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Jueces 1 |
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1 |
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Y aconteció después de la muerte de
Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién
será el primero en subir por nosotros a pelear contra los cananeos? |
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2 |
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Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí
que yo he entregado la tierra en sus manos. |
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3 |
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Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube
conmigo a mi suerte, y peleemos contra el cananeo, y yo también iré
contigo a tu suerte. Y Simeón fue con él. |
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4 |
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Y subió Judá, y Jehová entregó en sus
manos al cananeo y al ferezeo; y de ellos hirieron en Bezec diez mil
hombres. |
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5 |
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Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec, y
pelearon contra él; e hirieron al cananeo y al ferezeo. |
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6 |
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Mas Adoni-bezec huyó; y le siguieron, y
le prendieron, y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies. |
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7 |
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Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes,
cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las migajas
debajo de mi mesa; como yo hice, así me ha pagado Dios. Y le metieron en
Jerusalén, donde murió. |
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8 |
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Y habían combatido los hijos de Judá a
Jerusalén, y la habían tomado, y herido a filo de espada, y puesto a
fuego la ciudad. |
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9 |
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Después los hijos de Judá descendieron
para pelear contra el cananeo que habitaba en las montañas, y en el sur,
y en el valle. |
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10 |
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Y partió Judá contra el cananeo que
habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron a
Sesai, y a Ahimán, y a Talmai. |
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11 |
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Y de allí fue a los que habitaban en
Debir, que antes se llamaba Quiriat-sefer. |
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12 |
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Y dijo Caleb: El que hiriere a
Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré a Acsa mi hija por esposa. |
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13 |
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Y la tomó Otoniel hijo de Cenaz, hermano
menor de Caleb; y él le dio a Acsa su hija por esposa. |
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14 |
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Y sucedió que cuando ella vino a él,
ella le persuadió para pedir a su padre un campo. Ella entonces se bajó
del asno, y Caleb le dijo: ¿Qué tienes? |
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15 |
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Ella entonces le respondió: Dame una
bendición, puesto que me has dado tierra de sequedal; dame también
fuentes de aguas. Entonces Caleb le dio las fuentes de arriba, y las
fuentes de abajo. |
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16 |
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Y los hijos del cineo, suegro de Moisés,
subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá, al desierto
de Judá que está al sur de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo. |
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17 |
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Y fue Judá a su hermano Simeón, e
hirieron al cananeo que habitaba en Sefat, y la asolaron; y pusieron por
nombre a la ciudad, Horma. |
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18 |
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Tomó también Judá a Gaza con su término,
y a Ascalón con su término, y a Ecrón con su término. |
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19 |
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Y Jehová fue con Judá, y echó a los de
las montañas; mas no pudo echar a los que habitaban en los llanos, los
cuales tenían carros herrados. |
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20 |
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Y dieron Hebrón a Caleb, como Moisés
había dicho; y él echó de allí tres hijos de Anac. |
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21 |
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Mas los hijos de Benjamín no echaron al
jebuseo que habitaba en Jerusalén, y así el jebuseo habitó con los hijos
de Benjamín en Jerusalén hasta hoy. |
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22 |
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También los de la casa de José subieron
a Betel; y Jehová fue con ellos. |
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23 |
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Y los de la casa de José pusieron espías
en Betel, la cual ciudad antes se llamaba Luz. |
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24 |
