|
Romanos 9 |
|
|
1 |
|
Digo la verdad en Cristo, no miento, y
mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo. |
|
2 |
|
Que tengo gran tristeza y continuo dolor
en mi corazón. |
|
3 |
|
Porque deseara yo mismo ser anatema,
separado de Cristo, por mis hermanos, los que son mis parientes según la
carne, |
|
4 |
|
que son israelitas, de los cuales es la
adopción, y la gloria, y el pacto, y el dar de la ley, y el culto, y las
promesas; |
|
5 |
|
de quienes son los padres, y de los
cuales vino Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas,
bendito por siempre. Amén. |
|
6 |
|
No como si la palabra de Dios haya
fallado; porque no todos los que son de Israel son israelitas; |
|
7 |
|
ni por ser simiente de Abraham, son
todos hijos; sino que: En Isaac te será llamada descendencia. |
|
8 |
|
Esto es: No los que son hijos según la
carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos de la promesa son
contados por simiente. |
|
9 |
|
Porque la palabra de la promesa es ésta:
A este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. |
|
10 |
|
Y no sólo esto, mas también cuando
Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre |
|
11 |
|
( aunque aún no habían nacido sus hijos,
ni habían hecho bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la
elección permaneciese, no por las obras de la ley sino por el que llama
), |
|
12 |
|
le fue dicho a ella: El mayor servirá al
menor. |
|
13 |
|
Como está escrito: A Jacob amé; mas a
Esaú aborrecí. |
|
14 |
|
¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia
en Dios? ¡En ninguna manera! |
|
15 |
|
Porque a Moisés dice: Tendré
misericordia, del que yo tenga misericordia; y me compadeceré del que yo
me compadezca. |
|
16 |
|
Así que no es del que quiere, ni del que
corre, sino de Dios que tiene misericordia. |
|
17 |
|
Porque la Escritura dice a Faraón: Para
esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y que mi nombre
sea predicado por toda la tierra. |
|
18 |
|
De manera que del que quiere tiene
misericordia; y al que quiere endurecer, endurece. |
|
19 |
|
Me dirás entonces: ¿Por qué, pues,
inculpa? porque, ¿quién ha resistido a su voluntad? |
|
20 |
|
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú,
para que alterques contra Dios? ¿Dirá lo formado al que lo formó: Por
qué me has hecho así? |
|
21 |
|
¿O no tiene potestad el alfarero sobre
el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para
deshonra? |
|
22 |
|
¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira
y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira,
preparados para destrucción; |
|
23 |
|
y para hacer notorias las riquezas de su
gloria para con los vasos de misericordia que Él preparó de antemano
para gloria, |
|
24 |
|
a los cuales también ha llamado, aun a
nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles? |
|
25 |
|
Como también en Oseas dice: Llamaré
pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada. |
|
26 |
|
Y acontecerá que en el lugar donde les
fue dicho: Vosotros no sois mi pueblo, allí serán llamados hijos del
Dios viviente. |
|
27 |
|
También Isaías clama tocante a Israel:
Aunque fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar,
sólo un remanente será salvo. |
|
28 |
|
Porque Él consumará la obra, y la
acortará en justicia, porque obra abreviada hará el Señor sobre la
tierra. |
|
29 |
|
Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de
los ejércitos no nos hubiera dejado simiente, como Sodoma habríamos
venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes. |
|
30 |
|
¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles,
que no procuraban la justicia han alcanzado la justicia, es decir, la
justicia que es por la fe; |
|
31 |
|
mas Israel, que procuraba la ley de la
justicia, no ha alcanzado la ley de la justicia. |
|
32 |
|
¿Por qué? Porque no la procuraron por
fe, sino como por las obras de la ley, por lo cual tropezaron en la
piedra de tropiezo, |
|
33 |
|
como está escrito: He aquí pongo en Sión
piedra de tropiezo, y roca de caída: Y todo aquel que en Él creyere, no
será avergonzado. |
|
Romanos 10 |
|
|
1 |
|
Hermanos, ciertamente el deseo de mi
corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para su salvación. |
|
2 |
|
Porque yo les doy testimonio de que
tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. |
|
3 |
|
Porque ignorando la justicia de Dios, y
procurando establecer su propia justicia, no se han sujetado a la
justicia de Dios. |
|
4 |
|
Porque el fin de la ley es Cristo, para
justicia a todo aquel que cree. |
|
5 |
|
Porque Moisés describe la justicia que
es por la ley: El hombre que hiciere aquellas cosas, vivirá por ellas. |
|
6 |
|
Mas la justicia que es por la fe dice
así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? ( esto es para
traer abajo a Cristo. ) |
|
7 |
|
O, ¿quién descenderá al abismo? ( esto
es, para volver a subir a Cristo de los muertos. ) |
|
8 |
|
Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la
palabra, en tu boca y en tu corazón. Ésta es la palabra de fe la cual
predicamos: |
|
9 |
|
Que si confesares con tu boca al Señor
Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo. |
|
10 |
|
Porque con el corazón se cree para
justicia, mas con la boca se hace confesión para salvación. |
|
11 |
|
Porque la Escritura dice: Todo aquel que
en Él creyere, no será avergonzado. |
|
12 |
|
Porque no hay diferencia entre judío y
griego; porque el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos
los que le invocan. |
|
13 |
|
Porque todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo. |
|
14 |
|
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el
cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y
cómo oirán sin haber quien les predique? |
|
15 |
|
¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?
Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el
evangelio de la paz, que predican el evangelio de los bienes! |
|
16 |
|
Mas no todos obedecieron al evangelio,
pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? |
|
17 |
|
Así que la fe viene por el oír, y el oír,
por la palabra de Dios. |
|
18 |
|
Mas digo: ¿No han oído? Antes bien, por
toda la tierra ha salido la voz de ellos, y sus palabras hasta los fines
de la redondez de la tierra. |
|
19 |
|
Mas digo: ¿No lo sabe Israel?
Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con los que no son mi
pueblo; Con gente insensata os provocaré a ira. |
|
20 |
|
También Isaías dice osadamente: Fui
hallado de los que no me buscaban; me manifesté a los que no preguntaban
por mí. |
|
21 |
|
Pero acerca de Israel dice: Todo el día
extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor. |
|
Romanos 11 |
|
|
1 |
|
Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su
pueblo? ¡En ninguna manera! Porque también yo soy israelita, de la
simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. |
|
2 |
|
Dios no ha desechado a su pueblo, al
cual antes conoció. ¿O no sabéis qué dice la Escritura de Elías, cómo
hablando con Dios contra Israel dice: |
|
3 |
|
Señor, a tus profetas han dado muerte, y
tus altares han destruido, y sólo yo he quedado, y traman contra mi vida? |
|
4 |
|
Pero, ¿qué le dice la respuesta divina?
Me he reservado siete mil varones, que no han doblado la rodilla ante
Baal. |
|
5 |
|
Así también aun en este tiempo ha
quedado un remanente escogido según la elección de gracia. |
|
6 |
|
Y si por gracia, ya no es por obras, de
otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras ya no es gracia;
de otra manera la obra ya no es obra. |
|
7 |
|
¿Qué entonces? Lo que buscaba Israel no
lo ha alcanzado, mas los elegidos lo han alcanzado, y los demás fueron
cegados. |
|
8 |
|
Como está escrito: Dios les dio espíritu
de somnolencia, ojos que no vean; oídos que no oigan hasta el día de hoy. |
|
9 |
|
Y David dice: Séales vuelta su mesa en
trampa y en red, y en tropezadero y retribución: |
|
10 |
|
Sus ojos sean oscurecidos para que no
vean, y agóbiales su espalda siempre. |
|
11 |
|
Digo, pues: ¿Han tropezado para que
cayesen? ¡En ninguna manera! Mas por su caída vino la salvación a los
gentiles, para provocarles a celos. |
|
12 |
|
Y si la caída de ellos es la riqueza del
mundo, y el menoscabo de ellos, la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más
la plenitud de ellos? |
|
13 |
|
Porque a vosotros hablo, gentiles. Por
cuanto yo soy apóstol de los gentiles, mi ministerio honro, |
|
14 |
|
por si de alguna manera provocase a
celos a los que son de mi carne, e hiciese salvos a algunos de ellos. |
|
15 |
|
Porque si el rechazamiento de ellos es
la reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos, sino
vida de entre los muertos? |
|
16 |
|
Porque si el primer fruto es santo,
también lo es la masa, y si la raíz es santa, también lo son las ramas. |
|
17 |
|
Y si algunas de las ramas fueron
quebradas, y tú, siendo olivo silvestre fuiste injertado en lugar de
ellas, y fuiste hecho partícipe de la raíz y de la savia del olivo; |
|
18 |
|
no te jactes contra las ramas. Y si te
jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. |
|
19 |
|
Dirás entonces: Las ramas fueron
quebradas para que yo fuese injertado. |
|
20 |
|
Bien; por su incredulidad fueron
quebradas, mas tú por la fe estás en pie. No te enaltezcas, antes teme. |
|
21 |
|
Porque si Dios no perdonó a las ramas
naturales, mira, no sea que a ti tampoco te perdone. |
|
22 |
|
Mira, pues, la bondad y la severidad de
Dios; la severidad ciertamente en los que cayeron; mas la bondad para
contigo, si permaneciereis en su bondad; pues de otra manera tú también
serás cortado. |
|
23 |
|
Y aun ellos serán injertados, si no
permanecieren en incredulidad, que poderoso es Dios para volverlos a
injertar. |
|
24 |
|
Porque si tú fuiste cortado del natural
olivo silvestre, y contra natura fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto
más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio
olivo? |
|
25 |
|
Porque no quiero hermanos que ignoréis
este misterio, que no seáis arrogantes en vosotros mismos, que en parte
