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Proverbios 21 |
|
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1 |
|
El corazón del rey está en la mano de
Jehová, como los arroyos de agua, Él lo inclina hacia donde quiere. |
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2 |
|
Todo camino del hombre es recto en su
propia opinión; mas Jehová pesa los corazones. |
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3 |
|
Hacer justicia y juicio es a Jehová más
agradable que sacrificio. |
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4 |
|
Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y
el labrar de los impíos, son pecado. |
|
5 |
|
Los pensamientos del diligente
ciertamente tienden a la abundancia; mas los del presuroso, de cierto
llevan a la pobreza. |
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6 |
|
Obtener tesoros con lengua de mentira,
es vanidad desconcertada de aquellos que buscan la muerte. |
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7 |
|
La rapiña de los impíos los destruirá;
porque rehúsan hacer juicio. |
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8 |
|
El camino del hombre es torcido y
extraño; mas recto es el proceder del puro. |
|
9 |
|
Mejor es vivir en un rincón del terrado,
que en espaciosa casa con la mujer rencillosa. |
|
10 |
|
El alma del impío desea el mal: Su
prójimo no halla favor a sus ojos. |
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11 |
|
Cuando el escarnecedor es castigado, el
simple se hace sabio; y cuando el sabio es instruido, adquiere
conocimiento. |
|
12 |
|
Considera el justo la casa del impío,
cómo los impíos son trastornados por el mal. |
|
13 |
|
El que cierra su oído al clamor del
pobre; también él clamará, y no será oído. |
|
14 |
|
El presente en secreto pacifica el enojo,
y la dádiva en el seno, la fuerte ira. |
|
15 |
|
Alegría es al justo el hacer juicio; mas
destrucción vendrá a los que hacen iniquidad. |
|
16 |
|
El hombre que se extravía del camino de
la sabiduría, vendrá a parar en la compañía de los muertos. |
|
17 |
|
Hombre necesitado será el que ama el
placer; y el que ama el vino y los perfumes no enriquecerá. |
|
18 |
|
El impío será el rescate por el justo, y
por los rectos, el prevaricador. |
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19 |
|
Mejor es morar en tierra del desierto,
que con la mujer rencillosa e iracunda. |
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20 |
|
Tesoro codiciable y aceite hay en la
casa del sabio; mas el hombre insensato lo disipa. |
|
21 |
|
El que sigue la justicia y la
misericordia, hallará la vida, la justicia y la honra. |
|
22 |
|
El sabio escala la ciudad de los
poderosos y derriba la fortaleza en que confiaban. |
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23 |
|
El que guarda su boca y su lengua, su
alma guarda de angustias. |
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24 |
|
Soberbio, presuntuoso y escarnecedor, es
el nombre del que obra con arrogante saña. |
|
25 |
|
El deseo del perezoso le mata, porque
sus manos rehúsan trabajar; |
|
26 |
|
Hay quien todo el día codicia; mas el
justo da, y no escatima. |
|
27 |
|
El sacrificio de los impíos es
abominación: ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad! |
|
28 |
|
El testigo mentiroso perecerá; mas el
hombre que escucha, permanecerá en su dicho. |
|
29 |
|
El hombre impío endurece su rostro; mas
el recto ordena sus caminos. |
|
30 |
|
No hay sabiduría, ni inteligencia, ni
consejo, contra Jehová. |
|
31 |
|
El caballo se prepara para el día de la
batalla; pero la victoria viene de Jehová. |
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Proverbios 22 |
|
|
1 |
|
De más estima es el buen nombre que las
muchas riquezas; y la buena gracia más que la plata y el oro. |
|
2 |
|
El rico y el pobre se encontraron; a
todos ellos hizo Jehová. |
|
3 |
|
El avisado ve el mal, y se esconde; mas
los simples pasan, y reciben el daño. |
|
4 |
|
Riquezas, honra y vida son la
remuneración de la humildad y del temor de Jehová. |
|
5 |
|
Espinas y lazos hay en el camino del
perverso; el que guarda su alma se alejará de ellos. |
|
6 |
|
Instruye al niño en el camino que debe
andar; y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. |
|
7 |
|
El rico se enseñoreará de los pobres; y
el que toma prestado es siervo del que presta. |
|
8 |
|
El que sembrare iniquidad, iniquidad
segará; y la vara de su ira será consumida. |