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Y los que espiaban vieron un hombre que
salía de la ciudad, y le dijeron: Muéstranos ahora la entrada de la
ciudad, y haremos contigo misericordia. |
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25 |
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Y él les mostró la entrada a la ciudad,
y la hirieron a filo de espada; mas dejaron a aquel hombre con toda su
familia. |
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26 |
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Y se fue el hombre a la tierra de los
heteos, y edificó una ciudad, a la cual llamó Luz; y éste es su nombre
hasta hoy. |
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27 |
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Tampoco Manasés echó a los de Bet-seán,
ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los de Dor
y sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y sus aldeas, ni a los que
habitaban en Meguido y en sus aldeas; mas los cananeos quisieron habitar
en esta tierra. |
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28 |
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Pero cuando Israel tomó fuerzas hizo al
cananeo tributario, mas no lo echó. |
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29 |
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Tampoco Efraín echó al cananeo que
habitaba en Gezer; antes habitó el cananeo en medio de ellos en Gezer. |
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30 |
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Tampoco Zabulón echó a los que habitaban
en Quitrón ni a los que habitaban en Naalal; mas el cananeo habitó en
medio de él, y le fueron tributarios. |
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31 |
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Tampoco Aser echó a los que habitaban en
Aco, ni a los que habitaban en Sidón, ni en Ahlab, ni en Aczib, ni en
Helba, ni en Afec, ni en Rehob. |
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32 |
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Antes moró Aser entre los cananeos que
habitaban en la tierra; pues no los echó. |
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33 |
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Tampoco Neftalí echó a los que habitaban
en Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre
los cananeos que habitaban en la tierra; mas les fueron tributarios los
moradores de Bet-semes, y los moradores de Bet-anat. |
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34 |
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Y los amorreos presionaron a los hijos
de Dan hasta la montaña; y no los dejaron descender a la llanura. |
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35 |
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Y quiso el amorreo habitar en la montaña
de Heres, en Ajalón y en Saalbim; sin embargo la mano de la casa de José
prevaleció, y los hicieron tributarios. |
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36 |
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Y el término del amorreo fue desde la
subida de Acrabim, desde la piedra, y arriba. |
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Jueces 2 |
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1 |
|
Y el Ángel de Jehová subió de Gilgal a
Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la
cual había jurado a vuestros padres; y dije: No invalidaré jamás mi
pacto con vosotros; |
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2 |
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con tal que vosotros no hagáis alianza
con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar: mas
vosotros no habéis obedecido a mi voz: ¿por qué habéis hecho esto? |
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3 |
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Por tanto yo también dije: No los echaré
de delante de vosotros, sino que serán como espinas en vuestros
costados, y sus dioses os serán por tropiezo. |
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4 |
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Y como el Ángel de Jehová habló estas
palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo lloró en alta voz. |
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5 |
|
Y llamaron por nombre aquel lugar
Boquim; y ofrecieron allí sacrificios a Jehová. |
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6 |
|
Porque ya Josué había despedido al
pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para
poseerla. |
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7 |
|
Y el pueblo había servido a Jehová todo
el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que vivieron largos
días después de Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras
de Jehová, que Él había hecho por Israel. |
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8 |
|
Y murió Josué hijo de Nun, siervo de
Jehová, siendo de ciento diez años. |
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9 |
|
Y lo enterraron en el término de su
heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, el norte del monte de
Gaas. |
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10 |
|
Y toda aquella generación fue también
recogida con sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación,
que no conocían a Jehová, ni la obra que Él había hecho por Israel. |
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11 |
|
Y los hijos de Israel hicieron lo malo
ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los Baales: |
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12 |
|
Y dejaron a Jehová el Dios de sus
padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras
otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores,
a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. |
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13 |
|
Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y
a Astarot. |
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14 |
|
Y el furor de Jehová se encendió contra
Israel, el cual los entregó en manos de robadores que los saquearon, y
los vendió en manos de sus enemigos de alrededor: y ya no pudieron estar
de pie delante de sus enemigos. |
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15 |
|
Por dondequiera que salían, la mano de
Jehová era contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová
se lo había jurado; así los afligió en gran manera. |
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16 |
|
Mas Jehová levantó jueces que los
librasen de mano de los que los saqueaban. |
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17 |
|
Y tampoco oyeron a sus jueces, sino que
fornicaron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron
pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los
mandamientos de Jehová; pero ellos no hicieron así. |
|
18 |
|
Y cuando Jehová les levantaba jueces,
Jehová era con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el
tiempo de aquel juez; porque Jehová se arrepentía por sus gemidos a
causa de los que los oprimían y afligían. |
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19 |
|
Pero acontecía que al morir el juez,
ellos volvían atrás y se corrompían aun más que sus padres, siguiendo a
dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no
desistían de sus obras, ni de su obstinado camino. |
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20 |
|
Y la ira de Jehová se encendió contra
Israel, y dijo: Por cuanto esta gente traspasa mi pacto que ordené a sus
padres, y no obedecen mi voz, |
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21 |
|
tampoco yo echaré más de delante de
ellos a ninguna de estas naciones que dejó Josué cuando murió; |
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22 |
|
para que por ellas probara yo a Israel,
si guardarían o no el camino de Jehová andando por él, como sus padres
lo guardaron. |
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23 |
|
Por esto dejó Jehová aquellas naciones,
y no las desarraigó luego, ni las entregó en mano de Josué. |
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Jueces 3 |
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1 |
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Éstas, pues, son las naciones que dejó
Jehová para probar con ellas a Israel, a todos aquellos que no habían
conocido todas las guerras de Canaán; |
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2 |
|
para que al menos el linaje de los hijos
de Israel conociese, para enseñarlos en la guerra, al menos a los que
antes no la habían conocido. |
|
3 |
|
Cinco príncipes de los filisteos, y
todos los cananeos, y los sidonios, y los heveos que habitaban en el
monte Líbano; desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat. |
|
4 |
|
Éstos, pues, fueron para probar por
ellos a Israel, para saber si obedecerían a los mandamientos de Jehová,
que Él había prescrito a sus padres por mano de Moisés. |
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5 |
|
Así los hijos de Israel habitaban entre
los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos, y jebuseos. |
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6 |
|
Y tomaron de sus hijas por esposas, y
dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses. |
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7 |
|
Hicieron, pues, los hijos de Israel lo
malo ante los ojos de Jehová; y olvidaron a Jehová su Dios, y sirvieron
a los Baales, y a las imágenes de Asera. |
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8 |
|
Y la ira de Jehová se encendió contra
Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y
sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años. |
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9 |
|
Y cuando los hijos de Israel clamaron a
Jehová; Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró;
esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. |
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10 |
|
Y el Espíritu de Jehová fue sobre él, y
juzgó a Israel, y salió a batalla, y Jehová entregó en su mano a
Cusan-risataim, rey de Mesopotamia, y prevaleció su mano contra
Cusan-risataim. |
|
11 |
|
Y reposó la tierra cuarenta años; y
murió Otoniel, hijo de Cenaz. |
|
12 |
|
Y los hijos de Israel volvieron a hacer
lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová esforzó a Eglón rey de Moab
contra Israel, por cuanto habían hecho lo malo ante los ojos de Jehová. |
|
13 |
|
Y juntó consigo a los hijos de Amón y de
Amalec, y fue, e hirió a Israel, y tomó la ciudad de las palmas. |
|
14 |
|
Y los hijos de Israel sirvieron a Eglón
rey de los moabitas dieciocho años. |
|
15 |
|
Y los hijos de Israel clamaron a Jehová;
y Jehová les levantó un libertador, a Aod, hijo de Gera, benjamita, el
cual era zurdo. Y los hijos de Israel enviaron con él un presente a
Eglón rey de Moab. |
|
16 |
|
Y Aod se había hecho un puñal de dos
filos, de un codo de largo; y se lo ciñó debajo de sus ropas sobre su
muslo derecho. |
|
17 |
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Y trajo el presente a Eglón rey de Moab;
y Eglón era un hombre muy obeso. |
|
18 |
|
Y luego que hubo entregado el presente,
despidió a la gente que lo había traído. |
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19 |
|
Mas él se volvió desde los ídolos que
estaban en Gilgal, y dijo: Rey, una palabra secreta tengo que decirte.
