mí, diciendo: |
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7 |
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He aquí que Hanameel, hijo de Salum tu
tío, viene a ti, diciendo: Cómprame mi heredad que está en Anatot;
porque tú tienes derecho a ella para comprarla. |
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8 |
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Y vino a mí Hanameel, hijo de mi tío,
conforme a la palabra de Jehová, al patio de la cárcel, y me dijo:
Compra ahora mi heredad que está en Anatot, en tierra de Benjamín,
porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti compete la redención;
cómprala para ti. Entonces conocí que era palabra de Jehová. |
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9 |
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Y compré la heredad de Hanameel, hijo de
mi tío, la cual estaba en Anatot, y le pesé el dinero; diecisiete siclos
de plata. |
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10 |
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Y escribí la carta, y la sellé, y llamé
testigos, y pesé el dinero en la balanza. |
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11 |
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Tomé luego la carta de venta, sellada
según el derecho y costumbre, y el traslado abierto. |
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12 |
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Y di la carta de venta a Baruc hijo de
Nerías, hijo de Maasías, delante de Hanameel el hijo de mi tío, y
delante de los testigos que habían suscrito en la carta de venta,
delante de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel. |
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13 |
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Y di orden a Baruc delante de ellos,
diciendo: |
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14 |
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Así dice Jehová de los ejércitos, Dios
de Israel: Toma estas cartas, esta carta de venta sellada, y esta carta
abierta, y ponlas en un vaso de barro, para que se conserven muchos días. |
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15 |
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Porque así dice Jehová de los ejércitos,
Dios de Israel: Aun se comprarán casas, y heredades, y viñas en esta
tierra. |
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16 |
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Y después que di la carta de venta a
Baruc hijo de Nerías, oré a Jehová, diciendo: |
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17 |
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¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste
el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, y no
hay nada que sea difícil para ti; |
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18 |
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que haces misericordia en millares, y
vuelves la maldad de los padres en el seno de sus hijos después de ellos:
Dios grande, poderoso, Jehová de los ejércitos es su nombre; |
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19 |
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grande en consejo, y poderoso en hechos;
porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de
los hombres, para dar a cada uno según sus caminos, y según el fruto de
sus obras; |
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20 |
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Que pusiste señales y portentos en
tierra de Egipto hasta este día, y en Israel, y entre los hombres; y te
has hecho nombre cual es este día; |
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21 |
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y sacaste a tu pueblo Israel de tierra
de Egipto con señales y portentos, y con mano fuerte y brazo extendido,
con terror grande; |
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22 |
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y les diste esta tierra, de la cual
juraste a sus padres que se la darías, tierra que fluye leche y miel; |
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23 |
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y entraron, y la poseyeron; mas no
oyeron tu voz, ni anduvieron en tu ley; nada hicieron de lo que les
mandaste hacer; por tanto has hecho venir sobre ellos todo este mal. |
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24 |
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He aquí que con arietes han acometido la
ciudad para tomarla; y la ciudad va a ser entregada en mano de los
caldeos que pelean contra ella, a causa de la espada, y del hambre y de
la pestilencia; lo que tú habías dicho, ha sucedido, y he aquí tú lo
estás viendo. |
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25 |
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Y tú, oh Señor Jehová me has dicho:
Cómprate la heredad por dinero, y pon testigos; aunque la ciudad sea
entregada en manos de los caldeos. |
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26 |
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Y vino palabra de Jehová a Jeremías,
diciendo: |
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27 |
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He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda
carne; ¿se me encubrirá a mí alguna cosa? |
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28 |
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Por tanto así dice Jehová: He aquí voy a
entregar esta ciudad en mano de los caldeos, y en mano de Nabucodonosor
rey de Babilonia, y la tomará: |
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29 |
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Y vendrán los caldeos que combaten
contra esta ciudad, y le prenderán fuego, y la quemarán, asimismo las
casas sobre cuyas azoteas ofrecieron incienso a Baal y derramaron
libaciones a dioses ajenos, para provocarme a ira. |
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30 |
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Porque los hijos de Israel y los hijos
de Judá no han hecho sino lo malo delante de mis ojos desde su juventud;
porque los hijos de Israel no han hecho más que provocarme a ira con la
obra de sus manos, dice Jehová. |
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31 |
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Por que esta ciudad me ha sido, como
provocación a ira e indignación, desde el día que la edificaron y hasta
hoy; de modo que la quitaré de mi presencia, |
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32 |
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por toda la maldad de los hijos de