|
9 |
|
El ojo misericordioso será bendito,
porque da de su pan al necesitado. |
|
10 |
|
Echa fuera al escarnecedor, y saldrá la
contienda, y cesará el pleito y la afrenta. |
|
11 |
|
El que ama la pureza de corazón, por la
gracia de sus labios el rey será su amigo. |
|
12 |
|
Los ojos de Jehová preservan el
conocimiento; mas Él trastorna las palabras de los prevaricadores. |
|
13 |
|
Dice el perezoso: El león está fuera;
seré muerto en la calle. |
|
14 |
|
Fosa profunda es la boca de la mujer
extraña; aquel contra el cual Jehová estuviere airado, caerá en ella. |
|
15 |
|
La necedad está ligada al corazón del
muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él. |
|
16 |
|
El que oprime al pobre para acrecentar
su riqueza, y que da al rico, ciertamente vendrá a pobreza. |
|
17 |
|
Inclina tu oído, y oye las palabras de
los sabios, y aplica tu corazón a mi sabiduría: |
|
18 |
|
Porque es cosa deliciosa, si las
guardares dentro de ti; y si juntamente se afirmaren en tus labios. |
|
19 |
|
Para que tu confianza sea en Jehová, te
las he hecho saber hoy a ti también. |
|
20 |
|
¿No te he escrito tres veces en consejos
y ciencia, |
|
21 |
|
para hacerte saber la certidumbre de las
palabras de verdad, para que puedas responder palabras de verdad a los
que a ti enviaren? |
|
22 |
|
No robes al pobre, porque es pobre, ni
oprimas en la puerta al afligido; |
|
23 |
|
porque Jehová juzgará la causa de ellos,
y despojará el alma de aquellos que los despojaren. |
|
24 |
|
No te asocies con el hombre iracundo, ni
te acompañes con el hombre furioso; |
|
25 |
|
no sea que aprendas sus maneras, y tomes
lazo para tu alma. |
|
26 |
|
No estés entre los que estrechan la mano,
entre los que dan fianza por deudas. |
|
27 |
|
Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han
de quitar tu cama de debajo de ti? |
|
28 |
|
No remuevas el término antiguo que
pusieron tus padres. |
|
29 |
|
¿Has visto hombre solícito en su obra?
Delante de los reyes estará; no estará delante de los hombres impíos. |
|
Proverbios 23 |
|
|
1 |
|
Cuando te sientes a comer con algún
gobernante, considera bien lo que está delante de ti; |
|
2 |
|
y pon cuchillo a tu garganta, si tienes
gran apetito. |
|
3 |
|
No codicies sus manjares delicados,
porque es pan engañoso. |
|
4 |
|
No te afanes por ser rico; sé prudente y
desiste. |
|
5 |
|
¿Has de poner tus ojos en lo que no es
nada? Porque las riquezas se harán alas, como alas de águila, y volarán
al cielo. |
|
6 |
|
No comas pan de hombre de mal ojo, ni
codicies sus manjares; |
|
7 |
|
Porque como piensa en su corazón, así es
él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo. |
|
8 |
|
Vomitarás la parte que comiste, y
perderás tus suaves palabras. |
|
9 |
|
No hables a oídos del necio; porque
menospreciará la prudencia de tus palabras. |
|
10 |
|
No remuevas el término antiguo, ni
entres en la heredad de los huérfanos: |
|
11 |
|
Porque el defensor de ellos es el Fuerte,
el cual juzgará la causa de ellos contra ti. |
|
12 |
|
Aplica tu corazón a la enseñanza, y tus
oídos a las palabras de sabiduría. |
|
13 |
|
No rehúses corregir al muchacho; porque
si lo castigas con vara, no morirá. |
|
14 |
|
Tú lo castigarás con vara, y librarás su
alma del infierno. |
|
15 |
|
Hijo mío, si tu corazón fuere sabio,
también a mí se me alegrará el corazón; |
|
16 |
|
Mis entrañas también se alegrarán cuando
tus labios hablaren cosas rectas. |
|
17 |
|
No tenga tu corazón envidia de los
pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo: |
|
18 |
|
Porque ciertamente hay porvenir, y tu
esperanza no será cortada. |
|
19 |
|
Oye tú, hijo mío, y sé sabio, y endereza
tu corazón al camino. |
|
20 |
|
No estés con los bebedores de vino, ni
con los comilones de carne: |
|
21 |
|
Porque el bebedor y el comilón
empobrecerán; y el sueño hará que el hombre vista de harapos. |
|
22 |
|
Oye a tu padre, a aquel que te engendró;
y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies. |
|
23 |
|
Compra la verdad y no la vendas; la
sabiduría, la instrucción y la inteligencia. |
|
24 |
|
Mucho se alegrará el padre del justo; y
el que engendra sabio se gozará con él. |
|
25 |
|
Alégrense tu padre y tu madre, y gócese
la que te engendró. |
|
26 |
|
Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus
ojos por mis caminos. |
|
27 |
|
Porque sima profunda es la ramera, y
pozo angosto la extraña. |
|
28 |
|
También ella, como ladrón, acecha, y