el endurecimiento ha acontecido a Israel, hasta que haya entrado la
plenitud de los gentiles; |
|
26 |
|
y así todo Israel será salvo; como está
escrito: De Sión vendrá el Libertador, que quitará de Jacob la impiedad. |
|
27 |
|
Y éste es mi pacto con ellos, cuando yo
quite sus pecados. |
|
28 |
|
Así que, en cuanto al evangelio, son
enemigos por causa de vosotros; mas en cuanto a la elección, son muy
amados por causa de los padres. |
|
29 |
|
Porque sin arrepentimiento son los dones
y el llamamiento de Dios. |
|
30 |
|
Porque como también vosotros en otro
tiempo no creísteis a Dios, mas ahora habéis alcanzado misericordia por
la incredulidad de ellos; |
|
31 |
|
así también éstos ahora no han creído,
para que por la misericordia de vosotros, ellos también alcancen
misericordia. |
|
32 |
|
Porque Dios encerró a todos en
incredulidad, para tener misericordia de todos. |
|
33 |
|
¡Oh profundidad de las riquezas de la
sabiduría y conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e
inescrutables sus caminos! |
|
34 |
|
Porque, ¿quién entendió la mente del
Señor? ¿O quién fue su consejero? |
|
35 |
|
¿O quién le dio a Él primero, para que
le sea recompensado? |
|
36 |
|
Porque de Él, y por Él, y para Él, son
todas las cosas. A Él sea gloria por siempre. Amén. |
|
Romanos 12 |
|
|
1 |
|
Por tanto, os ruego hermanos por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio
vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. |
|
2 |
|
Y no os conforméis a este mundo; mas
transformaos por la renovación de vuestra mente, para que comprobéis
cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. |
|
3 |
|
Digo, pues, por la gracia que me ha sido
dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto
concepto de sí, que el que debe tener, sino que piense de sí con mesura,
conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno. |
|
4 |
|
Porque de la manera que en un cuerpo
tenemos muchos miembros, mas no todos los miembros tienen la misma
función; |
|
5 |
|
así nosotros, siendo muchos, somos un
cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. |
|
6 |
|
Teniendo, pues, diversidad de dones
según la gracia que nos es dada, si profecía, úsese conforme a la medida
de la fe; |
|
7 |
|
si ministerio, úsese en ministrar; o el
que enseña, en la enseñanza; |
|
8 |
|
el que exhorta, en la exhortación; el
que da, hágalo con sencillez; el que preside, con diligencia; el que
hace misericordia, con alegría. |
|
9 |
|
El amor sea sin fingimiento. Aborreced
lo malo, apegaos a lo bueno. |
|
10 |
|
Amaos los unos a los otros con amor
fraternal, en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. |
|
11 |
|
Diligentes, no perezosos; fervientes en
espíritu, sirviendo al Señor. |
|
12 |
|
Gozosos en la esperanza, sufridos en la
tribulación, constantes en la oración. |
|
13 |
|
Compartiendo para las necesidades de los
santos; dados a la hospitalidad. |
|
14 |
|
Bendecid a los que os persiguen;
bendecid y no maldigáis. |
|
15 |
|
Gozaos con los que se gozan; y llorad
con los que lloran. |
|
16 |
|
Unánimes entre vosotros, no altivos;
condescended para con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia
opinión. |
|
17 |
|
No paguéis a nadie mal por mal; procurad
lo bueno delante de todos los hombres. |
|
18 |
|
Si fuere posible, en cuanto esté en
vosotros, vivid en paz con todos los hombres. |
|
19 |
|
Amados, no os venguéis vosotros mismos,
antes, dad lugar a la ira; porque escrito está: Mía es la venganza, yo
pagaré, dice el Señor. |
|
20 |
|
Así que si tu enemigo tuviere hambre,
dale de comer, y si tuviere sed, dale de beber; que haciendo esto,
ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. |
|
21 |
|
No seas vencido de lo malo, mas vence
con el bien el mal. |
|
Romanos 13 |
|
|
1 |
|
Toda alma sométase a las potestades
superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las potestades que
hay, de Dios son ordenadas. |
|
2 |
|
Así que, el que se opone a la potestad,
se opone a la ordenanza de Dios; y los que resisten recibirán para sí
condenación. |
|
3 |
|
Porque los magistrados no están para
atemorizar las buenas obras, sino las malas. ¿Quieres, pues, no temer la
potestad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella. |
|
4 |
|
Porque es ministro de Dios para tu bien.
Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada; porque es
ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo. |
|
5 |
|
Por tanto es necesario que os sujetéis,
no solamente por la ira, sino también por causa de la conciencia. |
|
6 |
|
Pues por esto también pagáis los
impuestos; porque son ministros de Dios que atienden continuamente a
esto mismo. |
|
7 |
|
Pagad, pues, a todos lo que debéis; al
que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que temor, temor; al
que honra, honra. |
|
8 |
|
No debáis a nadie nada, sino amaos los
unos a los otros, porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley. |
|
9 |
|
Porque: No adulterarás: No matarás: No
hurtarás: No dirás falso testimonio: No codiciarás: Y cualquier otro
mandamiento, se resume en esta frase: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. |
|
10 |
|
El amor no hace mal al prójimo; así que
el amor es el cumplimiento de la ley. |
|
11 |
|
Y esto, conociendo el tiempo, que ya es
hora de despertarnos del sueño; porque ahora está más cerca nuestra
salvación que cuando creímos. |
|
12 |
|
La noche está avanzada, y el día está
por llegar; desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos
las armas de luz. |
|
13 |
|
Andemos honestamente, como de día; no en
desenfrenos y borracheras; no en lujurias y lascivias, ni en contiendas
y envidias. |
|
14 |
|
Mas vestíos del Señor Jesucristo, y no
proveáis para satisfacer los deseos de la carne. |
|
Romanos 14 |
|
|
1 |
|
Recibid al débil en la fe, mas no para
contender sobre opiniones. |
|
2 |
|
Porque uno cree que se ha de comer de
todo, otro, que es débil, come legumbres. |
|
3 |
|
El que come, no menosprecie al que no
come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha
recibido. |
|
4 |
|
¿Tú quién eres, que juzgas al siervo
ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, que
poderoso es Dios para hacerle estar firme. |
|
5 |
|
Uno hace diferencia entre un día y otro;
otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente seguro en su
propia mente. |
|
6 |
|
El que hace caso del día, para el Señor
lo hace; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que
come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come,
para el Señor no come, y da gracias a Dios. |
|
7 |
|
Porque ninguno de nosotros vive para sí;
y ninguno muere para sí. |
|
8 |
|
Pues si vivimos, para el Señor vivimos;
y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya sea que vivamos, o que
muramos, del Señor somos. |
|
9 |
|
Porque Cristo para esto murió, y
resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos, como de
los que viven. |
|
10 |
|
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O
tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos
compareceremos ante el tribunal de Cristo. |
|
11 |
|
Porque escrito está: Vivo yo, dice el
Señor, que ante mí toda rodilla se doblará, y toda lengua confesará a
Dios. |
|
12 |
|
De manera que cada uno de nosotros dará
cuenta a Dios de sí. |
|
13 |
|
Por tanto, ya no nos juzguemos los unos
a los otros, antes bien, determinad no poner tropiezo u ocasión de caer
al hermano. |
|
14 |
|
Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que
nada es inmundo en sí mismo, mas para aquel que piensa ser inmunda
alguna cosa, para él es inmunda. |
|
15 |
|
Mas si por causa de tu comida, tu
hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No destruyas con
tu comida a aquel por el cual Cristo murió. |
|
16 |
|
No sea, pues, difamado vuestro bien; |
|
17 |
|
Porque el reino de Dios no es comida ni
bebida; sino justicia, y paz, y gozo en el Espíritu Santo. |
|
18 |
|
Porque el que en estas cosas sirve a
Cristo, agrada a Dios, y es acepto a los hombres. |
|
19 |
|
Así que, sigamos lo que ayuda a la paz y
a la edificación de los unos a los otros. |
|
20 |
|
No destruyas la obra de Dios por causa
de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; mas malo es al
hombre hacer tropezar con lo que come. |
|
21 |
|
Bueno es no comer carne, ni beber vino,
ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o sea debilitado. |
|
22 |
|
¿Tienes tú fe? Tenla para contigo
delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo con lo
que aprueba. |
|
23 |
|
Mas el que duda, si comiere, es