Israel y de los hijos de Judá, que han hecho para enojarme, ellos, sus
reyes, sus príncipes, sus sacerdotes, y sus profetas, y los varones de
Judá, y los moradores de Jerusalén. |
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33 |
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Y me volvieron la cerviz, y no el rostro;
y aunque los enseñaba, madrugando y enseñando, no escucharon para
recibir corrección. |
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34 |
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Antes asentaron sus abominaciones en la
casa sobre la cual es invocado mi nombre, contaminándola. |
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35 |
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Y edificaron altares a Baal, los cuales
están en el valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por el fuego a sus
hijos y a sus hijas a Moloc, lo cual no les mandé, ni me vino al
pensamiento que hiciesen esta abominación, para hacer pecar a Judá. |
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36 |
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Y con todo, ahora así dice Jehová Dios
de Israel, a esta ciudad, de la cual decís vosotros: Entregada será en
mano del rey de Babilonia a espada, a hambre, y a pestilencia: |
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37 |
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He aquí que yo los juntaré de todas las
tierras a las cuales los eché con mi furor, y con mi enojo y saña grande;
y los haré tornar a este lugar, y los haré habitar seguramente, |
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38 |
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y ellos serán mi pueblo, y yo seré su
Dios. |
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39 |
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Y les daré un corazón, y un camino, para
que me teman perpetuamente, para bien de ellos, y de sus hijos después
de ellos. |
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40 |
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Y haré con ellos pacto eterno, que no
tornaré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos,
para que no se aparten de mí. |
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41 |
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Y me alegraré con ellos haciéndoles bien,
y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo mi corazón y de toda mi
alma. |
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42 |
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Porque así dice Jehová: Como traje sobre
este pueblo todo este grande mal, así traeré sobre ellos todo el bien
que les he prometido. |
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43 |
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Y poseerán heredad en esta tierra de la
cual vosotros decís: Está desierta, sin hombres y sin animales; es
entregada en manos de los caldeos. |
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44 |
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Heredades comprarán por dinero, y harán
carta, y la sellarán, y pondrán testigos, en tierra de Benjamín y en los
contornos de Jerusalén, y en las ciudades de Judá; y en las ciudades de
las montañas, y en las ciudades de los valles, y en las ciudades del
Neguev; porque yo haré volver su cautividad, dice Jehová. |
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Jeremías 33 |
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1 |
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Y vino palabra de Jehová a Jeremías la
segunda vez, estando él aún preso en el patio de la cárcel, diciendo: |
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2 |
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Así dice Jehová que hizo la tierra,
Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre: |
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3 |
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Clama a mí, y yo te responderé, y te
enseñaré cosas grandes y difíciles que tú no conoces. |
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4 |
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Porque así dice Jehová, Dios de Israel,
acerca de las casas de esta ciudad, y de las casas de los reyes de Judá,
derribadas con arietes y con hachas: |
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5 |
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( Porque vinieron para pelear con los
caldeos, para llenarlas de cuerpos de hombres muertos, a los cuales herí
yo con mi furor y con mi ira, pues yo escondí mi rostro de esta ciudad,
a causa de toda su maldad. ) |
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6 |
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He aquí que yo le hago subir sanidad y
medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad. |
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7 |
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Y haré volver la cautividad de Judá, y
la cautividad de Israel, y los edificaré como al principio. |
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8 |
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Y los limpiaré de toda su maldad con que
pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados con que contra mí
pecaron, y con que contra mí se rebelaron. |
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9 |
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Y me será a mí por nombre de gozo, de
alabanza y de gloria, entre todas las naciones de la tierra, que habrán
oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán de todo el bien
y de toda la paz que yo les haré. |
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10 |
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Así dice Jehová: En este lugar, del cual
decís que está desierto sin hombres y sin animales, en las ciudades de
Judá y en las calles de Jerusalén, que están asoladas sin hombre y sin
morador y sin animal, aún se ha de oír |
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11 |
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voz de gozo y voz de alegría, voz de
desposado y voz de desposada, voz de los que digan: Alabad a Jehová de
los ejércitos, porque Jehová es bueno, porque para siempre es su
misericordia; voz de los que traigan alabanza a la casa de Jehová.
Porque volveré a traer la cautividad de la tierra como al principio,
dice Jehová. |
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12 |
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Así dice Jehová de los ejércitos: En
este lugar desierto, sin hombre y sin animal, y en todas sus ciudades,
aún habrá cabañas de pastores que hagan descansar a sus rebaños. |