multiplica entre los hombres los prevaricadores. |
|
29 |
|
¿Para quién será el ay? ¿Para quién el
dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién
las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? |
|
30 |
|
Para los que se detienen mucho en el
vino, para los que van buscando la mixtura. |
|
31 |
|
No mires al vino cuando rojea, cuando
resplandece su color en la copa; Se entra suavemente, |
|
32 |
|
mas al fin como serpiente morderá, y
como áspid dará dolor. |
|
33 |
|
Tus ojos mirarán a las extrañas, y tu
corazón hablará perversidades. |
|
34 |
|
Y serás como el que yace en medio del
mar, o como el que está en la punta de un mastelero. |
|
35 |
|
Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió;
me azotaron, mas no lo sentí; cuando despertare, aún lo volveré a
buscar. |
|
Proverbios 24 |
|
|
1 |
|
No tengas envidia de los hombres malos,
ni desees estar con ellos; |
|
2 |
|
porque su corazón trama violencia, e
iniquidad hablan sus labios. |
|
3 |
|
Con sabiduría se edifica la casa, y con
prudencia se afirma; |
|
4 |
|
y con inteligencia se llenarán las
cámaras de todo bien preciado y agradable. |
|
5 |
|
El hombre sabio es fuerte; y de pujante
vigor el hombre docto. |
|
6 |
|
Porque con estrategia harás la guerra; y
la victoria está en la multitud de consejeros. |
|
7 |
|
La sabiduría está muy alta para el necio;
en la puerta no abrirá él su boca. |
|
8 |
|
Al que piensa hacer el mal, le llamarán
hombre de malos pensamientos. |
|
9 |
|
El pensamiento del necio es pecado; y
abominación a los hombres el escarnecedor. |
|
10 |
|
Si fueres flojo en el día de trabajo, tu
fuerza será reducida. |
|
11 |
|
Si dejares de librar a los que son
llevados a la muerte, y a los que son llevados al matadero; |
|
12 |
|
Si dijeres: Ciertamente no lo supimos; ¿Acaso
no lo entenderá el que pesa los corazones, el que mira por tu alma? ¿No
dará Él a cada hombre según sus obras? |
|
13 |
|
Come, hijo mío, de la miel, porque es
buena, y del panal que es dulce a tu paladar: |
|
14 |
|
Así será a tu alma el conocimiento de la
sabiduría; si la hallares tendrá recompensa, y al fin tu esperanza no
será cortada. |
|
15 |
|
Oh impío, no aceches la tienda del justo,
no saquees su cámara; |
|
16 |
|
porque siete veces cae el justo, y
vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal. |
|
17 |
|
Cuando cayere tu enemigo, no te
regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón; |
|
18 |
|
no sea que Jehová lo mire, y le
desagrade, y aparte de sobre él su enojo. |
|
19 |
|
No te impacientes a causa de los
malignos, ni tengas envidia de los impíos; |
|
20 |
|
porque para el malo no habrá buen fin, y
la lámpara de los impíos será apagada. |
|
21 |
|
Teme a Jehová, hijo mío, y al rey; no te
entremetas con los que son inestables; |
|
22 |
|
porque su calamidad surgirá de repente;
y la ruina de ambos, ¿quién la sabrá? |
|
23 |
|
También estas cosas pertenecen a los
sabios. Tener acepción de personas en el juicio no es bueno. |
|
24 |
|
El que dijere al malo: Justo eres, los
pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones; |
|
25 |
|
mas los que lo reprenden, serán
apreciados, y sobre ellos vendrá gran bendición. |
|
26 |
|
Besados serán los labios del que
responde palabras rectas. |
|
27 |
|
Prepara tus labores fuera, y disponlas
en tu campo; y después edificarás tu casa. |
|
28 |
|
No seas sin causa testigo contra tu
prójimo; y no lisonjees con tus labios. |
|
29 |
|
No digas: Como me hizo, así le haré;
Pagaré al hombre según su obra. |
|
30 |
|
Pasé junto al campo del perezoso, y
junto a la viña del hombre falto de entendimiento; |
|
31 |
|
Y vi que por toda ella habían crecido
espinos, ortigas habían ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba
ya destruida. |
|
32 |
|
Y yo miré, y lo puse en mi corazón; lo
vi, y recibí instrucción. |
|
33 |
|
Un poco de sueño, cabeceando otro poco,
poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; |
|
34 |
|
Así vendrá como caminante tu necesidad,
y tu pobreza como hombre armado. |
|
Proverbios 25 |
|
|
1 |
|
También éstos son proverbios de Salomón,
los cuales copiaron los varones de Ezequías, rey de Judá. |
|
2 |
|
Gloria de Dios es ocultar un asunto;
Pero honra del rey es escudriñarlo. |
|
3 |
|
La altura de los cielos, y la
profundidad de la tierra y el corazón de los reyes, son inescrutables. |
|
4 |
|
Quita las escorias de la plata, y saldrá
vaso al fundidor. |
|
5 |
|
Aparta al impío de la presencia del rey,