condenado, porque come sin fe, y todo lo que no es de fe, es pecado. |
|
Romanos 15 |
|
|
1 |
|
Así que los que somos fuertes debemos
sobrellevar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros
mismos. |
|
2 |
|
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo
para su bien, para edificación. |
|
3 |
|
Porque ni aun Cristo se agradó a sí
mismo; antes bien, como está escrito; Los vituperios de los que te
vituperaban, cayeron sobre mí. |
|
4 |
|
Porque las cosas que antes fueron
escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por la
paciencia y consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. |
|
5 |
|
Mas el Dios de la paciencia y de la
consolación os dé que entre vosotros seáis de un mismo sentir según
Cristo Jesús; |
|
6 |
|
para que unánimes, y a una voz
glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. |
|
7 |
|
Por tanto recibíos los unos a los otros,
como también Cristo nos recibió para gloria de Dios. |
|
8 |
|
Digo, pues, que Cristo Jesús fue
ministro de la circuncisión por la verdad de Dios, para confirmar las
promesas hechas a los padres, |
|
9 |
|
y para que los gentiles glorifiquen a
Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré
entre los gentiles, y cantaré a tu nombre. |
|
10 |
|
Y otra vez dice: Regocijaos gentiles,
con su pueblo. |
|
11 |
|
Y otra vez: Alabad al Señor, todos los
gentiles y dadle gloria todos los pueblos. |
|
12 |
|
Y otra vez Isaías dice: Saldrá raíz de
Isaí, y el que se levantará para reinar sobre los gentiles: Los gentiles
esperarán en Él. |
|
13 |
|
Y el Dios de esperanza os llene de todo
gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del
Espíritu Santo. |
|
14 |
|
Y también yo mismo tengo confianza de
vosotros, hermanos míos, que también vosotros estáis llenos de bondad,
llenos de todo conocimiento, de manera que podéis amonestaros los unos a
los otros. |
|
15 |
|
Mas hermanos, os he escrito en parte
osadamente, como recordándoos; por la gracia que de Dios me es dada, |
|
16 |
|
para ser ministro de Jesucristo a los
gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que la ofrenda de los
gentiles sea acepta, santificada por el Espíritu Santo. |
|
17 |
|
Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo
Jesús en lo que a Dios toca. |
|
18 |
|
Porque no osaría hablar de alguna cosa
que Cristo no haya hecho por mí, para hacer obedientes a los gentiles,
con palabra y con obra, |
|
19 |
|
con potencia de milagros y prodigios,
por el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y los
alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. |
|
20 |
|
Y de esta manera me esforcé a predicar
el evangelio, no donde Cristo fuese ya nombrado, para no edificar sobre
fundamento ajeno, |
|
21 |
|
sino, como está escrito: Aquellos a los
que no se habló de Él, verán; Y los que no han oído, entenderán. |
|
22 |
|
Por esta causa muchas veces he sido
impedido de venir a vosotros. |
|
23 |
|
Mas ahora, no teniendo más lugar en
estas regiones, y deseando ir a vosotros por ya muchos años, |
|
24 |
|
cuando partiere para España, iré a
vosotros, porque espero veros en mi jornada, y que seré encaminado por
vosotros hacia allá, si en parte primero hubiere disfrutado de vuestra
compañía. |
|
25 |
|
Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar
a los santos. |
|
26 |
|
Porque los de Macedonia y Acaya tuvieron
a bien hacer una contribución para los santos pobres que están en
Jerusalén. |
|
27 |
|
Pues les pareció bueno, y son deudores a
ellos; porque si los gentiles han sido hechos partícipes de sus bienes
espirituales, deben también ellos servirles en los carnales. |
|
28 |
|
Así que, cuando hubiere concluido esto,
y les hubiere entregado este fruto, pasaré entre vosotros a España. |
|
29 |
|
Y estoy seguro que cuando viniere a
vosotros, vendré en plenitud de bendición del evangelio de Cristo. |
|
30 |
|
Y os ruego hermanos, por nuestro Señor
Jesucristo, y por el amor del Espíritu, que os esforcéis conmigo en
oración por mí a Dios; |
|
31 |
|
Que sea librado de los incrédulos que
están en Judea, y la ofrenda de mi servicio la cual traigo para
Jerusalén sea acepta a los santos; |
|
32 |
|
para que con gozo llegue a vosotros por
la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros. |
|
33 |
|
Y el Dios de paz sea con todos vosotros.