Él entonces dijo: Calla. Y salieron de delante de él todos los que con
él estaban. |
|
20 |
|
Y se acercó Aod a él, el cual estaba
sentado solo en una sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios
para ti. Él entonces se levantó de su silla. |
|
21 |
|
Mas Aod metió su mano izquierda, y tomó
el puñal de su lado derecho, y se lo metió por el vientre; |
|
22 |
|
y la empuñadura también entró tras la
hoja, y la grosura encerró la hoja, que él no sacó el puñal de su
vientre; y salió el estiércol. |
|
23 |
|
Y saliendo Aod al patio, cerró tras sí
las puertas de la sala y les puso el cerrojo. |
|
24 |
|
Y salido él, vinieron sus siervos, los
cuales viendo las puertas de la sala cerradas, dijeron: Sin duda él
cubre sus pies en la sala de verano. |
|
25 |
|
Y habiendo esperado hasta estar confusos,
pues que él no abría las puertas de la sala, tomaron la llave y abrieron;
y he aquí su señor caído en tierra, muerto. |
|
26 |
|
Mas entre tanto que ellos se detuvieron,
Aod se escapó, y pasando los ídolos, escapó a Seirat. |
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27 |
|
Y como hubo entrado, tocó el cuerno en
el monte de Efraín, y los hijos de Israel descendieron con él del monte,
y él iba delante de ellos. |
|
28 |
|
Entonces él les dijo: Seguidme, porque
Jehová ha entregado vuestros enemigos los moabitas en vuestras manos. Y
descendieron en pos de él, y tomaron los vados del Jordán a Moab, y no
dejaron pasar a ninguno. |
|
29 |
|
Y en aquel tiempo hirieron de los
moabitas como a diez mil hombres, todos valientes y todos hombres de
guerra; no escapó hombre. |
|
30 |
|
Así quedó Moab sojuzgado aquel día bajo
la mano de Israel; y reposó la tierra ochenta años. |
|
31 |
|
Después de éste fue Samgar hijo de Anat,
el cual hirió seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de
bueyes; y él también libró a Israel. |
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Jueces 4 |
|
|
1 |
|
Y después de la muerte de Aod, los hijos
de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová. |
|
2 |
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Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey
de Canaán, el cual reinó en Hazor: y el capitán de su ejército se
llamaba Sísara, y él habitaba en Haroset de los gentiles. |
|
3 |
|
Y los hijos de Israel clamaron a Jehová,
porque aquél tenía novecientos carros herrados; y había afligido en gran
manera a los hijos de Israel por veinte años. |
|
4 |
|
Y gobernaba en aquel tiempo a Israel una
mujer, Débora, profetisa, esposa de Lapidot; |
|
5 |
|
y ella se sentaba bajo la palmera de
Débora, entre Ramá y Betel, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel
subían a ella a juicio. |
|
6 |
|
Y ella envió a llamar a Barac hijo de
Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios
de Israel, diciendo: Ve, y retírate hasta el monte de Tabor, y toma
contigo diez mil hombres de los hijos de Neftalí, y de los hijos de
Zabulón; |
|
7 |
|
y yo atraeré a ti al arroyo de Cisón a
Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y
lo entregaré en tus manos? |
|
8 |
|
Y Barac le respondió: Si tú fueres
conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. |
|
9 |
|
Y ella dijo: Iré contigo; mas no será tu
honra en el camino que vas; porque en mano de mujer venderá Jehová a
Sísara. Y levantándose Débora fue con Barac a Cedes. |
|
10 |
|
Y juntó Barac a Zabulón y a Neftalí en
Cedes, y subió con diez mil hombres a su mando, y Débora subió con él. |
|
11 |
|
Y Heber cineo, de los hijos de Hobab
suegro de Moisés, se había apartado de los cineos, y puesto su tienda
hasta el valle de Zaananim, que está junto a Cedes. |
|
12 |
|
Vinieron pues, las nuevas a Sísara como
Barac hijo de Abinoam había subido al monte de Tabor. |
|
13 |
|
Y reunió Sísara todos sus carros,
novecientos carros herrados, con todo el pueblo que con él estaba, desde
Haroset de los gentiles hasta el arroyo de Cisón. |
|
14 |
|
Entonces Débora dijo a Barac: Levántate;
porque éste es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos:
¿No ha salido Jehová delante de ti? Y Barac descendió del monte de
Tabor, y diez mil hombres en pos de él. |
|
15 |
|
Y Jehová desbarató a Sísara, y a todos
sus carros y a todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y
Sísara descendió del carro, y huyó a pie. |
|
16 |
|
Mas Barac siguió los carros y el
ejército hasta Haroset de los gentiles, y todo el ejército de Sísara
cayó a filo de espada hasta no quedar ni uno. |
|
17 |
|
Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael,
esposa de Heber cineo; porque había paz entre Jabín rey de Hazor y la
casa de Heber el cineo. |
|
18 |
|
Y saliendo Jael a recibir a Sísara, le
dijo: Ven, señor mío, ven a mí, no tengas temor. Y él vino a ella a la
tienda, y ella le cubrió con una manta. |
|
19 |
|
Y él le dijo: Te ruego me des a beber un
poco de agua, que tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de
beber, y le volvió a cubrir. |
|
20 |
|
Y él le dijo: Estate a la puerta de la
tienda, y si alguien viniere, y te preguntare, diciendo: ¿Hay aquí
alguno? Tú responderás que no. |
|
21 |
|
Y Jael, esposa de Heber, tomó una estaca
de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, vino a él calladamente, y