y su trono se afirmará en justicia. |
|
6 |
|
No te alabes delante del rey, ni estés
en el lugar de los grandes: |
|
7 |
|
Porque mejor es que se te diga: Sube acá,
y no que seas humillado delante del príncipe a quien tus ojos han visto. |
|
8 |
|
No entres apresuradamente en pleito, no
sea que no sepas qué hacer al fin, después que tu prójimo te haya
avergonzado. |
|
9 |
|
Trata tu causa con tu compañero y no
descubras el secreto a otro. |
|
10 |
|
No sea que te deshonre el que lo oyere,
y tu infamia no pueda repararse. |
|
11 |
|
Manzana de oro con figuras de plata es
la palabra dicha oportunamente. |
|
12 |
|
Como zarcillo de oro y joyel de oro fino,
es el que reprende al sabio que tiene oído dócil. |
|
13 |
|
Como frío de nieve en tiempo de la siega,
así es el mensajero fiel a los que lo envían; pues al alma de su señor
da refrigerio. |
|
14 |
|
Como nubes y vientos sin lluvia, así es
el hombre que se jacta de falsa liberalidad. |
|
15 |
|
Con larga paciencia se aplaca el
príncipe; y la lengua blanda quebranta los huesos. |
|
16 |
|
¿Hallaste la miel? Come lo que te basta;
no sea que te hartes de ella y la vomites. |
|
17 |
|
Detén tu pie de la casa de tu vecino, no
sea que se harte de ti y te aborrezca. |
|
18 |
|
Martillo y cuchillo y saeta aguda, es el
hombre que habla contra su prójimo falso testimonio. |
|
19 |
|
Diente quebrado y pie descoyuntado, es
la confianza en el hombre infiel en el tiempo de angustia. |
|
20 |
|
El que canta canciones al corazón
afligido, es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que sobre
el jabón echa vinagre. |
|
21 |
|
Si el que te aborrece tuviere hambre,
dale de comer pan; y si tuviere sed, dale de beber agua: |
|
22 |
|
Porque ascuas amontonarás sobre su
cabeza, y Jehová te lo pagará. |
|
23 |
|
El viento del norte ahuyenta la lluvia,
y el rostro airado la lengua detractora. |
|
24 |
|
Mejor es estar en un rincón del terrado,
que con la mujer rencillosa en espaciosa casa. |
|
25 |
|
Como el agua fría al alma sedienta, así
son las buenas nuevas de lejanas tierras. |
|
26 |
|
Como fuente turbia y manantial
corrompido, es el justo que cae delante del impío. |
|
27 |
|
Comer mucha miel no es bueno; ni el
buscar la propia gloria es gloria. |
|
28 |
|
Como ciudad derribada y sin muro, es el
hombre cuyo espíritu no tiene rienda. |
|
Proverbios 26 |
|
|
1 |
|
Como la nieve en el verano, y la lluvia
en la siega, así no conviene al necio la honra. |
|
2 |
|
Como el gorrión en su vagar, y como la
golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa. |
|
3 |
|
El látigo para el caballo, y el cabestro
para el asno, y la vara para la espalda del necio. |
|
4 |
|
Nunca respondas al necio conforme a su
necedad, para que no seas tú también como él. |
|
5 |
|
Responde al necio según su necedad, para
que no se estime sabio en su propia opinión. |
|
6 |
|
El que envía mensaje por mano de un
necio, se corta los pies y bebe su daño. |
|
7 |
|
Las piernas del lisiado, penden inútiles;
así el proverbio en la boca del necio. |
|
8 |
|
Como quien liga la piedra en la honda,
así hace el que al necio da honra. |
|
9 |
|
Espinas hincadas en mano del embriagado,
tal es el proverbio en la boca de los necios. |
|
10 |
|
El grande Dios que creó todas las cosas;
da la paga al insensato, y da la paga a los transgresores. |
|
11 |
|
Como perro que vuelve a su vómito, así
es el necio que repite su necedad. |
|
12 |
|
¿Has visto hombre sabio en su propia
opinión? Más esperanza hay del necio que de él. |
|
13 |
|
Dice el perezoso: El león está en el
camino; el león está en las calles. |
|
14 |
|
Como la puerta gira sobre sus quicios;
así el perezoso da vueltas en su cama. |
|
15 |
|
Esconde el perezoso su mano en su seno;
se cansa de llevarla a su boca. |
|
16 |
|
En su propia opinión el perezoso es más
sabio que siete que pueden aconsejar. |
|
17 |
|
El que pasando se deja llevar de la ira
en pleito ajeno, es como el que toma al perro por las orejas. |
|
18 |
|
Como el que enloquece, y echa llamas y
saetas y muerte, |
|
19 |
|
tal es el hombre que engaña a su amigo,
y dice: ¿Acaso no estaba yo bromeando? |
|
20 |
|
Sin leña se apaga el fuego; y donde no
hay chismoso, cesa la contienda. |
|
21 |
|
El carbón para brasas, y la leña para el
fuego; y el hombre rencilloso para encender contienda. |
|
22 |
|
Las palabras del chismoso son como
estocadas, y penetran hasta lo más profundo del vientre. |
|
23 |
|