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13 |
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En las ciudades de las montañas, en las
ciudades de los campos, y en las ciudades del Neguev, y en tierra de
Benjamín, y alrededor de Jerusalén y en las ciudades de Judá, aun
pasarán ganados por las manos de los que las cuentan, dice Jehová. |
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14 |
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He aquí vienen días, dice Jehová, en que
yo confirmaré la palabra buena que he hablado a la casa de Israel y a la
casa de Judá. |
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15 |
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En aquellos días y en aquel tiempo haré
producir a David Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la
tierra. |
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16 |
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En aquellos días Judá será salvo, y
Jerusalén habitará segura, y éste es el nombre con el cual la llamarán:
Jehová, justicia nuestra. |
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17 |
|
Porque así dice Jehová: No faltará a
David varón que se siente sobre el trono de la casa de Israel; |
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18 |
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y de los sacerdotes y levitas no faltará
varón que en mi presencia ofrezca holocausto, y encienda presente, y que
haga sacrificio todos los días. |
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19 |
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Y vino palabra de Jehová a Jeremías,
diciendo: |
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20 |
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Así dice Jehová: Si pudieres invalidar
mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de manera que no haya día
ni noche a su tiempo, |
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21 |
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podrá también invalidarse mi pacto con
mi siervo David, para que deje de tener hijo que reine sobre su trono, y
con los levitas y sacerdotes, mis ministros. |
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22 |
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Como no puede ser contado el ejército
del cielo, ni la arena del mar se puede medir, así multiplicaré la
simiente de David mi siervo, y los levitas que a mí ministran. |
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23 |
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Y vino palabra de Jehová a Jeremías,
diciendo: |
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24 |
|
¿No has considerado lo que habla este
pueblo, diciendo: Dos familias que Jehová escogiera ha desechado? Y han
tenido en poco a mi pueblo, hasta no tenerlos más por nación. |
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25 |
|
Así dice Jehová: Si no permaneciere mi
pacto con el día y con la noche, si yo no he puesto las leyes del cielo
y la tierra, |
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26 |
|
también desecharé la simiente de Jacob,
y de David mi siervo, para no tomar de su simiente quien sea señor sobre
la simiente de Abraham, de Isaac, y de Jacob. Porque haré volver su
cautividad, y tendré de ellos misericordia. |
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Jeremías 34 |
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1 |
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Palabra de Jehová que vino a Jeremías (
cuando Nabucodonosor rey de Babilonia, y todo su ejército, y todos los
reinos de la tierra del señorío de su mano, y todos los pueblos peleaban
contra Jerusalén, y contra todas sus ciudades ), diciendo: |
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2 |
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Así dice Jehová Dios de Israel: Ve, y
habla a Sedequías rey de Judá, y dile: Así dice Jehová: He aquí yo
entregaré a esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y la quemará con
fuego; |
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3 |
|
y no escaparás tú de su mano, sino que
de cierto serás apresado, y en su mano serás entregado; y tus ojos verán
los ojos del rey de Babilonia, y te hablará boca a boca, y en Babilonia
entrarás. |
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4 |
|
Con todo eso, oye palabra de Jehová,
Sedequías rey de Judá: Así dice Jehová de ti: No morirás a espada; |
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5 |
|
en paz morirás, y como quemaron incienso
por tus padres, los reyes primeros que fueron antes de ti, así quemarán
por ti, y te endecharán, diciendo: ¡Ay, señor!; porque yo he hablado la
palabra, dice Jehová. |
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6 |
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Entonces el profeta Jeremías habló a
Sedequías rey de Judá todas estas palabras en Jerusalén. |
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7 |
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Y el ejército del rey de Babilonia
peleaba contra Jerusalén, y contra todas las ciudades de Judá que habían
quedado, contra Laquis, y contra Azeca; porque de las ciudades
fortificadas de Judá éstas habían quedado. |
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8 |
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Palabra que vino a Jeremías de parte de
Jehová, después que Sedequías hizo pacto con todo el pueblo en Jerusalén,
para promulgarles libertad: |
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9 |
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Que cada uno dejase libre a su siervo, y
cada uno a su sierva, hebreo y hebrea; que ninguno usase de los judíos
sus hermanos como de siervos. |
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10 |
|
Y cuando oyeron todos los príncipes, y
todo el pueblo que habían entrado en el pacto de dejar cada uno su
siervo y cada uno su sierva libres, que ninguno usase más de ellos como
de siervos, obedecieron, y los dejaron. |
|
11 |
|
Mas después se arrepintieron, e hicieron
volver a los siervos y a las siervas que habían dejado libres, y los
sujetaron por siervos y por siervas. |
|
12 |
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Por lo cual vino palabra de Jehová a
Jeremías, de parte de Jehová, diciendo: |
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13 |
|
Así dice Jehová Dios de Israel: Yo hice
pacto con vuestros padres el día que los saqué de tierra de Egipto, de
casa de siervos, diciendo: |
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14 |
|
Al cabo de siete años dejará libre cada
uno a su hermano hebreo que le fuere vendido; te servirá, pues, seis
años, y lo enviarás libre de ti; mas vuestros padres no me oyeron, ni