le metió la estaca por las sienes, y lo enclavó en la tierra, pues él
estaba cargado de sueño y cansado; y así murió. |
|
22 |
|
Y siguiendo Barac a Sísara, Jael salió a
recibirlo, y le dijo: Ven, y te mostraré al varón que tú buscas. Y él
entró con ella, y he aquí Sísara yacía muerto con la estaca en la sien. |
|
23 |
|
Así abatió Dios aquel día a Jabín, rey
de Canaán, delante de los hijos de Israel. |
|
24 |
|
Y la mano de los hijos de Israel
prosperó y prevaleció contra Jabín rey de Canaán; hasta que destruyeron
a Jabín, rey de Canaán. |
|
Jueces 5 |
|
|
1 |
|
Y aquel día cantó Débora, con Barac,
hijo de Abinoam, diciendo: |
|
2 |
|
Porque ha vengado las injurias de
Israel, porque el pueblo se ha ofrecido voluntariamente, load a Jehová. |
|
3 |
|
Oíd, oh reyes; escuchad, oh príncipes:
Yo cantaré a Jehová, cantaré salmos a Jehová, Dios de Israel. |
|
4 |
|
Cuando saliste de Seir, oh Jehová,
cuando te apartaste del campo de Edom, la tierra tembló, y los cielos
destilaron, y las nubes gotearon aguas. |
|
5 |
|
Los montes se derritieron delante de
Jehová, aun aquel Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel. |
|
6 |
|
En los días de Samgar hijo de Anat, en
los días de Jael, cesaron los caminos, y los que andaban por las sendas
se apartaban por senderos torcidos. |
|
7 |
|
Los aldeanos cesaron en Israel,
decayeron; hasta que yo Débora me levanté, me levanté como madre en
Israel. |
|
8 |
|
Escogieron nuevos dioses, la guerra
estaba a las puertas: ¿Se veía escudo o lanza entre cuarenta mil en
Israel? |
|
9 |
|
Mi corazón es para los príncipes de
Israel, los que se ofrecieron voluntariamente entre el pueblo. ¡Bendecid
a Jehová! |
|
10 |
|
Vosotros los que cabalgáis en asnas
blancas, los que presidís en juicio, y vosotros los que viajáis, hablad. |
|
11 |
|
Lejos del ruido de los arqueros, en los
abrevaderos, allí repetirán los hechos justos de Jehová, los hechos
justos para con los habitantes de sus aldeas en Israel; entonces
descenderá el pueblo de Jehová a las puertas. |
|
12 |
|
Despierta, despierta, Débora; Despierta,
despierta, profiere un cántico. Levántate, Barac, y lleva tus cautivos,
hijo de Abinoam. |
|
13 |
|
Entonces ha hecho que el que quedó del
pueblo, señoree sobre los nobles: Jehová me hizo señorear sobre los
poderosos. |
|
14 |
|
De Efraín salió su raíz contra Amalec,
tras ti, Benjamín, con tus pueblos; de Maquir descendieron príncipes, y
de Zabulón los que solían manejar punzón de escribiente. |
|
15 |
|
Príncipes también de Isacar fueron con
Débora; y como Isacar, también Barac fue enviado a pie por el valle. Por
las divisiones de Rubén hubo grandes impresiones del corazón. |
|
16 |
|
¿Por qué te quedaste entre los apriscos,
para oír los balidos de los rebaños? Por las divisiones de Rubén grandes
fueron las reflexiones del corazón. |
|
17 |
|
Galaad se quedó al otro lado del Jordán;
y Dan ¿por qué se estuvo junto a los navíos? Se mantuvo Aser a la ribera
del mar, y se quedó en sus puertos. |
|
18 |
|
El pueblo de Zabulón expuso su vida a la
muerte, y Neftalí en las alturas del campo. |
|
19 |
|
Vinieron reyes y pelearon: Entonces
pelearon los reyes de Canaán en Taanac, junto a las aguas de Meguido,
mas no llevaron ganancia alguna de dinero. |
|
20 |
|
De los cielos pelearon; las estrellas
desde sus órbitas pelearon contra Sísara. |
|
21 |
|
Los barrió el torrente de Cisón, el
antiguo torrente, el torrente de Cisón. Hollaste, oh alma mía, con
fortaleza. |
|
22 |
|
Se rompieron entonces los cascos de los
caballos por el galopar, por el galopar de sus valientes. |
|
23 |
|
Maldecid a Meroz, dijo el ángel de
Jehová: Maldecid severamente a sus moradores, porque no vinieron al
socorro de Jehová, al socorro de Jehová contra los fuertes. |
|
24 |
|
Bendita sea entre las mujeres Jael,
esposa de Heber el cineo; sobre las mujeres bendita sea en la tienda. |
|
25 |
|
Él pidió agua, y ella le dio leche; en
tazón de nobles le presentó nata. |
|
26 |
|
Con su mano tomó la estaca, y con su
diestra el mazo de trabajadores; y golpeó a Sísara, hirió su cabeza,
horadó y atravesó sus sienes. |
|
27 |
|
Cayó encorvado entre sus pies, quedó
tendido; entre sus pies cayó encorvado; donde se encorvó, allí cayó
muerto. |
|
28 |
|
La madre de Sísara se asoma a la ventana,
y por entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro en venir?
¿Por qué se demoran las ruedas de sus carros? |
|
29 |
|
Las más avisadas de sus damas le
respondían; y aun ella se respondía a sí misma. |
|
30 |
|
¿Acaso no han hallado despojo, y lo
están repartiendo? A cada uno una doncella, o dos; las prendas de
colores para Sísara, las prendas bordadas de colores; la ropa de color
bordada de ambos lados, para los cuellos de los que han tomado el
despojo. |
|
31 |
|
Así perezcan todos tus enemigos, oh
Jehová; mas los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza.
Y la tierra reposó cuarenta años. |
|
Jueces 6 |
|
|
1 |
|
Y los hijos de Israel hicieron lo malo
ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en las manos de Madián por
siete años. |
|
2 |
|
Y la mano de Madián prevaleció contra
Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron
cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fuertes. |