Como escoria de plata echada sobre el
tiesto, son los labios enardecidos y el corazón malo. |
|
24 |
|
El que odia, disimula con sus labios;
pero en su interior maquina engaño. |
|
25 |
|
Cuando hablare amigablemente, no le
creas; porque siete abominaciones hay en su corazón. |
|
26 |
|
Aunque su odio es encubierto con
disimulo; su maldad será descubierta en la congregación. |
|
27 |
|
El que cavare foso, caerá en él: y el
que ruede la piedra, ésta volverá a él. |
|
28 |
|
La lengua mentirosa aborrece a los
afligidos; y la boca lisonjera acarrea ruina. |
|
Proverbios 27 |
|
|
1 |
|
No te jactes del día de mañana; porque
no sabes qué traerá el día. |
|
2 |
|
Que te alaben otros, y no tu boca; el
ajeno, y no tus labios. |
|
3 |
|
Pesada es la piedra, y la arena pesa;
mas la ira del necio es más pesada que ambas cosas. |
|
4 |
|
Cruel es la ira, e impetuoso el furor;
mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia? |
|
5 |
|
Mejor es reprensión manifiesta que amor
oculto. |
|
6 |
|
Fieles son las heridas del que ama; pero
engañosos son los besos del que aborrece. |
|
7 |
|
El hombre saciado desprecia el panal de
miel; pero al hombre hambriento todo lo amargo es dulce. |
|
8 |
|
Cual ave que se va de su nido, tal es el
hombre que se va de su lugar. |
|
9 |
|
El ungüento y el perfume alegran el
corazón; y el amigo al hombre con el cordial consejo. |
|
10 |
|
No abandones a tu amigo, ni al amigo de
tu padre; ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor
es el vecino cerca que el hermano lejos. |
|
11 |
|
Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón,
y tendré qué responder al que me agravie. |
|
12 |
|
El avisado ve el mal, y se esconde, mas
los simples pasan, y llevan el daño. |
|
13 |
|
Quítale su ropa al que salió fiador por
el extraño; y al que fió por la extraña, tómale prenda. |
|
14 |
|
El que bendice a su amigo en alta voz,
madrugando de mañana, por maldición se le contará. |
|
15 |
|
Gotera continua en tiempo de lluvia, y
la mujer rencillosa, son semejantes: |
|
16 |
|
El que puede contenerla, puede contener
el viento; o el aceite en su mano derecha. |
|
17 |
|
Hierro con hierro se aguza; así el
hombre aguza el rostro de su amigo. |
|
18 |
|
El que cuida la higuera, comerá su fruto;
y el que atiende a su señor, será honrado. |
|
19 |
|
Como en el agua el rostro corresponde al
rostro, así el corazón del hombre al del hombre. |
|
20 |
|
El infierno y la perdición nunca se
hartan: Así los ojos del hombre nunca se sacian. |
|
21 |
|
El crisol prueba la plata, y la hornaza
el oro; y al hombre la boca del que lo alaba. |
|
22 |
|
Aunque majes al necio en un mortero
entre granos de trigo majados con el pisón, no se apartará de él su
necedad. |
|
23 |
|
Considera atentamente el aspecto de tus
ovejas; pon tu corazón a tus rebaños: |
|
24 |
|
Porque las riquezas no son para siempre;
¿acaso perdurará la corona por todas las generaciones? |
|
25 |
|
Sale la grama, aparece la hierba, y
siegan las hierbas de los montes. |
|
26 |
|
Los corderos son para tus vestiduras, y
los cabritos son el precio del campo; |
|
27 |
|
Y habrá suficiente leche de las cabras
para tu mantenimiento, y para el mantenimiento de tu casa, y para el
sustento de tus criadas. |
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Proverbios 28 |
|
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1 |
|
Huye el impío sin que nadie lo persiga:
Mas el justo está confiado como un león. |
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2 |
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Por la rebelión de la tierra sus
príncipes son muchos: Mas por el hombre entendido y sabio permanecerá
estable. |
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3 |
|
El hombre pobre que oprime al pobre, es
como lluvia torrencial que no deja pan. |
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4 |
|
Los que abandonan la ley, alaban a los
impíos; mas los que la guardan, contenderán con ellos. |
|
5 |
|
Los hombres malos no entienden el juicio;
mas los que buscan a Jehová, entienden todas las cosas. |
|
6 |
|
Mejor es el pobre que camina en su
integridad, que el de perversos caminos, y rico. |
|
7 |
|
El que guarda la ley es hijo prudente;
mas el que es compañero de glotones, avergüenza a su padre. |
|
8 |
|
El que aumenta sus riquezas con usura y
crecido interés, para el que se compadece de los pobres las aumenta. |
|
9 |
|
El que aparta su oído para no oír la ley,