inclinaron su oído. |
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15 |
|
Y vosotros os habíais hoy convertido, y
hecho lo recto delante de mis ojos, anunciando cada uno libertad a su
prójimo; y habíais hecho pacto en mi presencia, en la casa sobre la cual
es invocado mi nombre: |
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16 |
|
Pero os habéis vuelto y profanado mi
nombre, y habéis vuelto a tomar cada uno a su siervo y cada uno a su
sierva, que habíais dejado libres a su voluntad; y los habéis sujetado
para que os sean siervos y siervas. |
|
17 |
|
Por tanto, así dice Jehová: Vosotros no
me habéis oído en promulgar cada uno libertad a su hermano, y cada uno a
su compañero; he aquí que yo os promulgo libertad, dice Jehová, a espada
y a pestilencia, y a hambre; y haré que seáis removidos a todos los
reinos de la tierra. |
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18 |
|
Y entregaré a los hombres que
traspasaron mi pacto, que no han llevado a efecto las palabras del pacto
que celebraron en mi presencia dividiendo en dos partes el becerro y
pasando por medio de ellas: |
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19 |
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A los príncipes de Judá y a los
príncipes de Jerusalén, a los eunucos y a los sacerdotes, y a todo el
pueblo de la tierra, que pasaron entre las partes del becerro, |
|
20 |
|
los entregaré en mano de sus enemigos y
en mano de los que buscan su vida; y sus cuerpos muertos serán para
comida de las aves del cielo, y de las bestias de la tierra. |
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21 |
|
Y a Sedequías rey de Judá, y a sus
príncipes, entregaré en mano de sus enemigos, y en mano de los que
buscan su vida, y en mano del ejército del rey de Babilonia, que se
fueron de vosotros. |
|
22 |
|
He aquí, mandaré yo, dice Jehová, y los
haré volver a esta ciudad, y pelearán contra ella, y la tomarán, y le
prenderán fuego; y reduciré a soledad las ciudades de Judá, hasta no
quedar morador. |
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Jeremías 35 |
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1 |
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La palabra que vino a Jeremías de parte
de Jehová en días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, diciendo: |
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2 |
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Ve a casa de los recabitas, y habla con
ellos, e introdúcelos en la casa de Jehová, en una de las cámaras, y
dales a beber vino. |
|
3 |
|
Tomé entonces a Jaazanías hijo de
Jeremías, hijo de Habasinías, y a sus hermanos, y a todos sus hijos, y a
toda la familia de los recabitas; |
|
4 |
|
y los metí en la casa de Jehová, en la
cámara de los hijos de Hanán, hijo de Igdalías, varón de Dios, la cual
estaba junto a la cámara de los príncipes, que estaba sobre la cámara de
Maasías hijo de Salum, guarda de los vasos. |
|
5 |
|
Y puse delante de los hijos de la
familia de los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: Bebed
vino. |
|
6 |
|
Mas ellos dijeron: No beberemos vino;
porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos mandó, diciendo: No
beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos: |
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7 |
|
Ni edificaréis casa, ni sembraréis
sementera, ni plantaréis viña, ni la poseeréis; sino que moraréis en
tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la faz de
la tierra donde vosotros peregrináis. |
|
8 |
|
Y nosotros hemos obedecido a la voz de
Jonadab nuestro padre, hijo de Recab, en todas las cosas que nos mandó,
de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras
esposas, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas; |
|
9 |
|
Y de no edificar casas para nuestra
morada, y de no tener viña, ni heredad, ni sementera. |
|
10 |
|
Mas hemos morado, en tiendas, y hemos
obedecido y hecho conforme a todas las cosas que nos mandó Jonadab
nuestro padre. |
|
11 |
|
Pero sucedió que cuando Nabucodonosor
rey de Babilonia subió a la tierra, dijimos: Venid, y entrémonos en
Jerusalén, por miedo al ejército de los caldeos y por miedo al ejército
de los de Siria; y en Jerusalén nos quedamos. |
|
12 |
|
Y vino palabra de Jehová a Jeremías,
diciendo: |
|
13 |
|
Así dice Jehová de los ejércitos, Dios
de Israel: Ve, y di a los varones de Judá, y a los moradores de
Jerusalén: ¿No recibiréis instrucción para obedecer a mis palabras? dice
Jehová. |
|
14 |
|
Fue firme la palabra de Jonadab hijo de
Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han
bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he
hablado a vosotros, madrugando, y hablando, y no me habéis oído. |
|
15 |
|
Y envié a vosotros a todos mis siervos
los profetas, madrugando y enviándolos a decir: Volveos ahora cada uno
de su mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses
ajenos para servirles, y viviréis en la tierra que di a vosotros y a
vuestros padres: mas no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis. |
|
16 |
|
Ciertamente los hijos de Jonadab, hijo
de Recab, tuvieron por firme el mandamiento que les dio su padre; mas
este pueblo no me ha obedecido. |
|
17 |
|
Por tanto, así dice Jehová Dios de los
ejércitos, Dios de Israel: He aquí traeré yo sobre Judá y sobre todos
los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado:
porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido. |
|
18 |
|
Y dijo Jeremías a la familia de los
recabitas: Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Porque
obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro padre, y guardasteis
todos sus mandamientos, e hicisteis conforme a todas las cosas que os
mandó; |
|
19 |
|
Por tanto, así dice Jehová de los
ejércitos, Dios de Israel: No faltará varón de Jonadab, hijo de Recab,
que esté en mi presencia todos los días. |
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Jeremías 36 |
|
|
1 |
|
Y aconteció en el cuarto año de Joacim
hijo de Josías, rey de Judá, que vino esta palabra a Jeremías, de parte
de Jehová, diciendo: |
|
2 |
|
Tómate un rollo de libro, y escribe en
él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y
contra todas las gentes, desde el día que comencé a hablarte, desde los
días de Josías hasta hoy. |
|
3 |
|
Quizá oiga la casa de Judá todo el mal
que yo pienso hacerles, y se arrepienta cada uno de su mal camino, y yo
perdonaré su maldad y su pecado. |
|
4 |
|
Y llamó Jeremías a Baruc hijo de Nerías,
y escribió Baruc de boca de Jeremías, en un rollo de libro, todas las
palabras que Jehová le había hablado. |
|
5 |
|
Después mandó Jeremías a Baruc, diciendo:
Yo estoy preso, no puedo entrar en la casa de Jehová: |
|
6 |
|
Entra tú pues, y lee de este rollo que