|
3 |
|
Pues sucedía que cuando Israel había
sembrado, subían los madianitas, y los amalecitas, y aun los hijos de
los orientales subían contra ellos; |
|
4 |
|
y acampando contra ellos destruían los
frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en
Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. |
|
5 |
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Porque subían ellos y sus ganados, y
venían con sus tiendas en grande multitud como langostas, que no había
número en ellos ni en sus camellos: así venían a la tierra para
devastarla. |
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6 |
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E Israel era en gran manera empobrecido
por los madianitas. Y los hijos de Israel clamaron a Jehová. |
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7 |
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Y cuando los hijos de Israel clamaron a
Jehová, a causa de los madianitas, |
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8 |
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Jehová envió un varón profeta a los
hijos de Israel, el cual les dijo: Así dice Jehová Dios de Israel: Yo os
hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre: |
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9 |
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Yo os libré de mano de los egipcios, y
de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de
vosotros, y os di su tierra; |
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10 |
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y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios;
no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; mas no
habéis obedecido a mi voz. |
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11 |
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Y vino el Ángel de Jehová, y se sentó
debajo del alcornoque que está en Ofra, el cual era de Joás abiezerita;
y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo
de los madianitas. |
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12 |
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Y el Ángel de Jehová se le apareció, y
le dijo: Jehová es contigo, varón esforzado. |
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13 |
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Y Gedeón le respondió: Ah, Señor mío, si
Jehová es con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde
están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado,
diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha
desamparado, y nos ha entregado en manos de los madianitas. |
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14 |
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Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta
tu fortaleza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te
envío yo? |
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15 |
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Entonces le respondió: Ah, Señor mío,
¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en
Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. |
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16 |
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Y Jehová le dijo: Ciertamente yo seré
contigo, y herirás a los madianitas como a un solo hombre. |
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17 |
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Y él respondió: Yo te ruego, que si he
hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo. |
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18 |
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Te ruego que no te vayas de aquí, hasta
que a ti vuelva, y saque mi presente, y lo ponga delante de ti. Y Él
respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas. |
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19 |
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Y entrándose Gedeón aderezó un cabrito,
y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un
canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de
aquel alcornoque. |
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20 |
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Y el Ángel de Dios le dijo: Toma la
carne, y los panes sin levadura, y ponlo sobre esta roca, y vierte el
caldo. Y él lo hizo así. |
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21 |
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Y extendiendo el Ángel de Jehová el
bordón que tenía en su mano, tocó con la punta en la carne y en los
panes sin levadura; y subió fuego de la roca, el cual consumió la carne
y los panes sin levadura. Y el Ángel de Jehová desapareció de delante de
él. |
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22 |
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Y viendo Gedeón que era el Ángel de
Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al Ángel de Jehová cara a
cara. |
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23 |
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Y Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas
temor, no morirás. |