su oración también es abominable. |
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10 |
|
El que hace errar a los rectos por el
mal camino, él caerá en su misma fosa; mas los íntegros heredarán el
bien. |
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11 |
|
El hombre rico es sabio en su propia
opinión; mas el pobre entendido lo examinará. |
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12 |
|
Cuando los justos se alegran, grande es
la gloria; mas cuando los impíos se levantan, los hombres se esconden. |
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13 |
|
El que encubre sus pecados, no
prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. |
|
14 |
|
Bienaventurado el hombre que siempre
teme; mas el que endurece su corazón, caerá en mal. |
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15 |
|
León rugiente y oso hambriento, es el
príncipe impío sobre el pueblo pobre. |
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16 |
|
El príncipe falto de entendimiento
multiplicará los agravios; mas el que aborrece la avaricia, prolongará
sus días. |
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17 |
|
El hombre que hace violencia con sangre
de persona, huirá hasta el sepulcro, y nadie le detendrá. |
|
18 |
|
El que en integridad camina, será salvo;
mas el de perversos caminos caerá en alguno. |
|
19 |
|
El que labra su tierra, se saciará de
pan; mas el que sigue a los ociosos, se hartará de pobreza. |
|
20 |
|
El hombre de verdad tendrá muchas
bendiciones; mas el que se apresura a enriquecerse, no será sin culpa. |
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21 |
|
Hacer acepción de personas, no es bueno.
Hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre. |
|
22 |
|
El hombre de mal ojo se apresura a ser
rico; y no sabe que le ha de venir pobreza. |
|
23 |
|
El que reprende al hombre, hallará
después mayor gracia que el que lisonjea con la lengua. |
|
24 |
|
El que roba a su padre o a su madre, y
dice que no es maldad, compañero es del hombre destruidor. |
|
25 |
|
El altivo de ánimo suscita contiendas;
mas el que confía en Jehová, será prosperado. |
|
26 |
|
El que confía en su propio corazón es
necio; mas el que camina en sabiduría, será librado. |
|
27 |
|
El que da al pobre, no tendrá pobreza;
mas el que aparta sus ojos, tendrá muchas maldiciones. |
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28 |
|
Cuando los impíos se levantan, se
esconde el hombre; mas cuando perecen, los justos se multiplican. |
|
Proverbios 29 |
|
|
1 |
|
El hombre que reprendido endurece su
cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él remedio. |
|
2 |
|
Cuando los justos están en autoridad, el
pueblo se alegra; mas cuando gobierna el impío, el pueblo gime. |
|
3 |
|
El hombre que ama la sabiduría alegra a
su padre; mas el que mantiene rameras desperdiciará sus bienes. |
|
4 |
|
El rey con el juicio afirma la tierra;
mas el que acepta el soborno la destruye. |
|
5 |
|
El hombre que lisonjea a su prójimo, red
tiende delante de sus pasos. |
|
6 |
|
En la transgresión del hombre malo hay
lazo; mas el justo cantará y se alegrará. |
|
7 |
|
Conoce el justo la causa de los pobres;
mas el impío no entiende sabiduría. |
|
8 |
|
Los hombres escarnecedores agitan la
ciudad; mas los sabios apartan la ira. |
|
9 |
|
Si el hombre sabio contendiere con el
necio, que se enoje o que se ría, no tendrá reposo. |
|
10 |
|
Los hombres sanguinarios aborrecen al
íntegro; mas los rectos procuran por su alma. |
|
11 |
|
El necio da rienda suelta a toda su ira;
mas el sabio al fin la sosiega. |
|
12 |
|
Si un gobernante presta atención a la
palabra mentirosa, todos sus servidores serán impíos. |
|
13 |
|
El pobre y el usurero se encontraron;
Jehová alumbra los ojos de ambos. |
|
14 |
|
El rey que juzga con verdad a los pobres,
su trono será firme para siempre. |
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15 |
|
La vara y la corrección dan sabiduría;
mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. |
|
16 |
|
Cuando los impíos se multiplican,
aumenta la transgresión; mas los justos verán la ruina de ellos. |
|
17 |
|
Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y
dará deleite a tu alma. |
|
18 |
|
Donde no hay visión el pueblo perece;
mas el que guarda la ley, es bienaventurado. |
|
19 |
|
El siervo no se corregirá con palabras;
porque aunque entienda, no responderá. |
|
20 |
|
¿Has visto hombre ligero en sus palabras?