escribiste de mi boca, las palabras de Jehová en oídos del pueblo, en la
casa de Jehová, el día del ayuno; y las leerás también en oídos de todo
Judá que vienen de sus ciudades. |
|
7 |
|
Quizá llegue la oración de ellos a la
presencia de Jehová, y se vuelva cada uno de su mal camino; porque
grande es el furor y la ira que ha pronunciado Jehová contra este
pueblo. |
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8 |
|
Y Baruc hijo de Nerías hizo conforme a
todas las cosas que le mandó Jeremías profeta, leyendo en el libro las
palabras de Jehová en la casa de Jehová. |
|
9 |
|
Y aconteció en el año quinto de Joacim
hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, que promulgaron ayuno en
la presencia de Jehová, a todo el pueblo de Jerusalén, y a todo el
pueblo que venía de las ciudades de Judá a Jerusalén. |
|
10 |
|
Entonces Baruc leyó en el libro las
palabras de Jeremías en la casa de Jehová, en la cámara de Gemarías hijo
de Safán escriba, en el atrio de arriba, a la entrada de la puerta nueva
de la casa de Jehová, a oídos del pueblo. |
|
11 |
|
Y Micaías hijo de Gemarías, hijo de
Safán, habiendo oído del libro todas las palabras de Jehová, |
|
12 |
|
descendió a la casa del rey, a la cámara
del escriba, y he aquí que todos los príncipes estaban allí sentados:
Elisama el escriba, Delaías hijo de Semaías, Elnatán hijo de Acbor,
Gemarías hijo de Safán, Sedequías hijo de Ananías, y todos los
príncipes. |
|
13 |
|
Y Micaías les contó todas las palabras
que había oído cuando Baruc leyó en el libro a oídos del pueblo. |
|
14 |
|
Entonces enviaron todos los príncipes a
Jehudí hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, para que dijese
a Baruc: Toma el rollo en que leíste a oídos del pueblo, y ven. Y Baruc,
hijo de Nerías, tomó el rollo en su mano, y vino a ellos. |
|
15 |
|
Y le dijeron: Siéntate ahora, y léelo a
nuestros oídos. Y leyó Baruc a sus oídos. |
|
16 |
|
Y fue que, cuando oyeron todas aquellas
palabras, cada uno se volvió espantado a su compañero, y dijeron a Baruc:
Sin duda contaremos al rey todas estas palabras. |
|
17 |
|
Preguntaron luego a Baruc, diciendo:
Cuéntanos ahora cómo escribiste de boca de Jeremías todas estas palabras. |
|
18 |
|
Y Baruc les dijo: Él me dictaba de su
boca todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el libro. |
|
19 |
|
Entonces dijeron los príncipes a Baruc:
Ve, y escóndete tú y Jeremías, y nadie sepa dónde estáis. |
|
20 |
|
Y entraron a donde estaba el rey, al
atrio, habiendo depositado el rollo en la cámara de Elisama el escriba;
y contaron a oídos del rey todas las palabras. |
|
21 |
|
Y envió el rey a Jehudí a que tomase el
rollo, el cual lo tomó de la cámara del escriba Elisama, y leyó en él
Jehudí a oídos del rey, y a oídos de todos los príncipes que junto al
rey estaban. |
|
22 |
|
Y el rey estaba en la casa de invierno
en el mes noveno, y había un brasero ardiendo delante de él; |
|
23 |
|
Y aconteció que cuando Jehudí hubo leído
tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cuchillo de escribanía, y
lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se
consumió en el fuego que había en el brasero. |
|
24 |
|
Y no tuvieron temor, ni rasgaron sus
vestiduras, ni el rey ni ninguno de sus siervos que oyeron todas estas
palabras. |
|
25 |
|
Y aunque Elnatán y Delaías y Gemarías
rogaron al rey que no quemase aquel rollo, no los quiso oír. |
|
26 |
|
Entonces el rey mandó a Jerameel hijo de
Amelec, y a Seraías hijo de Azriel, y a Selemías hijo de Abdeel, para
que prendiesen a Baruc el escriba y al profeta Jeremías; pero Jehová los
escondió. |
|
27 |
|
Y vino palabra de Jehová a Jeremías,
después que el rey quemó el rollo, las palabras que Baruc había escrito
de boca de Jeremías, diciendo: |
|
28 |
|
Vuelve a tomar otro rollo, y escribe en
él todas las palabras primeras que estaban en el primer rollo que quemó
Joacim, el rey de Judá. |
|
29 |
|
Y dirás a Joacim rey de Judá: Así dice
Jehová: Tú quemaste este rollo, diciendo: ¿Por qué escribiste en él,
diciendo: De cierto, vendrá el rey de Babilonia, y destruirá esta tierra,
y hará que no queden en ella hombres ni animales? |
|
30 |
|
Por tanto, así dice Jehová acerca de
Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y
su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche. |
|
31 |
|
Y castigaré a él y a su simiente y a sus
siervos por su maldad; y traeré sobre ellos, y sobre los moradores de
Jerusalén, y sobre los varones de Judá, todo el mal que les he dicho y
no escucharon. |
|
32 |
|
Y tomó Jeremías otro rollo y lo dio a
Baruc hijo de Nerías escriba; y escribió en él de boca de Jeremías todas
las palabras del libro que quemó en el fuego Joacim rey de Judá; y aun
fueron añadidas sobre ellas muchas otras palabras semejantes. |
|
Jeremías 37 |
|
|
1 |
|
Y reinó el rey Sedequías hijo de Josías,
en lugar de Conías hijo de Joacim, al cual Nabucodonosor rey de
Babilonia había constituido por rey en la tierra de Judá. |
|
2 |
|
Pero ni él, ni sus siervos, ni el pueblo
de la tierra obedecieron a las palabras que Jehová habló por medio del
profeta Jeremías. |
|
3 |
|
Y envió el rey Sedequías a Jucal hijo de
Selemías, y a Sofonías hijo de Maasías el sacerdote, para que dijesen al
profeta Jeremías: Ruega ahora por nosotros a Jehová nuestro Dios. |
|
4 |
|
Y Jeremías entraba y salía en medio del
pueblo; porque aún no lo habían puesto en la cárcel. |
|
5 |
|
Y cuando el ejército de Faraón hubo
salido de Egipto, y llegó noticia de ello a oídos de los caldeos que
tenían sitiada a Jerusalén, se retiraron de Jerusalén. |
|
6 |
|
Entonces vino palabra de Jehová al
profeta Jeremías, diciendo: |
|
7 |
|
Así dice Jehová Dios de Israel: Diréis
así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultaseis: He aquí
que el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se
volverá a su tierra en Egipto. |
|
8 |
|
Y los caldeos volverán y pelearán contra
esta ciudad, y la tomarán y le prenderán fuego. |
|
9 |
|
Así dice Jehová: No os engañéis a
vosotros mismos, diciendo: De cierto los caldeos se irán de nosotros;
porque no se irán. |
|
10 |
|
Porque aun cuando hirieseis a todo el
ejército de los caldeos que pelean contra vosotros, y quedasen de ellos
hombres heridos, cada uno se levantará de su tienda, y prenderán fuego a
esta ciudad. |
|
11 |
|
Y aconteció que cuando el ejército de
los caldeos se retiró de Jerusalén por miedo al ejército de Faraón, |
|
12 |
|
Jeremías salió de Jerusalén para irse a
tierra de Benjamín, para apartarse allí de en medio del pueblo. |
|
13 |
|
Y cuando llegó a la puerta de Benjamín,
estaba allí un capitán de la guardia que se llamaba Irías, hijo de
Selemías hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo:
Tú te pasas a los caldeos. |
|
14 |
|