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24 |
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Y edificó allí Gedeón un altar a Jehová,
al que llamó Jehová-salom: Éste está hasta hoy en Ofra de los
abiezeritas. |
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25 |
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Y aconteció que la misma noche le dijo
Jehová: Toma un becerro del hato de tu padre, y otro toro de siete años,
y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen
de Asera que está junto a él; |
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26 |
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y edifica altar a Jehová tu Dios en la
cumbre de esta roca en el lugar ordenado; y tomando el segundo toro,
sacrifícalo en holocausto sobre la leña de la imagen de Asera que habrás
cortado. |
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27 |
|
Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus
siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la
familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche. |
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28 |
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Y a la mañana, cuando los de la ciudad
se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada
la imagen de Asera que estaba junto a él, y sacrificado aquel segundo
toro en holocausto sobre el altar edificado. |
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29 |
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Y se decían unos a otros: ¿Quién ha
hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de Joás
lo ha hecho. |
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30 |
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Entonces los hombres de la ciudad
dijeron a Joás: Saca fuera tu hijo para que muera, por cuanto ha
derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba
junto a él. |
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31 |
|
Y Joás respondió a todos los que estaban
junto a él: ¿Contenderéis vosotros por Baal? ¿Le salvaréis vosotros?
Cualquiera que contendiere por él, que muera mañana. Si es un dios, que
contienda por sí mismo con el que derribó su altar. |
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32 |
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Y aquel día llamó él a Gedeón Jerobaal;
porque dijo: Pleitee Baal contra el que derribó su altar. |
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33 |
|
Y todos los madianitas, y amalecitas, y
orientales, se juntaron a una, y pasando acamparon en el valle de
Jezreel. |
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34 |
|
Y el Espíritu de Jehová vino sobre
Gedeón, y como éste hubo tocado el cuerno, Abiezer se reunió con él. |
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35 |
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Y envió mensajeros por todo Manasés, el
cual también se reunió con él; asimismo envió mensajeros a Aser, y a
Zabulón, y a Neftalí, los cuales salieron a encontrarles. |
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36 |
|
Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a
Israel por mi mano, como has dicho, |
|
37 |
|
he aquí que yo pondré un vellón de lana
en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca
toda la otra tierra, entonces entenderé que has de salvar a Israel por
mi mano, como lo has dicho. |
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38 |
|
Y aconteció así: porque como se levantó
de mañana, exprimiendo el vellón sacó de él el rocío, un vaso lleno de
agua. |
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39 |
|
Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda
tu ira contra mí, si aún hablare esta vez: solamente probaré ahora otra
vez con el vellón. Te ruego que sólo el vellón quede seco, y el rocío
sobre la tierra. |
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40 |
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Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo
el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío. |
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Jueces 7 |
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1 |
|
Levantándose, pues, de mañana Jerobaal,
el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, acamparon junto a
la fuente de Harod; y tenía el campamento de los madianitas al norte,
más allá del collado de Moreh, en el valle. |
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2 |
|
Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que
está contigo es mucho para que yo dé a los madianitas en su mano; no sea
que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. |
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3 |
|
Ahora, pues, haz pregonar, que lo oiga
el pueblo, diciendo: El que teme y se estremece, madrugue y vuélvase
desde el monte de Galaad. Y se volvieron de los del pueblo veintidós
mil; y quedaron diez mil. |
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4 |
|
Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el
pueblo; llévalos a las aguas, y allí yo te los probaré; y del que yo te
dijere: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te