Más esperanza hay del necio que de él. |
|
21 |
|
El que con cuidado cría a su siervo
desde su niñez; a la postre éste vendrá a ser su hijo: |
|
22 |
|
El hombre iracundo levanta contiendas; y
el furioso muchas veces peca. |
|
23 |
|
La soberbia del hombre le abate; pero al
humilde de espíritu sustenta la honra. |
|
24 |
|
El cómplice del ladrón aborrece su
propia alma; pues oye la maldición, y no lo denuncia. |
|
25 |
|
El temor del hombre pondrá lazo; mas el
que confía en Jehová será exaltado. |
|
26 |
|
Muchos buscan el favor del príncipe; mas
de Jehová viene el juicio de cada uno. |
|
27 |
|
El hombre inicuo es abominación a los
justos; y el de caminos rectos es abominación al impío. |
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Proverbios 30 |
|
|
1 |
|
Palabras de Agur, hijo de Jaqué: La
profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y a Ucal. |
|
2 |
|
Ciertamente más rudo soy yo que ninguno,
y no tengo entendimiento de hombre. |
|
3 |
|
Yo ni aprendí sabiduría, ni tengo el
conocimiento del Santo. |
|
4 |
|
¿Quién subió al cielo, y descendió?
¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un
paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre,
y el nombre de su Hijo, si sabes? |
|
5 |
|
Toda palabra de Dios es pura; es escudo
a los que en Él esperan. |
|
6 |
|
No añadas a sus palabras, no sea que Él
te reprenda, y seas hallado mentiroso. |
|
7 |
|
Dos cosas te he demandado. No me las
niegues antes que muera. |
|
8 |
|
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí.
No me des pobreza ni riquezas; mantenme del pan necesario; |
|
9 |
|
No sea que me sacie, y te niegue, y diga:
¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi
Dios. |
|
10 |
|
No acuses al siervo ante su señor, no
sea que te maldiga, y seas hallado culpable. |
|
11 |
|
Hay generación que maldice a su padre, y
a su madre no bendice. |
|
12 |
|
Hay generación limpia en su propia
opinión, si bien no se ha limpiado de su inmundicia. |
|
13 |
|
Hay generación cuyos ojos son altivos, y
cuyos párpados son alzados. |
|
14 |
|
Hay generación cuyos dientes son espadas,
y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los
menesterosos de entre los hombres. |
|
15 |
|
La sanguijuela tiene dos hijas que dicen:
Dame, dame. Tres cosas hay que nunca se sacian; aun la cuarta nunca
dice: ¡Basta! |
|
16 |
|
El sepulcro, la matriz estéril, la
tierra que no se sacia de aguas, y el fuego que jamás dice: ¡Basta! |
|
17 |
|
El ojo que escarnece a su padre, y
menosprecia la enseñanza de su madre, los cuervos del valle lo saquen, y
lo traguen los aguiluchos. |
|
18 |
|
Tres cosas me son ocultas; aun tampoco
sé la cuarta: |
|
19 |
|
El rastro del águila en el aire; el
rastro de la culebra sobre la peña; el rastro de la nave en medio del
mar; y el rastro del hombre en la doncella. |
|
20 |
|
Tal es el proceder de la mujer adúltera:
Come, y limpia su boca, y dice: No he hecho maldad. |
|
21 |
|
Por tres cosas se alborota la tierra, y
la cuarta no la puede soportar. |
|
22 |
|
Por el siervo cuando reina; y por el
necio cuando se harta de pan; |
|
23 |
|
Por la mujer aborrecida cuando se casa;
y por la sierva cuando hereda a su señora. |
|
24 |
|
Cuatro cosas son de las más pequeñas de
la tierra, y las mismas son más sabias que los sabios: |
|
25 |
|
Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el