Y Jeremías dijo: Falso; no me paso a los
caldeos. Mas él no lo escuchó, antes prendió Irías a Jeremías, y lo
llevó delante de los príncipes. |
|
15 |
|
Y los príncipes se airaron contra
Jeremías, y le azotaron, y le pusieron en prisión en la casa de Jonatán
escriba, porque a ésta la habían convertido en cárcel. |
|
16 |
|
Entró pues Jeremías en la casa de la
mazmorra, y en las camarillas. Y habiendo estado allá Jeremías por
muchos días, |
|
17 |
|
el rey Sedequías envió, y le sacó; y le
preguntó el rey escondidamente en su casa, y dijo: ¿Hay palabra de
Jehová? Y Jeremías dijo: Hay. Y dijo más: En mano del rey de Babilonia
serás entregado. |
|
18 |
|
Dijo también Jeremías al rey Sedequías:
¿En qué pequé contra ti, y contra tus siervos, y contra este pueblo,
para que me pusieseis en la cárcel? |
|
19 |
|
¿Y dónde están vuestros profetas que os
profetizaban, diciendo: No vendrá el rey de Babilonia contra vosotros,
ni contra esta tierra? |
|
20 |
|
Ahora pues, oye, te ruego, oh rey mi
señor: caiga ahora mi súplica delante de ti, y no me hagas volver a casa
de Jonatán escriba, para que no muera allí. |
|
21 |
|
Entonces dio orden el rey Sedequías, y
pusieron a Jeremías en el patio de la cárcel, haciéndole dar una torta
de pan al día, de la plaza de los Panaderos, hasta que todo el pan de la
ciudad se gastase. Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel. |
|
Jeremías 38 |
|
|
1 |
|
Y oyó Sefatías hijo de Matán, y Gedalías
hijo de Pasur, y Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, las
palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo: |
|
2 |
|
Así dice Jehová: El que se quedare en
esta ciudad morirá a espada, o de hambre, o de pestilencia; mas el que
se pase a los caldeos vivirá, pues su vida le será por despojo, y vivirá. |
|
3 |
|
Así dice Jehová: De cierto será
entregada esta ciudad en mano del ejército del rey de Babilonia, y la
tomará. |
|
4 |
|
Y dijeron los príncipes al rey: Muera
ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los
hombres de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el
pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz
de este pueblo, sino el mal. |
|
5 |
|
Y dijo el rey Sedequías: Helo ahí, en
vuestras manos está; pues el rey nada podrá hacer contra vosotros. |
|
6 |
|
Entonces tomaron ellos a Jeremías, y lo
echaron en la mazmorra de Malquías hijo de Amelec, que estaba en el
patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no
había agua, sino cieno; y se hundió Jeremías en el cieno. |
|
7 |
|
Y oyendo Ebedmelec, hombre etíope,
eunuco que estaba en casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la
mazmorra, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín, |
|
8 |
|
Ebedmelec salió de la casa del rey, y
habló al rey, diciendo: |
|
9 |
|
Mi señor el rey, mal hicieron estos
varones en todo lo que han hecho con Jeremías profeta, al cual echaron
en la mazmorra; porque allí se morirá de hambre, pues no hay más pan en
la ciudad. |
|
10 |
|
Entonces mandó el rey al mismo Ebedmelec
etíope, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar
a Jeremías profeta de la mazmorra, antes que muera. |
|
11 |
|
Y tomó Ebedmelec en su poder hombres, y
entró a la casa del rey al lugar debajo de la tesorería, y tomó de allí
trapos viejos y raídos, y ropas viejas y andrajosas, y los echó a
Jeremías con sogas en la mazmorra. |
|
12 |
|
Y dijo Ebedmelec etíope a Jeremías: Pon
ahora esos trapos viejos y raídos y ropas viejas y andrajosas, bajo los
sobacos de tus brazos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías. |
|
13 |
|
De este modo sacaron a Jeremías con
sogas, y lo subieron de la mazmorra; y quedó Jeremías en el patio de la
cárcel. |
|
14 |
|
Después envió el rey Sedequías, e hizo
traer a sí a Jeremías profeta a la tercera entrada que estaba en la casa
de Jehová. Y dijo el rey a Jeremías: Te preguntaré algo, no me encubras
ninguna cosa. |
|
15 |
|
Y Jeremías dijo a Sedequías: Si te lo
denunciare, ¿no es verdad que me matarás? y si te diere consejo, no has
de escucharme. |
|
16 |
|
Y juró el rey Sedequías en secreto a
Jeremías, diciendo: Vive Jehová que nos hizo esta alma, que no te mataré,
ni te entregaré en mano de estos varones que buscan tu vida. |
|
17 |
|
Entonces dijo Jeremías a Sedequías: Así
dice Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Si te pasares luego a
los príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y esta ciudad no
será puesta a fuego; y vivirás tú y tu casa: |
|
18 |
|
Mas si no te pasares a los príncipes del
rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los caldeos, y
le prenderán fuego, y tú no escaparás de sus manos. |
|
19 |
|
Y dijo el rey Sedequías a Jeremías: Me
temo a causa de los judíos que se han adherido a los caldeos, que no me
entreguen en sus manos y me escarnezcan. |
|
20 |
|
Y dijo Jeremías: No te entregarán. Oye
ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y tendrás bien, y vivirá tu
alma. |
|
21 |
|
Mas si no quisieres salir, ésta es la
palabra que me ha mostrado Jehová: |
|
22 |
|
Y he aquí que todas las mujeres que han
quedado en casa del rey de Judá, serán sacadas a los príncipes del rey
de Babilonia; y ellas mismas dirán: Te han engañado, y han prevalecido
contra ti tus amigos; hundieron en el cieno tus pies, se volvieron atrás. |
|
23 |
|
Sacarán pues, todas tus esposas y tus
hijos a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que por mano
del rey de Babilonia serás preso, y a esta ciudad quemará a fuego. |
|
24 |
|
Y dijo Sedequías a Jeremías: Nadie sepa
estas palabras, y no morirás. |
|
25 |
|
Y si los príncipes oyeren que yo he
hablado contigo, y vinieren a ti y te dijeren: Decláranos ahora qué
hablaste con el rey, no nos lo encubras, y no te mataremos; asimismo qué
te dijo el rey; |
|
26 |
|
tú les dirás: Supliqué al rey que no me
hiciese volver a casa de Jonatán para que no me muriese allí. |
|
27 |
|
Y vinieron luego todos los príncipes a
Jeremías, y le preguntaron: y él les respondió conforme a todo lo que el
rey le había mandado. Con esto se dejaron de él, porque el asunto no se
había oído. |
|
28 |
|
Y quedó Jeremías en el patio de la
cárcel hasta el día que fue tomada Jerusalén; y allí estaba cuando
Jerusalén fue tomada. |
|
Jeremías 39 |
|
|
1 |
|
En el noveno año de Sedequías rey de
Judá, en el mes décimo, vino Nabucodonosor rey de Babilonia con todo su
ejército contra Jerusalén, y la sitiaron. |
|
2 |
|
Y en el undécimo año de Sedequías, en el
mes cuarto, a los nueve días del mes, fue abierta brecha en el muro de
la ciudad; |
|
3 |
|
Y entraron todos los príncipes del rey
de Babilonia, y asentaron a la puerta del medio: Nergal-sarezer,
Samgar-nebo, Sarsequim, y Rabsaris, Nergal-sarezer, Rabmag, y todos los
demás príncipes del rey de Babilonia. |
|
4 |
|
Y sucedió que al verlos Sedequías rey de