dijere: Éste no vaya contigo, el tal no irá. |
|
5 |
|
Entonces llevó el pueblo a las aguas: y
Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua
como lame el perro, aquél pondrás aparte; asimismo cualquiera que se
doblare sobre sus rodillas para beber. |
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6 |
|
Y fue el número de los que lamieron las
aguas, llevándola con la mano a la boca, trescientos hombres; y todo el
resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas. |
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7 |
|
Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos
trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los
madianitas en tus manos; y que se vaya toda la demás gente, cada uno a
su lugar. |
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8 |
|
Y tomada provisión para el pueblo en sus
manos, y sus bocinas, envió a todos los demás israelitas cada uno a su
tienda, y retuvo a aquellos trescientos hombres; y tenía el campamento
de Madián abajo en el valle. |
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9 |
|
Y aconteció que aquella noche Jehová le
dijo: Levántate, y desciende al campo; porque yo lo he entregado en tus
manos. |
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10 |
|
Y si tienes temor de descender, baja tú
al campamento con Fura tu criado, |
|
11 |
|
y oirás lo que hablan; y entonces tus
manos se esforzarán, y descenderás contra el campamento. Y él descendió
con Fura su criado a los puestos avanzados de los hombres armados que
estaban en el campamento. |
|
12 |
|
Y Madián, y Amalec, y todos los
orientales, estaban tendidos en el valle como langostas en muchedumbre,
y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la ribera del
mar en multitud. |
|
13 |
|
Y luego que llegó Gedeón, he aquí que un
hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo
soñé un sueño: y he aquí que veía un pan de cebada que rodaba hasta el
campamento de Madián, y llegaba a las tiendas, y las hería de manera que
caían, y las trastornaba de arriba abajo, y las tiendas caían. |
|
14 |
|
Y su compañero respondió, y dijo: Esto
no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joás, varón de Israel:
Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el campamento. |
|
15 |
|
Y cuando Gedeón oyó el relato del sueño
y su interpretación, adoró; y vuelto al campamento de Israel, dijo:
Levantaos, que Jehová ha entregado el campamento de Madián en vuestras
manos. |
|
16 |
|
Y repartiendo los trescientos hombres en
tres escuadrones, dio a cada uno de ellos bocinas en sus manos, y
cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros. |
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17 |
|
Y les dijo: Miradme a mí, y haced como
yo hiciere; he aquí que cuando yo llegare a las afueras del campamento,
como yo hiciere, así haréis vosotros. |
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18 |
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Yo tocaré la bocina y todos los que
estarán conmigo; y vosotros tocaréis entonces las bocinas alrededor de
todo el campamento, y diréis: ¡La espada de Jehová, y de Gedeón! |
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19 |
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Llegó pues, Gedeón, y los cien hombres
que llevaba consigo, a las afueras del campamento, al comienzo de la
vigilia de la media noche, cuando acababan de renovar las centinelas; y
tocaron las bocinas, y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos: |
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20 |
|
Y los tres escuadrones tocaron las
trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las
teas, y en la mano derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron:
¡La espada de Jehová y de Gedeón! |
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21 |
|
Y cada uno permaneció en su lugar en
derredor del campamento; y todo el ejército madianita echó a correr, y
huyeron gritando. |
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22 |
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Mas los trescientos tocaban las bocinas;
y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el
campo. Y el ejército huyó hasta Bet-sita, hacia Cerera, y hasta el
término de Abel-mehola en Tabat. |
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23 |
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Y juntándose los de Israel, de Neftalí,
y de Aser, y de todo Manasés, siguieron a los madianitas. |
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24 |
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Gedeón también envió mensajeros a todo
el monte de Efraín, diciendo: Descended al encuentro de los madianitas,
y tomadles las aguas hasta Bet-bara y el Jordán. Y juntos todos los
hombres de Efraín, tomaron las aguas de Bet-bara y el Jordán. |
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25 |
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Y tomaron dos príncipes de los
madianitas, Oreb y Zeeb: y mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb
lo mataron en el lagar de Zeeb: y después que siguieron a los madianitas,
trajeron las cabezas de Oreb y de Zeeb a Gedeón al otro lado del Jordán. |