verano preparan su comida: |
|
26 |
|
Los conejos, pueblo nada esforzado, y
ponen su casa en la piedra: |
|
27 |
|
Las langostas, que no tienen rey, y
salen todas por cuadrillas: |
|
28 |
|
La araña que atrapa con las manos, y
está en palacios de rey. |
|
29 |
|
Tres cosas hay de hermoso andar, y la
cuarta pasea muy bien: |
|
30 |
|
El león, fuerte entre todos los animales,
que no vuelve atrás por nada: |
|
31 |
|
El lebrel ceñido de lomos; asimismo el
macho cabrío; y un rey contra el cual ninguno se levanta. |
|
32 |
|
Si neciamente te has enaltecido; y si
mal pensaste, pon la mano sobre tu boca. |
|
33 |
|
Ciertamente el que bate la leche, sacará
mantequilla; y el que recio se suena la nariz, sacará sangre; y el que
provoca la ira, causará contienda. |
|
Proverbios 31 |
|
|
1 |
|
Palabras del rey Lemuel; la profecía con
que le enseñó su madre. |
|
2 |
|
¿Qué, hijo mío? ¿Y qué, hijo de mi
vientre? ¿Y qué, hijo de mis votos? |
|
3 |
|
No des a las mujeres tu fuerza, ni tus
caminos a lo que es para destruir a los reyes. |
|
4 |
|
No es de los reyes, oh Lemuel, no es de
los reyes beber vino, ni de los príncipes el licor. |
|
5 |
|
No sea que bebiendo olviden la ley, y
perviertan el derecho de todos los hijos afligidos. |
|
6 |
|
Dad licor al desfallecido, y el vino a
los de ánimo amargado. |
|
7 |
|
Beban, y olvídense de su necesidad, y de
su miseria no se acuerden más. |
|
8 |
|
Abre tu boca por el mudo, en el juicio
de todos los que están destinados a la muerte. |
|
9 |
|
Abre tu boca, juzga justicia, y el
derecho del pobre y del menesteroso. |
|
10 |
|
Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de piedras preciosas. |
|
11 |
|
El corazón de su marido está en ella
confiado, y no tendrá necesidad de despojo. |
|
12 |
|
Le dará ella bien y no mal, todos los
días de su vida. |
|
13 |
|
Busca lana y lino, y con voluntad
trabaja con sus manos. |
|
14 |
|
Es como navío de mercader; trae su pan
de lejos. |
|
15 |
|
Se levanta aun de noche, y da comida a
su familia, y ración a sus criadas. |
|
16 |
|
Considera la heredad, y la compra; y
planta viña del fruto de sus manos. |
|
17 |
|
Ciñe de fortaleza sus lomos, y esfuerza
sus brazos. |
|
18 |
|
Ve que su ganancia es buena: Su lámpara
no se apaga de noche. |
|
19 |
|
Aplica su mano al huso, y sus manos
toman la rueca. |
|
20 |
|
Extiende su mano al pobre, y tiende su
mano al menesteroso. |
|
21 |
|
No tiene temor de la nieve por su
familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles. |
|
22 |
|
Ella se hace tapices; de lino fino y
púrpura es su vestido. |
|
23 |
|
Conocido es su marido en las puertas,
cuando se sienta con los ancianos de la tierra. |
|
24 |
|
Hace telas y las vende; y provee de
cintos al mercader. |
|
25 |
|
Fuerza y honor son su vestidura; y se
regocijará en el día postrero. |
|
26 |
|
Abre su boca con sabiduría; y la ley de
misericordia está en su lengua. |
|
27 |
|
Considera los caminos de su casa, y no
come el pan de balde. |
|
28 |
|
Se levantan sus hijos, y la llaman
bienaventurada; y su marido también la alaba. |
|
29 |
|
Muchas mujeres han sido virtuosas; pero
tú las sobrepasas a todas. |
|
30 |
|
Engañosa es la gracia, y vana la
hermosura: La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. |
|
31 |
|
Dadle del fruto de sus manos, y alábenla
en las puertas sus hechos. |