Judá y todos los hombres de guerra, huyeron y salieron de noche de la
ciudad por el camino del huerto del rey, por la puerta entre los dos
muros; y el rey salió por el camino del desierto. |
|
5 |
|
Mas el ejército de los caldeos los
siguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; y le tomaron,
y le hicieron subir a Nabucodonosor rey de Babilonia, a Ribla, en tierra
de Hamat, y le sentenció. |
|
6 |
|
Y degolló el rey de Babilonia a los
hijos de Sedequías a su presencia en Ribla, haciendo asimismo degollar
el rey de Babilonia a todos los nobles de Judá. |
|
7 |
|
Y sacó los ojos al rey Sedequías, y le
aprisionó con grillos para llevarle a Babilonia. |
|
8 |
|
Y los caldeos prendieron fuego a la casa
del rey y a las casas del pueblo, y derribaron los muros de Jerusalén. |
|
9 |
|
Y al resto del pueblo que había quedado
en la ciudad, y a los que se habían adherido a él, con todo el resto del
pueblo que había quedado, los trasportó a Babilonia Nabuzaradán, capitán
de la guardia. |
|
10 |
|
Mas Nabuzaradán, capitán de la guardia,
hizo quedar en la tierra de Judá a los más pobres del vulgo que no
tenían nada, y en ese tiempo les dio viñas y campos. |
|
11 |
|
Y Nabucodonosor rey de Babilonia había
ordenado a Nabuzaradán capitán de la guardia, acerca de Jeremías,
diciendo: |
|
12 |
|
Tómale, y mira por él, y no le hagas mal
alguno; sino que harás con él como él te dijere. |
|
13 |
|
Envió por tanto Nabuzaradán capitán de
la guardia, y Nabusazbán, Rabsaris, y Nergal-sarezer, y Rabmag, y todos
los príncipes del rey de Babilonia; |
|
14 |
|
Enviaron entonces, y tomaron a Jeremías
del patio de la cárcel, y lo entregaron a Gedalías hijo de Ahicam, hijo
de Safán, para que lo sacase a casa: y vivió entre el pueblo. |
|
15 |
|
Y había venido palabra de Jehová a
Jeremías, estando preso en el patio de la cárcel, diciendo: |
|
16 |
|
Ve, y habla a Ebedmelec etíope, diciendo:
Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí yo traigo mis
palabras sobre esta ciudad para mal, y no para bien; y se cumplirán en
aquel día en presencia tuya. |
|
17 |
|
Mas en aquel día yo te libraré, dice
Jehová, y no serás entregado en mano de aquellos a quienes tú temes. |
|
18 |
|
Porque ciertamente te libraré, y no
caerás a espada, sino que tu vida te será por despojo, porque pusiste tu
confianza en mí, dice Jehová. |
|
Jeremías 40 |
|
|
1 |
|
Palabra que vino a Jeremías de parte de
Jehová, después que Nabuzaradán capitán de la guardia le envió desde
Ramá, cuando le tomó estando atado con esposas entre todos los que
fueron llevados cautivos de Jerusalén y de Judá que fueron desterrados a
Babilonia. |
|
2 |
|
Tomó pues, el capitán de la guardia a
Jeremías, y le dijo: Jehová tu Dios habló este mal contra este lugar; |
|
3 |
|
y Jehová lo ha traído y hecho según lo
había dicho; porque pecasteis contra Jehová, y no oísteis su voz, por
eso os ha venido esto. |
|
4 |
|
Y ahora yo te he soltado hoy de las
esposas que tenías en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a
Babilonia, ven, y yo miraré por ti; mas si no te parece bien venir
conmigo a Babilonia, déjalo; mira, toda la tierra está delante de ti; ve
a donde mejor y más cómodo te pareciere ir. |
|
5 |
|
Y aún no se había vuelto él, cuando le
dijo: Vuélvete a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, al cual el rey
de Babilonia ha puesto sobre todas las ciudades de Judá, y vive con él
en medio del pueblo; o ve a donde te pareciere más cómodo ir. Y el
capitán de la guardia le dio provisiones y un presente, y le despidió. |
|
6 |
|
Se fue entonces Jeremías a Gedalías hijo
de Ahicam, a Mizpa, y moró con él en medio del pueblo que había quedado
en la tierra. |
|
7 |
|
Y como oyeron todos los príncipes del
ejército que estaba por el campo, ellos y sus hombres, que el rey de
Babilonia había puesto a Gedalías hijo de Ahicam sobre la tierra, y que
le había encomendado los hombres, y las mujeres, y los niños, y los
pobres de la tierra, que no fueron llevados cautivos a Babilonia. |
|
8 |
|
Vinieron luego a Gedalías en Mizpa, esto
es, Ismael hijo de Netanías, y Johanán y Jonatán hijos de Carea, y
Seraías hijo de Tanhumet, y los hijos de Efi netofatita, y Jezanías hijo
de un maacatita, ellos y sus hombres. |
|
9 |
|
Y les juró Gedalías hijo de Ahicam, hijo
de Safán, a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir
a los caldeos; habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y
tendréis bien. |
|
10 |
|
Y he aquí que yo habito en Mizpa, para
estar delante de los caldeos que vendrán a nosotros; mas vosotros, tomad
el vino, los frutos del verano y el aceite, y ponedlo en vuestros
almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que habéis tomado. |
|
11 |
|
Asimismo todos los judíos que estaban en
Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom, y los que estaban en todas
las tierras, cuando oyeron decir como el rey de Babilonia había dejado
un remanente en Judá, y que había puesto sobre ellos a Gedalías hijo de
Ahicam, hijo de Safán, |
|
12 |
|
todos estos judíos regresaron entonces
de todas las partes adonde habían sido echados, y vinieron a tierra de
Judá, a Gedalías en Mizpa; y tomaron vino y muchísima fruta de verano. |
|
13 |
|
Y Johanán, hijo de Carea, y todos los
príncipes de la gente de guerra que estaban en el campo, vinieron a
Gedalías en Mizpa, |
|
14 |
|
y le dijeron: ¿No sabes de cierto como
Baalis, rey de los hijos de Amón, ha enviado a Ismael hijo de Netanías,
para matarte? Mas Gedalías hijo de Ahicam no los creyó. |
|
15 |
|
Entonces Johanán hijo de Carea habló a
Gedalías en secreto, en Mizpa, diciendo: Yo iré ahora, y heriré a Ismael
hijo de Netanías, y ningún hombre lo sabrá: ¿por qué te ha de matar, y
todos los judíos que se han reunido a ti se dispersarán, y perecerá el
resto de Judá? |
|
16 |
|
Pero Gedalías hijo de Ahicam dijo a
Johanán hijo de Carea: No hagas esto, porque falso es lo que tú dices de
Ismael. |
|
Jeremías 41 |
|
|
1 |
|
Y aconteció en el mes séptimo, que vino
Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la simiente real, y algunos
príncipes del rey, y diez hombres con él, a Gedalías hijo de Ahicam en
Mizpa; y juntos comieron pan allí en Mizpa. |
|
2 |
|
Y se levantó Ismael hijo de Netanías, y
los diez hombres que con él estaban, e hirieron a espada a Gedalías hijo
de Ahicam, hijo de Safán, matando así a aquel a quien el rey de
Babilonia había puesto sobre la tierra. |
|
3 |
|
Asimismo hirió Ismael a todos los judíos
que estaban con él, con Gedalías en Mizpa, y a los soldados caldeos que
allí se hallaron. |
|
4 |
|
Sucedió además, un día después que mató
a Gedalías, cuando nadie lo sabía aún, |
|
5 |
|
que venían unos hombres de Siquem y de
Silo y de Samaria, ochenta hombres, raída la barba, y rotas las ropas, y