Amén. |
|
Romanos 16 |
|
|
1 |
|
Y os encomiendo a nuestra hermana Febe,
la cual es sierva de la iglesia que está en Cencrea; |
|
2 |
|
que la recibáis en el Señor, como es
digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa que necesite de
vosotros, porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo también. |
|
3 |
|
Saludad a Priscila y a Aquila, mis
colaboradores en Cristo Jesús; |
|
4 |
|
que pusieron sus cuellos por mi vida; a
los cuales doy gracias, no sólo yo, sino también todas las iglesias de
los gentiles. |
|
5 |
|
Saludad también a la iglesia que está en
su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es de los primeros frutos de
Acaya para Cristo. |
|
6 |
|
Saludad a María, la cual ha trabajado
mucho por nosotros. |
|
7 |
|
Saludad a Andrónico y a Junia, mis
parientes y mis compañeros de prisiones, que son insignes entre los
apóstoles; y que también fueron antes de mí en Cristo. |
|
8 |
|
Saludad a Amplias, amado mío en el
Señor. |
|
9 |
|
Saludad a Urbano, nuestro ayudador en
Cristo, y a Estaquis, amado mío. |
|
10 |
|
Saludad a Apeles, aprobado en Cristo.
Saludad a los de la casa de Aristóbulo. |
|
11 |
|
Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad
a los de la casa de Narciso, que están en el Señor. |
|
12 |
|
Saludad a Trifena y a Trifosa, las
cuales trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la cual ha
trabajado mucho en el Señor. |
|
13 |
|
Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y
a su madre y mía. |
|
14 |
|
Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a
Hermas, a Patrobas, a Hermes, y a los hermanos que están con ellos. |
|
15 |
|
Saludad a Filólogo y a Julia, a Nereo y
a su hermana, y a Olimpas, y a todos los santos que están con ellos. |
|
16 |
|
Saludaos unos a otros con ósculo santo.
Os saludan las iglesias de Cristo. |
|
17 |
|
Y os ruego hermanos, que señaléis a
aquellos que causan divisiones y escándalos en contra de la doctrina que
vosotros habéis aprendido; y que os apartéis de ellos. |
|
18 |
|
Porque los tales, no sirven a nuestro
Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres; y con palabras suaves y
lisonjas engañan el corazón de los simples. |
|
19 |
|
Porque vuestra obediencia ha venido a
ser notoria a todos. Así que me gozo de vosotros; mas quiero que seáis
sabios para el bien, y simples para el mal. |
|
20 |
|
Y el Dios de paz aplastará en breve a
Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea
con vosotros. Amén. |
|
21 |
|
Os saludan Timoteo mi colaborador, y
Lucio y Jasón, y Sosípater, mis parientes. |
|
22 |
|
Yo Tercio, que escribí esta epístola, os
saludo en el Señor. |
|
23 |
|
Os saluda Gayo, mi huésped, y toda la
iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto. |
|
24 |
|
La gracia de nuestro Señor Jesucristo
sea con todos vosotros. Amén. |
|
25 |
|
Y al que tiene poder para confirmaros
según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación
del misterio encubierto desde tiempos eternos, |
|
26 |
|
pero ahora es hecho manifiesto, y por
las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno,
dado a conocer a todas las naciones para obediencia de la fe. |
|
27 |
|
Al solo Dios sabio, sea gloria por
Jesucristo para siempre. Amén. Epístola del apóstol Pablo a los romanos.
Escrita desde Corinto por mano de Tercio, y enviada con Febe, sierva de
la iglesia en Cencrea. |