arañados y traían en sus manos ofrenda y perfume para llevar a la casa
de Jehová. |
|
6 |
|
Y de Mizpa les salió al encuentro,
llorando, Ismael hijo de Netanías: y aconteció que como los encontró,
les dijo: Venid a Gedalías, hijo de Ahicam. |
|
7 |
|
Y fue que cuando llegaron al medio de la
ciudad, Ismael hijo de Netanías los degolló, y los echó dentro de una
cisterna, él y los hombres que con él estaban. |
|
8 |
|
Mas entre aquellos fueron hallados diez
hombres que dijeron a Ismael: No nos mates; porque tenemos en el campo
tesoros de trigos, y cebadas, y aceite, y miel. Y los dejó, y no los
mató entre sus hermanos. |
|
9 |
|
Y el aljibe en que echó Ismael todos los
cuerpos de los hombres que hirió por causa de Gedalías, era el mismo que
había hecho el rey Asa por causa de Baasa, rey de Israel: lo llenó de
muertos Ismael, hijo de Netanías. |
|
10 |
|
Después llevó Ismael cautivo a todo el
resto del pueblo que estaba en Mizpa; a las hijas del rey, y a todo el
pueblo que en Mizpa había quedado, el cual había Nabuzaradán capitán de
la guardia encargado a Gedalías hijo de Ahicam. Los llevó pues cautivos
Ismael hijo de Netanías, y se fue para pasarse a los hijos de Amón. |
|
11 |
|
Y oyó Johanán hijo de Carea, y todos los
príncipes de la gente de guerra que estaban con él, todo el mal que
había hecho Ismael, hijo de Netanías. |
|
12 |
|
Entonces tomaron todos los hombres, y
fueron a pelear con Ismael hijo de Netanías, y lo hallaron junto al gran
estanque que está en Gabaón. |
|
13 |
|
Y aconteció que como todo el pueblo que
estaba con Ismael vio a Johanán hijo de Carea, y a todos los príncipes
de la gente de guerra que estaban con él, se alegraron. |
|
14 |
|
Y todo el pueblo que Ismael había traído
cautivo de Mizpa, se tornaron, y volvieron, y se fueron a Johanán hijo
de Carea. |
|
15 |
|
Mas Ismael hijo de Netanías se escapó
delante de Johanán con ocho hombres, y se fue a los hijos de Amón. |
|
16 |
|
Y Johanán hijo de Carea, y todos los
príncipes de la gente de guerra que con él estaban, tomaron todo el
resto del pueblo que habían recobrado de Ismael hijo de Netanías, de
Mizpa, después que hirió a Gedalías hijo de Ahicam: hombres de guerra, y
mujeres, y niños, y los eunucos que Johanán había hecho tornar de Gabaón; |
|
17 |
|
y fueron y habitaron en Gerut-quimam,
que es cerca de Belén, a fin de partir y meterse en Egipto, |
|
18 |
|
por causa de los caldeos; porque temían
de ellos, por haber herido Ismael hijo de Netanías a Gedalías hijo de
Ahicam, al cual el rey de Babilonia había puesto sobre la tierra. |
|
Jeremías 42 |
|
|
1 |
|
Y vinieron todos los oficiales de la
gente de guerra, y Johanán hijo de Carea, y Jezanías hijo de Osaías, y
todo el pueblo desde el menor hasta el mayor, |
|
2 |
|
y dijeron al profeta Jeremías: Sea
acepta nuestra súplica delante de ti, y ora por nosotros a Jehová tu
Dios, por todo este remanente ( pues de muchos hemos quedado unos pocos,
como nos ven tus ojos ), |
|
3 |
|
para que Jehová tu Dios nos enseñe
camino por donde vayamos, y lo que hemos de hacer. |
|
4 |
|
Y el profeta Jeremías les dijo: Ya he
oído. He aquí que voy a orar a Jehová vuestro Dios, como habéis dicho; y
será que todo lo que Jehová os respondiere, os lo declararé; no os
reservaré palabra. |
|
5 |
|
Y ellos dijeron a Jeremías: Jehová sea
entre nosotros testigo de la verdad y de la lealtad, si no hiciéremos
conforme a todo aquello para lo cual Jehová tu Dios te enviare a
nosotros. |
|
6 |
|
Sea bueno, o sea malo, a la voz de
Jehová nuestro Dios, al cual te enviamos, obedeceremos; para que,
obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios, tengamos bien. |
|
7 |
|
Y aconteció que al cabo de diez días
vino palabra de Jehová a Jeremías. |
|
8 |
|
Y llamó a Johanán hijo de Carea, y a
todos los oficiales de la gente de guerra que con él estaban, y a todo
el pueblo desde el menor hasta el mayor; |
|
9 |
|
Y les dijo: Así dice Jehová Dios de
Israel, al cual me enviasteis para presentar vuestras súplicas delante
de Él: |
|
10 |
|
Si os quedareis quietos en esta tierra,
os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré: porque
arrepentido estoy del mal que os he hecho. |
|
11 |
|
No temáis de la presencia del rey de
Babilonia, del cual tenéis temor; no temáis de su presencia, ha dicho
Jehová, porque con vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano: |
|
12 |
|
Y os daré misericordias, y tendrá
misericordia de vosotros, y os hará volver a vuestra tierra. |
|
13 |
|
Mas si dijereis: No moraremos en esta
tierra, no obedeciendo así a la voz de Jehová vuestro Dios, |
|
14 |
|
y diciendo: No, antes nos entraremos en
tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de
trompeta, ni tendremos hambre de pan, y allá moraremos; |
|
15 |
|
Ahora por eso, oíd la palabra de Jehová,
remanente de Judá: Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Si
vosotros volviereis vuestros rostros para entrar en Egipto, y entrareis
para peregrinar allá, |
|
16 |
|
entonces sucederá que la espada que
teméis, os alcanzará allí en tierra de Egipto, y el hambre de que tenéis
temor, allá en Egipto se os pegará; y allí moriréis. |
|
17 |
|
Será pues, que todos los hombres que
tornaren sus rostros para entrarse en Egipto, para peregrinar allí,
morirán a espada, de hambre, y de pestilencia: no habrá de ellos quien
quede vivo, ni quien escape delante del mal que traeré yo sobre ellos. |
|
18 |
|
Porque así dice Jehová de los ejércitos,
Dios de Israel: Como se derramó mi enojo y mi ira sobre los moradores de
Jerusalén, así se derramará mi ira sobre vosotros, cuando entrareis en
Egipto; y seréis por juramento y por espanto, y por maldición y por
afrenta; y no veréis más este lugar. |
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19 |
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Jehová habló sobre vosotros, oh
remanente de Judá: No entréis en Egipto: sabed por cierto que os aviso
hoy. |
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20 |
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¿Por qué hicisteis errar vuestras almas?
Porque vosotros me enviasteis a Jehová vuestro Dios, diciendo: Ora por
nosotros a Jehová nuestro Dios; y conforme a todas las cosas que Jehová
nuestro Dios dijere, háznoslo saber así, y lo pondremos por obra. |
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21 |
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Y os lo he denunciado hoy, y no habéis
obedecido a la voz de Jehová vuestro Dios, ni a todas las cosas por las
cuales me envió a vosotros. |
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22 |
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Ahora, pues, sabed de cierto que a
espada, y de hambre y pestilencia, moriréis en el lugar donde deseasteis
entrar para peregrinar allí. |